Resumen:

A presente proposta de artigo objetiva trazer breves apontamentos sobre a retórica neofascista do governo Bolsonaro e o reflexo para a disseminação da violência contra às mulheres no Brasil. Foram utilizadas como fontes de dados, pesquisas e levantamentos estatísticos sobre a violência contra às mulheres nos anos do governo Jair Bolsonaro, bem como, trechos de falas do atual Presidente, material este analisado à luz do referencial teórico utilizado no Seminário Temático: reflexões sobre o neofascismo no Brasil e no mundo, ministrado pelo Prof. Dr. Antônio Carlos Mazzeo, no programa de Doutorado em Serviço Social da PUC/SP. Como alerta Mauro Iasi no prefácio do livro “Introdução ao Fascismo” (KONDER, 2009, pág. 10), “A derrota militar do fascismo não se completa se não nos debruçarmos sobre a difícil tarefa de compreender teoricamente o fenômeno fascista para que, sob outras formas, sua essência não nos venha novamente assaltar”. Iasi ainda ressalta que “[...] o fascismo clássico revela fundamentos que podem encontrar novas formas de manifestação e aí reside seu verdadeiro perigo” (KONDER, 2009, pág. 12). No Brasil, essa máxima ganha força desde o golpe de 2016 que depôs a presidenta Dilma Roussef, com ascensão de figuras símbolos do irracionalismo ao tempero (neo)fascista, como Michel Temer e Jair Bolsonaro, este último, eleito democraticamente em 2018. As reflexões elaboradas compõem o conjunto de análises que esta pesquisadora tem feito para o objeto de pesquisa do Doutorado, o qual trata da misoginia no Brasil (ultra)neoliberal e os impactos e desafios para o Serviço Social. 

Resumen:

La formación de las escuelas de trabajo social está orientadas hacia el desempeño profesional. Ello supone estudiantes dispuestos a ser protagonistas de sus procesos de aprendizaje, fortaleciendo las habilidades cognitivas y meta-reflexivas, la capacidad de actuación, conocimiento y regulación de los aspectos afectivos, motivacionales y éticos (Arias y Lombillo, 2019; Concha-Toro et al., 2020).Las investigaciones indican que los diversos tipos de acompañamiento docente son importantes para los aprendizajes preprofesionales y desarrollo de competencias en contextos de práctica profesional en la educación superior (Anabalón et al., 2021; Concha et al., 2020; Canales, 2010; Lobato y Guerra, 2016; Mele, 2017; Puig-Cruells, 2020).Para el caso de las tutorías académicas, este tipo de acompañamiento es diferente a otras formas de enseñanza universitarias más tradicionales, porque es entendida como una acción y espacio formativo de seguimiento, orientación, acompañamiento y asesoramiento académico-metodológico de los estudiantes en el proceso de aprendizaje de carácter permanente, que propicia el aprendizaje autogestionado (Anabalón et al., 2021; Canales, 2010; Lobato y Guerra, 2016). Por ende, se requiere de cualidades y habilidades específicas del docente-tutor que lleve a cabo este proceso (Guerra-Martín y Borrallo-Riego, 2018).Por lo anteriormente expuesto, es fundamental evaluar si las características de estos formadores son factores relevantes para la disposición de los estudiantes a apropiarse de los contenidos de esta actividad curricular. En este sentido, es especialmente importante evaluar si las características percibidas de los docentes son un factor que incide en la motivación por el aprendizaje (Bandura, 2012; Muñoz y Valenzuela, 2014) y el compromiso académico conductual (Aspeé et al., 2019), ya que los estudiantes comprometidos y motivados por aprender suelen ser más persistentes, autorregulados y con mejor rendimiento académico (Alrashidi et al., 2016).La tutoría académica tiene su inicio en el siglo XX, brindando mayor autonomía al estudiante en la toma de decisiones y en su propio aprendizaje, transformándolo en un aprendizaje profundo y, a su vez, generándole un mayor grado de responsabilidad y bienestar (Biggs, 1987, 1993; Biggs y Tang, 2007; Fasce, 2007; Ortega-Díaz y Hernández-Péres, 2015).Es en este espacio donde coexisten el estudiante y docente-tutor, que según Martínez (2016) es un académico de la carrera que participa en el seguimiento y evaluación del proceso formativo. Además “está capacitado para identificar la problemática de índole académica, psicológica, de salud, socioeconómica y familiar de alumno” (p. 9).El docente-tutor cumple un rol de orientador, con énfasis en el desarrollo de la reflexión estudiantil, y el rol de evaluador usando juicios sobre el desempeño de cada uno (Ruffinelli et al., 2020).Referente a las cualidades personales, debe poseer características de empatía, responsabilidad y compromiso con la formación. Para las cualidades disciplinares, es necesario que tenga conocimientos en su campo de intervención, pero además en psicología, pedagogía y filosofía. Y referente a las habilidades técnicas debe poseer conocimiento en gestión administrativa y procedimientos básicos realizados por los estudiantes.El interés porque los tutores cuenten con experiencia en estas prácticas, conocimientos de la labor tutorial y capacidad para llevarlas a cabo (Rubio y Martínez, 2012). Todas las características y atributos del docente-tutor, según la ANUIES (2019), deben estar asociados a una persona que cuente con un extenso conocimiento de la filosofía educativa y curricular del área disciplinar.Es por lo anteriormente mencionado, que no se sabe cómo estas características del docente-tutor influyen en el compromiso académico conductual y motivación de los estudiantes. Esta vinculación es escasamente abordada en investigaciones en ciencias sociales, y menos aún en trabajo social (Anabalón et al., 2021; Venegas-Ramos y Gairín, 2019). Hay investigación respecto de las prácticas profesionales pero no sobre las tutorías académicas., viéndose estas últimas desproblematizadas en su especificidad. Esto es complejo, al ser las tutorías una forma de acompañamiento utilizada más comunes en las carreras de trabajo social, descuidándose una dimensión relevante en la formación de estos profesionales.Esta investigación fue abordada desde el paradigma naturalista interpretativo y el enfoque del construccionismo social desde los planteamientos de Berger y Luckmann (2001), permitiendo reconocer la realidad como un proceso de construcción humana mediante las relaciones entre los diversos agentes educativos.  El diseño utilizada fue el método mixto, con estatus dominante y de orden secuencial CUAL → cuan (Johnson y Onwuegbuzie, 2004).Participaron 206 estudiantes de las carreras de Trabajo Social, que se encontraban realizando prácticas profesionales (inicial, intermedia y final), durante los años 2019 y 2020. La muestra fue no probabilística intencional.Las variables del estudio fueron, características percibidas del docente-tutor, compromiso académico conductual (Aspeé et al., 2019) y motivación por los aprendizajes (Bandura, 2012; Muñoz y Valenzuela, 2014). El instrumento se denominó Características percibidas del docente-tutor, el cual fue auto aplicado.En relación a los resultados, se realizó la tabulación de las 206 encuestas en el programa estadístico SPSS (versión 19), se aplicaron pruebas de asimetría y curtosis y se calcularon puntajes z, para verificar la distribución normal de los datos.Luego, se realizaron análisis descriptivos como media y desviación estándar de las características del docente-tutor ordenadas por valor. Posteriormente, se efectuó una prueba T para muestras relacionadas, organizadas desde el valor más alto. En un segundo y último momento, se calculó desviación estándar para saber cuáles de estos rasgos son más homogéneos y realizar gráfico de frecuencia para ver cómo se conforma estas características a partir de grupos o subgrupos.Para concluir, las características percibidas de los docentes-tutores que presentaron las medias más altas, están asociadas a atributos socioemocionales tales como: seguridad, determinación, disposición al acompañamiento, responsabilidad, empatía y cercanía.La percepción que los estudiantes tienen sobre las características de su docente-tutor, incide de manera mínima en el compromiso académico conductual. Por otra parte, la motivación por los aprendizajes posee un efecto significativo en la medida, relevancia, disfrute y tiempo invertido que el estudiante asigna al acompañamiento denominado tutoría académica.

Resumen:

El concepto de Derechos Humanos se encuentra en permanente tensión y ha cambiado a lo largo de la historia. Sea cual fuere su concepción, en las sociedades occidentales siempre resultaron un “ordenador” de las relaciones sociales, tanto en momentos de expansión como de retracción del Derecho. Actualmente transitamos la vigencia hegemónica de un modelo civilizatorio que es diferente a la modernidad y que se encuentra presente desde la década de 1970. En este trabajo lo denominamos “modelo tardomoderno” y admitimos como elemento más visible del mismo al neoliberalismo. La visión que mejor explica en este entorno la situación de los Derechos Humanos, es la concepción foucaultiana acerca del “Derecho de los gobernados” (Foucault, 1996) y la expansión de las comunidades de reconocimientos de derechos, en el sentido brindado por Anthony Giddens (1998).En la civilización tardomoderna la expansión de derechos es aparente o, por lo menos, fragmentada; por lo que va a transferir cierto impacto en las relaciones sociales. En esta ponencia nos preguntamos puntualmente qué es lo que sucede en este contexto en las instituciones de base, allí donde las personas ciudadanas hacen concreta su vida cotidiana y el efectivo ejercicio y goce de sus derechos; en estos espacios de implementación de políticas sociales y ámbitos de intervención de profesionales del Trabajo Social. La ponencia es resultado de la investigación dirigida por la magister Claudia Torres[1], radicada en la UNLa (2018-2020) y denominada “La Perspectiva de Derechos en las Organizaciones Sociales y la formación profesional de Trabajadores Sociales”. El trabajo empírico de campo se realizó con organizaciones de la zona sur del conurbano bonaerense (Argentina), que ofician como Centros de Prácticas de la carrera de Licenciatura en Trabajo Social de la Universidad Nacional de Lanús. Para esta ponencia en particular, nos centraremos en seis instituciones variadas en sus proyectos, objetivos, antigüedad y dependencias. Si bien es una pesquisa previa a la pandemia, sus conclusiones hablan de un modelo civilizatorio temporalmente más abarcativo, en el cual las circunstancias provocadas por el Covid 19, solo profundizan las conclusiones vertidas.La ponencia aborda algunas de las concepciones que se encuentran actualmente presente en las organizaciones sociales de base, al momento de pensar en el Estado, la Sociedad Civil, el Sujeto, la Ciudadanía, los Derechos y, finalmente, la Acción Social y dentro de esta el Trabajo Social y su formación. Daremos en este abstrac un avance de algunos de los resultados que se presentarán en la ponencia definitiva: El modelo vigente, no borró a los componentes de los modelos anteriores, sino que resignificó a cada uno de estos. Esa aclaración es importante, dado que en los niveles microsociales observamos que los actores –en su cotidianeidad– no pueden divisar claramente esta diferencia y continúan refiriéndose a elementos de la Modernidad, pero sin poder analizarlo desde su nuevo sentido. Respecto al Estado, las organizaciones plantean dos visiones modernas, la contractualista y la gramsciana. En el primer caso se resalta la figura del ciudadano individual, dotado de libertad y razón, para su desempeño en la actividad económica y política. En el segundo caso, pensando al Estado como elemento coercitivo, pero no como institución separada de la sociedad civil. No obstante, haciendo un zoom macroscópico, se puede observar en las instituciones que el sujeto individual del sistema tardomoderno no es el individuo cartesiano; sino el humano-solo y en su íntimo sentido de nuda vida. También se aprecian componentes de presencia corporativa trasnacional asociados a capitales financieros sin fronteras. En cuanto a la concepción de Sujeto y Ciudadano encontrada en las organizaciones; vemos que siguen presente dos ideas elementales. En el discurso de las instituciones aparece la noción de “conciencia”, es decir la razón; no obstante, en las acciones llevadas a cabo por estas, lo que subyace es la idea de “ser biológico” y nuda vida. Se puede apreciar en las instituciones que, partiendo del mismo ente humano, la construcción social de sujeto se da por identificación o por oposición al modelo social hegemónico vigente. En este sentido tenemos un sujeto individual “dueño” de sus propios deseos, en algunos casos; y, en otros, un sujeto en convivencia e interacción con el ambiente. El sistema tardomoderno se vale de diversificar estos tipos de enfoques que puedan llevar la bandera de ciertas reivindicaciones en detrimento de la fragmentación social y la organización de clases. Por último, referido a la Acción Social y a la Intervención; se hace hincapié en dos aspectos: aquello que deriva de la teoría ecologista y el construccionismo social. Se pone en juego la cuestión de la práctica instrumental, la relación entre medios y fines. La cuestión ética de fondo que justifica las acciones sociales está en debate. La ética moderna guiada por el “deber ser” del imperativo categórico de Immanuel Kant, aparece aún en algunas instituciones; mientras que en la sociedad contemporánea sobrevuela la lógica del deseo individual. El deseo personal se ha impuesto al comportamiento colectivo. En este marco, las instituciones intentan hacer operativa su acción. Como no pueden satisfacer deseos, entonces se apunta en muchos casos a lo vital: el hambre, el frío, la escucha. Así impone el modelo civilizatorio su intervención focalizada en la nuda vida, como diría Michael Foucault, en “hacer vivir y dejar morir”. En la construcción colectiva, además de la interacción de los diversos actores, se presenta al “territorio” como una categoría fundamental para determinar la intervención. Es decir, ambiente y territorio, están presentes a la hora de pensar la acción. Como cierre, podemos decir que las microacciones son las que van a dar identidad a los sujetos y a las organizaciones; y que, si bien estas se encuentran determinadas por una cuestión histórica, no son absolutas pues todo sistema se construye en base a contradicciones que permiten crecer, entre sus intersticios, nuevas formas de ser y hacer en el mundo. Bibliografía: [1] Quién suscribe como autor de la ponencia, fue el codirector de la investigación mencionada.

Resumen:

Se nos últimos anos a dinâmica do capital monopolista ameaça cada vez mais a existência digna da classe trabalhadora na América Latina, o contexto pandêmico tornou ainda mais evidente a contraditória relação entre lucro e vida no capitalismo e seus rebatimentos particularmente desafiadores para os países do sul global. O decorrer dos meses assolados pela pandemia do coronavírus, marcado pelas medidas de isolamento e pelas milhares de mortes e comorbidades geradas pela doença, impactou de forma significativa a estrutura da reprodução social da vida já que, soma-se a esse fato, a retração das políticas de proteção e seguridade social, cada vez mais precarizadas com o avanço da ultradireita no Brasil.Conforme afirma Battacharya (2020) o nível de acesso aos bens e serviços que garantem a reprodução da vida tais como alimentação, moradia, hospitais e escolas públicas, por exemplo, determina sobremaneira o destino da classe que vive do trabalho. O Estado burguês brasileiro, embora se apresente formalmente a partir de um modelo de corresponsabilidade - juntamente com a família e a sociedade – centraliza, estrategicamente, na família a responsabilidade por grande parte da manutenção e reprodução da vida quando organiza as políticas e os serviços sociais. A centralidade da família neste processo corresponde, na verdade, à centralidade das mulheres na execução do trabalho de cuidado.No contexto de pauperização e precarização do acesso às políticas públicas, a chamada crise da reprodução social (ARRUZZA, BHATTACHARYA, FRASER, 2020) também se materializa nas demandas colocadas para a Defensoria Pública do Estado de São Paulo que, dentro da contradição posta pelo Estado capitalista, é a instituição pública estatal brasileira que tem como finalidade a promoção do acesso integral à justiça e a garantia de direitos à população economicamente vulnerabilizada.O Serviço Social, previsto em lei para ser apoio aos defensores públicos, passa a compor a equipe interdisciplinar da Defensoria Pública do Estado de São Paulo no ano de 2010 e desde então vem consolidando sua trajetória como campo de saber indispensável, que pode ser capaz de dialogar e transpor os limites da letra da lei e da satisfação de direitos como um fim em si mesmo, a partir da leitura atenta da conjuntura e da dimensão política que a profissão persegue.Neste sentido, este trabalho tem como objetivo, então, evidenciar o trabalho do Serviço Social no campo da Defensoria Pública do Estado de São Paulo, considerando a direção política da profissão, expressa no Projeto Ético Político Profissional, a partir da Teoria da Reprodução Social como possibilidade de adensamento da compreensão da totalidade no contraditório campo sociojurídico.            REFERÊNCIASARRUZZA, Cinzia; BHATTACHARYA, Tithi. Teoría de la Reproducción Social. Elementos fundamentales para un feminismo marxista. Archivos de historia del movimiento obrero y la izquierda, n. 16, p. 37-69, 2020. BARROS, Luiza Aparecida. Serviço Social na Defensoria Pública: Potências e Resistências.São Paulo: Cortez, 2018. BHATTACHARYA, Tithi. O que é a teoria da reprodução social? Revista Outubro. ed. 32, 2019. Disponível em <http://outubrorevista.com.br/wp-content/uploads/2019/09/04_Bhattacharya.pdf> Acesso em 29 de abril de 2022. _______________. A teoria da reprodução social e por que precisamos entender a crise do coronavírus. Esquerda online. 03/04/2020 Disponível em <https://esquerdaonline.com.br/2020/04/03/tithi-bathacharya-a-teoria-da-reproducao-social-e-porque-precisamos-entender-a-crise-do-coronavirus/> Acesso em 29 de abril de 2022. BRETTAS, Tatiana. Capitalismo Dependente, Neoliberalismo e Financeirização das Políticas Sociais no Brasil. Rio de Janeiro: Consequência, 2020. CISNE. Mirla. Feminismo e Marxismo: apontamentos teórico-políticos para o enfrentamento das desigualdades sociais. In: Revista Serviço Social e Sociedade, ed. 132, 2018. Disponível em < https://www.scielo.br/j/sssoc/a/kHzqt9vwyWmMyFd6hZjDmZK/?format=pdf&lang=pt> Acesso em 27 de janeiro de 2022. CISNE. Mirla. Feminismo e Marxismo: ortodoxia no método e teoria em movimento. In: Teoria Política e Política Feminista: contribuições ao debate sobre gênero no Brasil/ Organizado por Luis Felipe Miguel,Luciana Ballestrin. - Porto Alegre, RS: Zouk, 2020, p. 39-57. COELLHO. Marilene. Imediaticidade na prática profissional do assistente social. Rio de Janeiro: Editora Lumen, 2013. FERREIRA, Verônica. Apropriação do tempo de trabalho das mulheres nas políticas de saúde e reprodução social [recurso eletrônico]: uma análise de suas tendências. Recife: Ed. UFPE, 2020 GAGO, Veronica. A potência feminista ou o desejo de transformar tudo. São Paulo: Editora Elefante, 2020. IAMAMOTO, M.V., SANTOS, C.M (Orgs.). A História pelo Avesso: A reconceituação do Serviço Social na América Latina e interlocuções Internacionais. São Paulo: Cortez, 2021. LOIOLA, Gracielle Feitosa de. Produção sociojurídica de famílias “incapazes”: do discurso da “não aderência” ao direito à proteção social. Curitiba: Editora CRV, 2020. MARX, Karl, 1818-1883. O Capital: crítica da economia política: livro I: o processo de produção do capital. Tradução Rubens Enderle. 2 ed. São Paulo: Boitempo, 2017. NETTO, José Paulo. Cotidiano: conhecimento e crítica. 10 ed. São Paulo: Cortez, 2012. NETTO, José Paulo. Notas sobre marxismo e Serviço Social, suas relações no Brasil e a questão de seu ensino. Cadernos ABESS, n. 4. São Paulo: Cortez, 1991. SILVA, José Fernando Siqueira. América Latina: capital e devastação social. Revista Katálysis ed. 24, 2021. Disponível em: <https://doi.org/10.1590/1982-0259.2021.e74788 > Acesso em 26 de janeiro de 2022.

Resumen:

La violencia de género es un problema social y de salud pública porque afecta a la gran mayoría de las mujeres, se estima que una de cada tres en todo el mundo ha sufrido alguna vez en su vida violencia física, psicológica o sexual perpetrada por su pareja (novio o cónyuge). La causa principal es el sistema patriarcal, que origina desigualdad de género con base al sexo de la persona, asignando roles diferenciados a varones y mujeres, que en su generalidad benefician a los hombres y colocan a la mujer en situación de subordinación y dominación. El incumplimiento a los roles asignados en la sociedad en muchos de los casos da origen a la violencia de género contra la mujer, que lamentablemente presenta secuelas nefastas que afectan a su integridad, en esta lógica,  diversas investigaciones, señalan que las mujeres maltratadas tienen problemas de salud física, sexual y reproductiva y problemas de salud mental que pueden ir de moderados o graves, destacando entre los más frecuentes la sintomatología depresiva, los trastornos de ansiedad, la disminución de la autoestima, el estado de ánimo deprimido, ansioso o el trastorno de estrés postraumático (TEPT). En el caso boliviano, si bien es cierto que el Estado con base a los acuerdos internacionales a los cuales se suscribió como país, ha implementado políticas públicas a favor de la prevención de la violencia contra la mujer, sigue teniendo altas tasas de violencia. En el año 1995 se promulgó la Ley Contra la Violencia en la Familia o Doméstica, Ley N°1674, que constituyó el primer instrumento de protección a la mujer y su familia, abriendo la posibilidad de efectuar la denuncia directa de violencia familiar en las instituciones pertinentes, como la policía o los servicios legales integrales municipales (SLIM). Sin embargo, esta normativa se adscribía en un marco conciliatorio y una vez que la denuncia llegaba ante el juez, este daba sanciones flexibles (arrestos, multas) porque la intención era preservar los lazos familiares. En consecuencia, lejos de reducir la violencia contra la mujer en las relaciones de pareja, esta se reiteraba una y otra vez, y en muchos casos finalizaba con el asesinato de las mismas por razones de género (feminicidio). En el año 2013, la Ley N° 1674, fue derogada por la Ley integral para garantizar a las mujeres una vida libre de violencia, (Ley N° 348), que constituye por tanto la segunda Ley promulgada en Bolivia que busca incidir en la reducción de la violencia contra las mujeres. Su ámbito de actuación no solo es el familiar, sino también el público, ya que todo acto de violencia contra las mujeres independientemente del espacio en el que tenga lugar es considerado un delito, por lo que se ha pasado de un plano estrictamente conciliador a uno punitivo. Esta Ley también estipula una nueva tipificación de las violencias y se introducen nuevos delitos como, por ejemplo, el feminicidio y el acoso sexual. En el ámbito familiar, y específicamente en la violencia contra la pareja, se diferencian cinco tipos de violencia, a saber: física, feminicida, psicológica, sexual y económica. La presente investigación se realizó con el objetivo de analizar las posiciones discursivas del personal técnico, esto es, profesionales de la abogacía, psicología y trabajo social de las defensorías de la mujer (públicas y privadas) respecto a la aplicación de la Ley N°348 en casos de violencia contra la mujer en relaciones de pareja. La investigación se realizó en 8 defensorías de la mujer (2 ONG y 6 SLIM), se utilizó para ello metodología cualitativa y la técnica de recolección de la información que se utilizó fue la entrevista semiestructurada. La muestra estuvo compuesta por 21 funcionarios (2 directoras, 6 trabajadoras sociales, 5 abogados/as, 8 psicólogos/as) de las defensorías de la mujer que participaron voluntariamente en la investigación. Los datos recabados fueron analizados utilizando el programa Nvivo12.Los resultados de la investigación evidencian claramente más sombras que luces respecto a la aplicación de la normativa, ya que el Estado, al igual que sus instituciones protectoras de la violencia de género, no dan garantías de seguridad, ni confianza a las mujeres que viven en situación de violencia. Los procesos son burocráticos, agobiantes y dan preferencia a la sanción punitiva en desmedro de programas educativos y terapéuticos, además los servicios cuentan con reducido personal, caracterizado por la instabilidad laboral y limitados recursos materiales y financieros para el funcionamiento adecuado de las instancias de apoyo a la mujer; y a estas categorías de análisis se añaden la naturalización de la violencia contraellas, en todas las esferas de la vida social. Todos estos aspectos están contribuyendo a la falta de credibilidad y victimización secundaria y a la exposición a mayores riegos y hechos de violencia, contradiciendo la finalidad la Ley N° 348, que en líneas generales está orientada a establecer mecanismos, medidas y políticas integrales de prevención, atención, protección y reparación a las mujeres viven en situación de violencia. En conclusión, cabe señalar que es necesario hacer una reflexión crítica sobre la aplicación de la Ley N° 348, en concreto en casos de violencia contra las mujeres en relaciones de pareja, ya que la cultura patriarcal está arraigada en sus instituciones, en la sociedad boliviana, tanto en hombres como en mujeres, reproduciendo conductas machistas que obstaculizan la lucha contra la violencia de género. Por ello se resalta la necesidad de trabajar de forma integral programas educativos alternativos a los formales, desde edades tempranas para desaprender conductas, comportamientos y actitudes estereotipados que favorecen la naturalización de la violencia. 

Resumen:

La sistematización de experiencias se ha ido constituyendo como una de las modalidades de investigación en trabajo social; desde los mismos inicios de la profesión se observan acciones de las pioneras, mediante procesos realizados con grupos culturalmente diversos, procesos estos, que se sistematizaron dando paso a documentos de gran valor, convirtiéndose en las primeras bases epistemológicas- teóricas en trabajo social, en esta vía se pueden señalar dos ejemplos concretos 1. El libro Diagnóstico social de Mary Richmond publicado en 1917, sistematización de experiencia profesional de 2.800 informes de procesos desarrollados en 5 ciudades diferentes de Estados Unidos con grupos culturalmente diversos, donde se hace especial énfasis en la atención individual y familiar. 2. El libro Veintiún años en la Hull Hause, de Jane Addams, publicado en ingles 1910, sistematización de experiencia social comunitaria en chicago, con inmigrantes que construyeron y sufrieron la revolución industrial. Remedios Maurandi Guirado (2014) dice: “Es una obra fundacional del trabajo social, un meditado diálogo de la autora consigo misma y su tiempo en una larga “Ficha Social” de 20 años en la que de las “Historias de Vida” nos muestran cómo saber y hacer, pero también hacer y saber cómo algo inseparable”: “Un modo de vida”, es una experiencia que da cuenta de cómo enfrentamos la desigualdad. Este proceso con grupos culturalmente diversos, dio paso al trabajo social con grupos y comunidad, como modalidades de acción en trabajo social, encaminadas al cambio y la transformación social.Esta ponencia tiene como propósito, mostrar y/o describir elementos esenciales de la sistematización como modalidad de investigación en trabajo social y en particular con grupos culturalmente diversos, grupos, con quienes desde el inicio de la profesión se ha propendido por su reconocimiento en medio de situaciones históricas que han llevado a la opresión, la marginación y la desigualdad social en todas sus modalidades. La ponencia desarrolla elementos de dos procesos de investigación en los que participa el grupo de investigación Hermeneusis: Estudios sobre diversidad cultural y desarrollo de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca en Bogotá Colombia. Una de las investigaciones es el Macroproyecto titulado: “Trabajo Social con Grupos en América Latina y el Caribe: Diálogos actuales entre las propuestas de formación influenciadas por el periodo fundacional con las epistemologías alternas y la descolonialidad” investigación, que planteo como objetivo: Sistematizar los diálogos actuales, entre propuestas de formación Epistemológicas, teórico- metodológicas y prácticas del Trabajo social con grupos influenciados por el período fundacional, con las perspectivas epistemológicas alternas y des coloniales que contribuyan a la reflexión disciplinar. La investigación está planteada desde una base epistemológica interpretativa crítica, en la perspectiva del pluralismo critico; es una investigación desarrollada en el marco del Nodo Internacional y nacional de Trabajo social con grupos. La otra investigación se titulada “El modelo de vida independiente: aproximaciones desde las personas con diversidad funcional y su familia” el objetivo de esta investigación es: Comprender los diferentes significados que le otorgan las personas con diversidad funcional y sus familias a los pilares del modelo de vida independiente como punto de base para impulsar prácticas sociales comunitarias. Investigación planteada con una base epistemológica comprensiva interpretativa, en la perspectiva del Interaccionismo simbólico. La investigación se realiza en el marco de la convocatoria interna de investigación dirigida a Semilleros de la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca, proyecto aprobado mediante Acuerdo 051 del 25 de agosto de 2021 del Semillero de investigación Epistemes, que hace parte del grupo de Investigación Hermeneusis.En la vía de la Sistematización de experiencias como una modalidad de investigación en trabajo social, la profesora Argentina Bibiana Travi (2017), comenta: “Las obras de estas pioneras, tratan de sistematización de experiencias profesionales realizadas medio siglo antes de que se produjeran en América Latina los primeros desarrollos teórico-metodológicos sobre la misma, entendiendo por sistematización la resignificación e indagación sobre la práctica profesional, el análisis de sus logros y dificultades, la evaluación de sus resultados en términos de intervención y la producción de nuevos conocimientos (Travi 2006, p. 50. Tomado en Travi B. 2011, Pag. 60). En este sentido la sistematización se convierte en uno de los ejes de desarrollo de la ponencia, donde se busca reconocer y valorar los aportes de las pioneras a la sistematización en el periodo fundacional, donde su mayor propósito fue el reconocimiento de todos aquellos grupos culturalmente diversos que sufrieron la opresión, la marginación y la desigualdad social, acciones mismas, que se constituyeron en procesos de reflexión y de educación popular encaminados a la transformación social. Para la sistematización de experiencias del Macro proyecto del Nodo de trabajo social con grupos, se tomó como referencia a Barragán D y Torres A (2017) quienes plantean que la sistematización de experiencias, “Implica una noción de realidad y de las prácticas sociales, una reflexión sobre los saberes que se generan en las prácticas y los alcances de la producción de conocimiento desde la experiencia y sus narrativas.”(Pág. 8). A partir de esta definición, se despliegan varios elementos que se desarrollan y que sirven de base para argumentar algunos de los aportes de las pioneras a la sistematización como modalidad de investigación, en este sentido lo que se busca es resignificar la sistematización como esa forma de investigación en trabajo social. Es así que la ponencia se estructura en dos líneas, 1. Aporte de las pioneras a la sistematización en trabajo social con grupos culturalmente diversos, en la vía de un acercamiento a los diálogos actuales entre las propuestas de formación influenciadas por el periodo fundacional con las epistemologías alternas y la descolonialidad; y 2. Algunos elementos teórico-metodológicos como aporte de autores contemporáneos a la sistematización como modalidad de investigación, esta segunda linea se dedica precisamente a revisar los aportes de ciertos autores contemporáneos en sistematización de experiencias, autores tales como Oscar Jara, Lola Cendales, Alfredo Guiso, Nelson Sánchez, Javier Betancourt, Disney Barragán y Alfonso Torres, quienes han elaborado escritos encaminados a brindar elementos que permiten profundizar y servir de guía a la hora de realizar procesos de sistematización de experiencias, que además se relacionan con los aportes de los procesos de sistematización elaborados por las pioneras.BibliografíaAddams, J. (2014). Veinte años en Hull House. Jane Addams. (Est. Introd. y Com. Remedios Maurandi Guirado). Editum. Ediciones de la Universidad de Murcia. URI: https://publicaciones.um.es/publicaciones/public/obras/ficha.seam?numero=2203&edicion=1Barragán D. Torres A. (2017) La Sistematización como Investigación Interpretativa Crítica. ARFO Editores e Impresores S.A.S.Consejo Académico (2021) Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca. Acuerdo 051 de 25 de agosto de 2021. Richmond, M. (2005). Diagnóstico Social. Madrid: Siglo XXI Editores de España (1ª ed. 1917, Russell Sage Foundation, Nueva York).Travi B. (2011). Conceptos e ideas clave en la obra de Mary Ellen Richmond y la vigencia actual de su pensamiento. En Cuadernos de Trabajo Social. Vol. 24 (2011): 57-67. 

Resumen:

A crise capitalista é estrutural e atinge o próprio capital e as suas frações da burguesia, que disputam entre si a própria sobrevivência. Além disso, a pandemia Covid-19 desvelou o que há de mais desumano e explorador, bem como as contradições que esse sistema gera e reproduz, como o ataque a diversos grupos, como as populações periféricas, mulheres, negros, indígenas, lgbtqi+, dentre outros, que enfrentam diversos tipos de violência. O texto abordará a articulação entre o ensino, a investigação e a extensão universitária como forma de reflexão e a atuação condizente com a complexa realidade societária por meio da análise dos projetos de extensão e de pesquisa “O ser social e as dimensões do exercício profissional”, alocados na Escola de Serviço Social da Universidade Federal do Estado do Rio de Janeiro. O projeto de extensão aborda o frequente assédio às mulheres estudantes, que sofrem inúmeras consequências, em especial a dificuldade de permanecer na Universidade por terem filhos, a hostilidade de alguns professores e da própria Universidade que não oferece condições e o direito à creche universitária – um dos dez eixos da política de assistência estudantil que não foi ainda implementada e tem sido objeto de disputa para a sua efetivação. A realização de rodas de conversas com debates e convidadas externas de movimentos sociais, partidos políticos e trabalhadores em geral permitiu o aprofundamento das questões e a ampliação de aliados para a construção de projetos a serem viabilizados de forma coletiva. Entretanto, são processos de médio e longo prazo que exigem ações como os “Ocupinhas” (oficinas itinerantes com crianças filhas de trabalhadores e estudantes) que reuniu elementos da realidade – as próprias crianças que chegam à Universidade com suas mães, muitas vezes ignoradas – e também elementos lúdicos, ao realizarem diversas atividades como contação de histórias, pintura, jogos e brincadeiras, despertando quem passa pelos corredores e alertando acerca dessa demanda. Foram construídas “brinquedotecas itinerantes” com a participação das crianças, que customizaram caixotes de feira, colorindo-os e disponibilizando-os nos andares dos prédios, preenchendo-os com livros, lápis de cor, brinquedos, folhas e cartazes para que outras crianças pudessem levar os materiais para as salas onde suas mães assistiam às aulas. Esse apoio temporário foi a forma encontrada para que a ausência de uma creche (ou outro espaço) seja considerada, funcionando como um alerta sobre a necessidade de uma ação mais efetiva. Temos, portanto, como ponto de partida atividades que nos desafiam e nos exigem uma renovação do ponto de vista de um compromisso ético e político, e que envolvem inúmeras escolhas, bem como fundamentação teórica para a distinção das diversas retóricas e interesses presentes no âmbito da realidade, e para o desvelamento da gênese e das particularidades da “questão social”. Nessa perspectiva, temos o desafio da superação de relações históricas de superexploração da força de trabalho, que caracterizam o Brasil como um país periférico e dependente inserido na divisão internacional do trabalho, assim como toda a América Latina, por garantirem a reprodução de sua dependência e subordinação por meio do desenvolvimento desigual e combinado entre centro e periferia, conforme afirma Ruy Mauro Marini. Além do desafio representado pelo racismo, mecanismo de dominação no período colonial, mantenedor dos privilégios dos brancos pelo regime escravista, que teve sua continuidade como dominação de classe (MOURA, 1994), conservando a divisão racial em uma sociedade de classes. E, aliado ao patriarcado como estruturante dessas relações, temos o desafio do autoritarismo por meio de relações de abuso de poder (FERNANDES, 2008), caracterizando um conjunto de análises imprescindíveis que permite romper com estudos descritivos, reducionistas, conservadores, a-históricos e acríticos, priorizando reflexões que abrangem as contradições dos fenômenos e a dinâmica da realidade em permanente movimento. O debate das ações no âmbito do ensino, pesquisa e extensão universitária, tripé que caracteriza a Universidade pública, gratuita, laica e socialmente referenciada na classe trabalhadora é fundamental para garantir a perspectiva da totalidade social, considerando as diversas e complexas determinações de um fenômeno, sem isolar qualquer dimensão, mas consolidar análises que busquem a raiz das questões, para além da superficialidade, do foco nas consequências e da incidência paliativa. Combater o falseamento da realidade e a fragmentação do conhecimento por meio das categorias da Crítica da Economia Política, aliada a superação da consciência reificada, da preponderância do irracionalismo e da violência, expressões da lógica instrumental positivista que afirma a lógica do capital (LUKÁCS, 1959). Ao visibilizarem lutas sociais vinculadas ao enfrentamento das manifestações da “questão social”, os projetos de extensão e de pesquisa demonstram as implicações entre o trabalho, as teorias e ideologias que fundamentam a vigência da ordem estabelecida e as resistências no âmbito da criação humana, da ontologia do ser social (LUKÁCS, 2012). Resistir tem sido uma forma de ação contemporânea, porém insuficiente, uma vez que a luta contra o desmonte dos direitos sociais é apenas uma das ações, simultânea à organização e à articulação necessárias para a construção coletiva de um projeto societário que alie e se vincule à realidade da situação da classe trabalhadora, ou seja, de lutas coletivas de superação dessa ordem. As experiências e práticas populares coletivas revelam contradições cotidianas que são transpassadas por dimensões conflitivas e uma consciência reificada, apesar de todo esforço ideológico em ocultá-las, para sustentar laços baseados no desempenho individual e meritocrático. A diversidade da composição social e os desafios que temos pela frente, diante da agudização da luta de classes no mundo, implicam o respeito à trajetória da classe trabalhadora que historicamente vem lutando e defendendo a ampliação dos direitos, as condições dignas de vida e a superação dessa ordem. Todavia, o processo de gestão da pobreza e dos conflitos nos países da América Latina tem implicado a efetivação de políticas e parcerias que são limitadas em seu alcance, sobretudo, porque a questão social em sua variada e complexa manifestação nos desafia e demanda uma renovação do ponto de vista de um compromisso ético, político e de ruptura radical com as formas políticas e institucionais que garantem a atual ordem de dominação. 

Resumen:

En la presente ponencia, compartimos una experiencia colectiva de repensar el quehacer investigativo en el marco del aislamiento producto de la pandemia por COVID-19. En el año 2020, el equipo de investigación se encontraba trabajando en la investigación “Jóvenes: educación, trabajo y participación política. Un estudio de las representaciones sociales en jóvenes universitarios y no universitarios de la Ciudad de La Plata”. Para dicho año, se había planificado iniciar el trabajo de campo. Sin embargo, la irrupción de la pandemia por COVID-19 y las medidas de aislamiento/distanciamiento social, preventivo y obligatorio conllevaron a redefinir y repensar el proceso de investigación, como así también las formas y modalidades del quehacer investigativo. En este trabajo, retomamos estas reformulaciones metodológicas. Para ello, recuperaremos algunas consideraciones generales del proyecto de investigación y los cambios que la pandemia nos llevó a hacer en el objeto de estudio. Luego, en un segundo momento, reflexionaremos en torno a las posibilidades del diseño flexible en la investigación cualitativa, nos detendremos en las modificaciones acontecidas en el trabajo de campo. Retomando esta noción de la investigación social, en este trabajo proponemos reflexionar acerca de cómo la pandemia de COVID-19 ha afectado los modos de hacer investigación, recuperando una experiencia colectiva en el marco del proyecto “Jóvenes: educación, trabajo y participación política. Un estudio de las representaciones sociales en jóvenes universitarios y no universitarios de la Ciudad de La Plata”2. Nuestro interés en problematizar esta situación se debe a que, además de ser investigadores, somos también docentes de metodología de la investigación y entendemos que este contexto nos obliga a reflexionar sobre nuestro oficio de investigar. La pandemia no solo ha alterado la vida universitaria y académica, la ejecución de las actividades propias del trabajo de campo o las tareas propias del relevamiento de información, sino que también nos ha obligado a repensar las múltiples decisiones que abarca el diseño de una investigación en su conjunto. Como señala Piovani (2018) todo diseño implica tomar decisiones en torno a la construcción del objeto a investigar, la selección de los casos, la recolección y el análisis de la información. Utilizando nuestra propia experiencia, reflexionaremos sobre los modos en que la pandemia nos obligó a revisar todos estos elementos. La investigación en cuestión, llevada a cabo en el Instituto de Estudios en Trabajo Social y Sociedad de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional de La Plata, se inició a comienzos del año 2019 y se culminará en diciembre del año 2023. En el primer año de trabajo, se profundizó en las lecturas teóricas sobre los ejes principales del estudio. Asimismo, se esbozó un marco teórico provisorio que posibilitó discutir colectivamente los conceptos sensibilizadores y también pensar y diseñar los instrumentos de recolección de información. En el segundo año de la investigación, se había planificado comenzar con el trabajo de campo. Sin embargo, la irrupción de la pandemia por COVID-19 y las medidas de aislamiento/distanciamiento social, preventivo y obligatorio conllevaron a redefinir y repensar el proceso de investigación, como así también las formas y modalidades del quehacer investigativo. Como mencionan Cuenca y Schettini: “En el marco de la pandemia del COVID-19 y su consecuente aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO), las actividades de investigación en ciencias sociales pasaron por diferentes momentos: el primero, fue la suspensión de las actividades denominadas de trabajo de campo y de investigación in situ, en parte para enfocar el esfuerzo a las tareas de docencia en su modalidad virtual que se reorganizaron intempestivamente” (2020, p. 2).En la puesta en acto de este proyecto, se desarrolló una investigación considerada flexible, la cual no consta de etapas lineales, sino que es un proceso constituido por una serie de momentos flexibles, que permiten durante el transcurso de la investigación, ir modificándose en relación con los nuevos contenidos o virajes que surgen. La naturaleza de los fenómenos a los que nos acercamos desde la investigación cualitativa requiere de esta flexibilidad para que el proceso de investigación se vaya ajustando a las propias necesidades de la realidad estudiada. Sin embargo, optar por un diseño flexible, requiere de una actitud crítica constante con aquellas decisiones metodológicas que se van adoptando, a fin de sostener la rigurosidad y congruencia metodológica. “La reflexividad que proponemos apunta a favorecer un análisis del proceso de investigación que ponga en evidencia su no linealidad, así como la inevitable presencia de los conocimientos personales y tácitos (en el sentido de Polanyi, 1958; 1966) y el carácter recursivo que, aunque en distintos grados, siempre aparece en la relación diseño / práctica de la investigación…” (Piovani, 2016, p. 48).  En este sentido, la opción de un diseño flexible posibilitó repensar las unidades de observación dada la irrupción de la pandemia por COVID-19 como así también re direccionar el trabajo de campo. “Si bien el trabajo de campo se considera el momento empírico de una investigación y, por lo tanto, el que está más alejado de los avatares de la coyuntura política, hace mucho tiempo que enseñamos y decimos que en investigación nada es neutral. Lo que quiere decir que todo el proceso de investigación comparte la episteme que caracteriza un momento histórico particular; como todas las prácticas discursivas, la investigación también está determinada históricamente (Foucault, 1987)” (Cuenca y Schettini, 2020, p. El acontecimiento de la pandemia se incorpora a los ejes análisis de la investigación en términos de demarcación entre un antes de la pandemia y los cambios operados en la actualidad (bajo acontecimiento de la pandemia) respecto a las rutinas de lxs estudiantes en su vida cotidiana, en las actividades propias del estudio las posibilidades y organización para estudiar en la virtualidad y la participación política. Entre los meses de noviembre de 2020 y julio de 2021, el equipo de investigación realizó entrevistas de manera virtual a estudiantes militantes de diferentes facultades. El criterio utilizado para integrar la muestra intencional fue que tuvieran tres 6 años de permanencia en las respectivas carreras. Se utilizaron plataformas de videollamadas/videoconferencias como Zoom o GoogleMeet. A su vez Estas entrevistas fueron grabadas y luego transcriptas, a fin de ser analizadas con el soporte del software Atlas.Ti 

Resumen:

En la ponencia presentaremos algunas apuestas que llevamos a cabo en la investigación “Cartografías familiares acerca de los Cuidados, Género y Subjetividades desde la vigencia del Código Civil y Comercial argentino: ¿nuevos paisajes y territorios?”[1]Y, así mismo, retos que emergen del proceso mismo, como aportes a la discusión de los desafíos metodológicos que nos atraviesan, ante la complejidad de la realidad social latinoamericana. Nuestra indagación, es aplicada de carácter teórico y empírico, a través de un estudio exploratorio y descriptivo enmarcado en una estrategia metodológica cualitativa. Como objeto de estudio planteamos las transformaciones materiales y simbólicas producidas en las cartografías de las prácticas familiares, institucionales y políticas públicas respecto a los cuidados familiares, en los paisajes familiares, subjetivos, escenarios y cuerpos, entendidos como territorios. Las técnicas utilizadas fueron: grupo focal con mujeres de organizaciones sociales; entrevistas en profundidad con mujeres de zonas rurales y adolescentes estudiantes; entrevistas semiestructuradas a varones, a integrantes de diversas organizaciones familiares y referentes del Poder Judicial de Mendoza, Argentina.Al referirnos a las apuestas, nos posicionamos desde una perspectiva crítica descolonial[2], de derechos humanos, género y los aportes de la sociología de los cuerpos/emociones, con lo cual nos abrimos a revisar la dimensión colonial, patriarcal y capitalista presente en las prácticas sociales e investigativas. Por otro lado, interpelamos y asumimos los desafíos de un proceso metodológico poco explorado, posicionado en estrategias metodológicas participativas como lo son las cartografías sociales, la experiencia de cartografiar cuerpos y emociones y, las metodologías expresivas (Magallanes, Vergara y Cena, 2017). Para Macila y Habbeger, “las cartografías sociales se plantean como medio representativo para recuperar la palabra, visualizar conflictos, denunciar situaciones injustas, proponer cambios y mejoras e introducirnos participativamente, a través de trabajo en red, en la  creación de líneas de fuga colaborativas y alternativas al modelo impuesto por el capitalismo  neoliberal”. (2005. Pág. 1) Todo ello, a fin de contribuir a desnaturalizar procesos y tramas de lo social, que nos entrampan como sociedad en procesos de dominación. Desde tales estrategias, nos hemos acercado a los impactos subjetivos, emociones y tensiones corporales que entendemos pueden dar lugar a nuevas cartografías singulares y familiares en los cuerpos-territorios de mujeres y otres referentes familiares entrevistades, de diversos modos de organización familiar, así como, las interseccionalidades presentes en ellas. Procesos todos que estremecen y nos estremecen, amplificados debido el contexto de Pandemia por COVID 19, atravesando nuestras propias corpobiografías en torno a la cuestión social y la salud en la vida cotidiana.Como retos durante el proceso de indagación, en un contexto que significamos como inesperado, asumimos la profundización de las estrategias de investigaciones anteriores. En consecuencia, emerge la importancia de la mirada y escucha activa del sentipensar de sus protagonistas (mujeres, referentes de las diversidades familiares y del campo judicial). Así mismo, desde el propio equipo de investigación, (Compuesto por Trabajadores Sociales y estudiantes de la Carrera), dando cuenta de percepciones colectivas y autopercepciones, como camino de co-construcción, reconocimiento y asunción del entramado de la tarea investigativa. Por otra parte, la posibilidad de cuestionar los modos de presencialidad y relacionamiento otros y,transmutar la virtualidad para concretar nuestros objetivos, desde una visión tecnocrática de la tecnología hacia aquella que posibilita atravesar pantallas, redes, sentires y pensares propiciando la construcción de relaciones, descubrir sentimientos, trayectorias, corporalidades y complejidades, tanto en lo colectivo como en las propias subjetividades. Tales experiencias son destacadas por algunas/os autoras/es como etnografías virtuales (Sena y Lisdero, 2015; Pericás, 2020; Piovani, 2018) y asumidas como técnicas para la producción de conocimiento científico.Al respecto, hemos procurado revisitar las políticas públicas corporizadas en las prácticas sociales y de investigación para la producción de conocimientos, a fin de reconocer si persiste en ellas la presencia de la dimensión colonial, patriarcal y capitalista en los cuerpos, emociones y territorios, dentro de una matriz neoliberal.El aporte de la presente investigación se transmuta a nuestros ámbitos laborales, Poder Judicial, Escuelas, Municipios, ETI, y sobre todo como insumo para las materias en las cuales algunas de las participantes somos docentes de la Licenciatura en Trabajo Social. [1] Proyecto de Investigación “Cartografías familiares acerca de los Cuidados, Género y Subjetividades desde la vigencia del Código Civil y Comercial argentino: ¿nuevos paisajes y territorios?”. Proyecto Bienal Tipo 1 2019- 2021, acreditado y financiado por  SECTyP de la U.N. de Cuyo, Código 06/F422.  Directora: Mgter. Laura Montes, Co- Directora: Mgter. Stella Cusimano.  [2] Desde nuestro equipo entendemos que el debate acerca de la distinción decolonial -descolonial se encuentra aún abierto. Optamos por hacer referencia a la descolonialidad y al giro descolonial, en tanto proceso y prácticas de lucha y resistencia socio-cultural de movimientos feministas, pueblos originarios, ecologistas, minorías, etc. y no sólo en el espacio académico, tal como es expresado por Boaventura de Sousa Santos (2006),  Fernandez Moujan (2014) y Verdesio (2013).

Resumen:

O presente trabalho possui como ponto axial discutir as dimensões constitutivas e instrumentalidades do Serviço Social no Brasil, bem como o debate atual acerca do tema, a pesquisa será composta por uma base bibliográfica que possibilitará uma ampla gama de informações, além de permitir o uso de dados dispersos em inúmeras publicações, auxiliando na construção, ou melhor, definição do arcabouço conceitual que circundará o objeto de estudo (GIL, 1994). Essa forma de analisar a produção acadêmica do Serviço Social é de extrema relevância para enriquecer o estudo aqui apresentado, traçando breves análises das três dimensões do Serviço Social que surgem da discussão intensificada pelo Movimento de Reconceituação no Brasil, entre os anos 1970-80, contrária ou acrítica, na negação da neutralidade que historicamente tem sido atraída pela profissão e na relevância de uma abordagem da teoria marxista, esses fatores predominantes são de grande importância para uma autorreflexão como categoria profissional sobre o significado sócio-histórico do Serviço Social no capitalismo. Nesse sentido à categoria profissional, é permeada pela dialética marxista para reformular criticamente as bases teórico-metodológicas que podem proporcionar uma leitura crítica da realidade capitalista e logo das consequências do sistema, bem como das chamadas expressões da "questão social", consequência histórica dos métodos econômicos, políticos, sociais e culturais impostos pelo sistema de produção. Essa diretriz é central na discussão e formulação de uma nova base teórica e metodológica que dê conta das reais demandas dos usuários. Juntamente á isto, a reflexão crítica propiciou o compromisso da categoria com a classe trabalhadora, da mesma forma que o seu próprio reconhecimento enquanto classe operária. O posicionamento ético-político nos traz direcionamento que tem como base o arcabouço teórico-metodológico, pois não cabia mais o posicionamento de neutralidade a profissão, assim como o conservadorismo e moralismo. A dimensão política configura o compromisso profissional com as intencionalidades das ações, com os direitos dos usuários e a liberdade de cada indivíduo, dessa forma: Sua prática se realiza no marco das relações de poder e de forças sociais da sociedade capitalista – relações essas que são contraditórias. Assim, é fundamental que o profissional tenha um posicionamento político frente às questões que aparecem na realidade social, para que possa ter clareza de qual é a direção social da sua prática. (SOUSA, 2008, p. 121) À guisa de Sousa (2008), historicamente, o Serviço Social foi instituído como profissão por sua natureza interventiva, haja visto ser preciso influir nas expressões de “questão social” com as poucas políticas sociais que existiam na década de 1930; essa era a única dimensão necessária a vista do Estado, a intervenção. Se configurando na contemporaneidade como a técnico operativa, esta é a que mais se evidencia aos olhares da sociedade, pois responde às especificidades referentes ao campo da instituição empregatícia e pelas demandas dos usuários, se constituindo a partir da base de sustentação da profissão: arcabouço teórico-metodológico, ético político em consonância com o Código de Ética de 1993 e o Projeto Ético-Político da profissão.A atuação exige uma constante reflexão crítica e propositiva acerca das demandas e formas de intervenção a serem realizadas, haja visto que a sociedade vive em constante transformação, logo, é inerente a uma práxis em consonância com o que foi previamente destacado enquanto base de sustentação da profissão para uma atuação pensada e bem articulada, pautada na indissociabilidade das dimensões e das atribuições privativas da categoria como motriz da ação profissional.Outrossim, o Serviço Social e seu caráter interventivo foi se modificando ao longo dos anos, como referenciado por Guerra (2000) muitas das nossas requisições no ambiente de trabalho se referem as instrumentais, mas nem por isso a atuação do Assistente Social se restringe a ela, dessa forma: “Com isso queremos afirmar que reconhecer e atender às requisições técnico-instrumentais da profissão não significa ser funcional à manutenção da ordem ou ao projeto burguês.” (GUERRA, 2000, p.1).A instrumentalidade é intrínseca ao exercício profissional, desse modo compreendê-la para além dos aspectos técnicos é primordial “o termo instrumentalidade [...] o sufixo "idade” tem a ver com a capacidade, qualidade ou propriedade de algo.” Ou seja, expressa a intencionalidade advinda do processo teleológico do profissional que realiza a mediação das respostas dadas as demandas suscitadas. (GUERRA, 2000, p.1) A autora continua discorrendo ser a instrumentalidade que nos permite modificar, alterar as condições objetivas e subjetivas  Das relações interpessoais e sociais existentes num determinado nível da realidade social: no nível do cotidiano. [...] Na Medida em que os profissionais utilizam, criam, adequam às condições existentes, transformando-as em meios/instrumentos para a objetivação das intencionalidades, suas ações são portadoras de instrumentalidade. (GUERRA, 2000, p. 2) Continua discorrendo que no meio laboral do assistente social há indivíduos formados por totalidade e determinações históricas que o trouxeram ali, logo exigem mais que ações instrumentais imediatas, e sim do conjunto das dimensões da profissão coadunado com o Projeto ético-político que deve nortear a profissão, para assim proporcionar um direcionamento que não só favorece o projeto capitalista de reprodução da ordem vigente, e sim busca mecanismos e estratégia em defesa da classe trabalhadora.  O instrumental necessita ser a mediação, e não a finalidade do exercício profissional, pois se assim o fosse voltaríamos a objetivar a técnica como meio e fim. Portanto, pensar o Serviço Social e o processo interventivo, é pensar em competências e atribuições, no conjunto das dimensões, no Projeto Ético-Político da profissão, é avaliar que estamos intervindo em vidas e realidades diferentes. BIBLIOGRAFIA: DE SOUSA; Charles Toniolo. A prática do assistente social. : Conhecimento, instrumentalidade e intervenção profissional. Emancipação, v. 8, n.1, p. 119-132, 2008. GUERRA, Yolanda. A instrumentalidade no trabalho do assistente social. Programa de capacitação política em Serviço Social e política social. Módulo, v. 4, p. 1-16, 2000. GUERRA, Yolanda. A instrumentalidade no trabalho do assistente social. Programa de capacitação política em Serviço Social e política social. Módulo, v.4, p. 1-16, 2000. GIL; A. Como Elaborar Projetos de Pesquisa. 4º. ed. São Paulo: Atlas, 1994. 

Resumen:

Considerando os debates desenvolvidos ao longo do segundo semestre de 2021 na disciplina Trabalho Remoto e Serviço Social do Programa de Pós-graduação em Serviço Social pela Universidade Estadual do Rio de Janeiro (PPGSS-UERJ), o presente artigo pretende estabelecer mediações entre as reflexões teóricas propostas e o trabalho desenvolvido pelos assistentes sociais do Instituto Federal Fluminense em contexto de pandemia de Covid-19.O Instituto Federal Fluminense, em decorrência da pandemia de Covid-19, suspendeu suas atividades presenciais a partir do dia 15 de março de 2020, ficando até meados de outubro sem a realização de qualquer modalidade de aula (nem presencial, nem remota). A partir de meados de outubro, após um extenso e diversificado debate com a comunidade interna e externa, os diversos campi aprovaram calendários específicos e adequados às suas realidades locais para um retorno das aulas na modalidade remota.[1]Mesmo com a suspensão do ano letivo, as atividades administrativas da instituição mantiveram-se por meio do trabalho remoto sem qualquer interrupção e, em especial no que se refere ao trabalho dos assistentes sociais do IFF, o qual se realizou intensamente diante do cenário de caos social, econômico e de saúde vivido no país que, consequentemente, atingiu os estudantes da instituição e seus familiares.Focando especificamente nas atribuições profissionais exercidas na política de assistência estudantil,[2] este artigo pretende socializar como o trabalho foi configurado em contexto pandêmico, funcionando como uma espécie de relato de experiência coletivo. Para além de relatar uma experiência profissional específica, tal ensaio pretende conferir destaque à especificidade de um trabalho profissional exercido (por um grupo de profissionais) de maneira organizada, coletiva e integrada.Cumpre esclarecer que, há cerca de 10 anos, os assistentes sociais do IFF se organizam por meio do Fórum de Assistentes Sociais do IFF (FASIFF),[3] órgão autônomo, de regimento próprio e reconhecimento institucional, que representa os profissionais do IFF e atua na definição, organização, defesa e apresentação do que seja o trabalho do Serviço Social, suas potencialidades, atribuições, competências e capacidade de colaboração com os serviços prestados à comunidade estudantil.  A existência do FASIFF não é uma mera formalização, ele de fato concede à categoria maior força político-organizativa, mais legitimidade e reconhecimento institucional. Um exemplo evidente disso é que já a três gestões o Fórum tem tido autonomia para indicar um(a) assistente social para ocupar o cargo de gestão na Pró-reitora de Assuntos Estudantis (e ou similares), o que tem colaborado tanto na defesa de vagas de profissionais nos quadros dos diversos campi[4] quanto na elaboração de políticas e documentos institucionais, na disputa de orçamento e na transparência dos recursos e das ações administrativas. O FASIFF representa o Serviço Social, emite parecer, participa de Câmaras institucionais, conduz grupos de trabalho, elabora documentos, solicita ofícios e portarias e estabelece disputas em nome do coletivo, bem como do direito dos estudantes. De maneira organizada, os assistentes sociais apoiam-se por meio desse fórum e reconhecem que o trabalho coletivo suplanta em possibilidades.Em tempos de pandemia e trabalho remoto, foram ainda mais essenciais o diálogo profissional, a padronização de posturas e os discursos e a defesa do código de ética e da lei que regulamentam a profissão de maneira coletiva e não individual.Ter um espaço como esse faz com que os assistentes sociais isolados em suas unidades escolares não se vejam desamparados e permite à instituição reconhecer o trabalho do Serviço Social independente do profissional que o exerça.Neste artigo, apresentaremos o FASIFF e daremos ênfase ao trabalho do Serviço Social no IFF via tal organização no contexto dos anos de 2020 e 2021, desenvolvido como trabalho remoto, conferindo destaque para as questões que explicitam o diferencial de vivenciar profissionalmente esses desafios de maneira coletiva. Isso porque entendemos que, se “o teletrabalho ou trabalho remoto se insere como um dos experimentos para intensificar a exploração do trabalho e dificultar a organização política da classe trabalhadora” (CFESS, 2020, p. 2), isso se torna no mínimo mais difícil quando a categoria se organiza da maneira como a que temos exemplificado no IFF.Assim, neste artigo, além de apresentarmos a realidade concreta do trabalho profissional dos assistentes sociais em tempos de pandemia no âmbito da educação num Instituto Federal de Educação, Ciência e Tecnologia, iremos estabelecer reflexões teóricas com os conteúdos trabalhados na disciplina do PPGSS/UERJ, em um verdadeiro esforço de, pelo real, construir mediações e abstrações que sejam capazes não apenas de elucidar a essência e as determinações desse fenômeno, mas também e principalmente, de contribuir com a transformação desse real.É preciso se valer de exemplos exitosos do ponto de vista da defesa da ética profissional, de exemplos de atuações e organizações que colaboram com o alargamento da autonomia técnico-profissional nos mais variados espaços ocupacionais. Isso porque, longe de ser um modelo ideal que pode inclusive ser imediatamente reproduzido em qualquer contexto e realidade de trabalho, não deixa de servir de contribuição crítica e reflexiva e de reconhecimento de novas e reais alternativas. [1] A instituição aprovou as Atividades Pedagógicas Não Presenciais – APNPs via Resolução Interna que regulamentou como todas as atividades letivas não presenciais deveriam ocorrer.[2] A maior parte dos assistentes sociais do IFF estão lotados nos setores que atuam na política de assistência estudantil, com exceção de duas que atuam na saúde e uma no ensino.[3] O FASIFF foi instituído pela Portaria n° 745 de 03 de novembro de 2011 e teve seu regimento interno aprovado e registrado em 21 de novembro do mesmo ano.[4] Desde a criação do FASIFF, foram nomeadas mais 11 profissionais de Serviço Social para o IFF seja por concurso, seja por redistribuição (de um total atual de 17 profissionais). Parte das vagas foram decorrentes de trocas de distintos cargos de nível superior pelo de assistente social. Atualmente, apenas três campi não têm assistentes sociais nos seus quadros profissionais, entretanto estamos empenhados em conseguir garantir profissionais em todos eles.

Resumen:

En un contexto nacional de fuerte incremento y/o creciente visibilizacíón de los casos de Violencia contra la Mujer y, sobre todo, de Feminicidios, es -sin duda- de urgente necesidad mejorar las posibilidades de aporte institucional que, desde las diferencias de experticia disciplinar, aporten desde el ángulo académico al imprescindible y urgente acceso a la justicia por parte de las Mujeres víctimas de los delitos señalados, como eje central del Desarrollo Humano planteado por la política pública estatal. En ese marco, los hallazgos presentados a lo largo de la presente investigación, confirman que los Informes Sociales Actuales numerosamente elaborados por el Trabajo Social profesional para esos casos, a través de determinadas instituciones, y por profesionales independientes, no tienen en general -aunque lo aparenten sobre todo en los casos de Feminicidio- el carácter de Informes Sociales derivados del Peritaje Social experto. La razón central para esta situación es el subdesarrollo del Trabajo Social Forense, del cual es parte el Peritaje Social. Tal situación, es producto del reducido conocimiento y experiencia práctica interdisciplinar entre Derecho/Justicia y Trabajo Social académico en Bolivia que aporte en el avance del Trabajo Social Forense como interfaz de dichas disciplinas orientadas al acceso pleno a la justicia. Por otra parte, está ausente la relacionalidad Hombre-Mujer en situación de igualdad, base de la Perspectiva de Género. Sin embargo de todo lo dicho, la existencia del Protocolo de la ONU para la intervención de la Justicia en los casos de Feminicidio, el cumplimiento parcial pero aún insuficiente de lo establecido en el Código de Procedimiento Penal nacional respecto de las Pericias sociales, las valoraciones favorables por parte de todos las actoras involucradas para un salto cualitativo de lo social en la temática, considerando la numerosa existencia de Informes Sociales no periciales en todo el territorio nacional, brindan las condiciones para un urgente y necesario adelanto  del Trabajo Social Forense y el Peritaje Social como aporte en el acceso a la justicia por parte de las mujeres bolivianas.