Resumen:
Las prácticas cartográficas territoriales desde un Trabajo Social Contemporáneo implicarían una mirada deconstructiva de producción de conocimiento y de intervención social dialógica, situada y transdisciplinaria, a contracorriente de modos hegemónicos que son normativos, jerárquicos, autoritarios y reproductores de una ideología dominante.Deconstruir, permite el análisis de las palabras, de las categorías y las condiciones de posibilidad, descentrando con ello al actor clásico, posicionarnos como sujetos sociales-deseantes, como acumulación compleja y múltiple, con una performance creativa, constructiva y situada.El uso de la cartografía como representación, tradicionalmente buscó objetivar un territorio y por qué no decirlo controlarlo. En este sentido con esta propuesta se pretende ir a contrapelo con las definiciones temporales y clásicas, por un lado, es necesario mirarlo situadamente en un tiempo actual, y por otro, es indispensable estar en ese tiempo de una cierta manera, es tener la capacidad de aprehender y percibir el propio tiempo desde un desvío (anacrónico), inactual. Es por ello que la cartografía implica pensarla desde lo contemporáneo y con ello pensarla dialógica, reflexiva y críticamente.Es por lo anterior que la presentación esbozará una articulación inicial del pensar lo contemporáneo (García Pavón, 2001; Agamben, 2006; Cortés, 2018) desde una discusión disciplinaria en el Trabajo Social, proyectando una estrategia sobre la necesidad de construir con epistemes (Foucault, 2014), desde lo transdisciplinario (Karsz, 2007). Como un trazo en movimiento, fundamentalmente colectivo para firmar, retirar, repensar en plural, colaborativamente, es decir que pueda ser una traza singular y situadamente plural.Esa traza continuará y dará apertura a la problematización del vínculo entre cartografía y representación, mostrando su singularidad y emergencia histórica-política, para luego sugerir nuevos enfoques que conciben la cartografía en un sentido rizomático (Guattari, 2000; Díaz & Gallego, 2014; Deleuze & Guattari, 2014, 2020), como una estrategia práctica-teórica que toma existencia a medida que se produce o co-produce. Que está abierta a la incertidumbre, a la indeterminación, a lo imprevisible, poniendo en proyecto a nuevas relaciones, nuevas interpretaciones y procesos que nunca son neutros, sino que están atravesados por configuraciones ideológicas y relaciones de poder-saber. Con ello estratégicamente se recurre a los saberes históricos de la cartografía (Díaz Ángel, 2009; Pérez de Lama, 2009; Rossi, 2017).Esa problematización permite remirar esa noción de cartografía que planteara Harley (1991) sobre la idea que la cartografía facilitaría el entendimiento espacial de los objetos, los conceptos, las condiciones, los procesos o los hechos del mundo. Como producción o representación gráfica capaz de transmitir información precisa y objetivada de un espacio. Problematizar no implica pensar en esa representación del objeto existente, menos crear uno que no existe, sino: “Es el conjunto de las prácticas discursivas o no discursivas que hace que algo entre en el juego de lo verdadero y de lo falso y lo constituye como objeto para el pensamiento [bien sea en la forma de la reflexión moral, del conocimiento científico, del análisis político, etc.]” (Foucault, 1999: 371).Por lo tanto, problematizar la cartografía implica, repensarla en clave crítica, instaurarla en el espacio del pensamiento para interrogarla sobre su sentido y sus condiciones de posibilidad. Pensarla como acontecimiento (Cortés, 2018) en los espacios de aplicación investigativa, pero a la vez de intervención social, siempre como planteamiento epistémico que permite captar su emergencia como singularidad discursiva, histórica y geopolítica, con toda posibilidad de transformación social, desde los dialógico y lo situacional de los actantes en relación, problematizando en todo momento el proceso, en correlación de fuerzas permanentes, con los conflictos necesarios, pero también los consensos o alianzas indispensables.Desde esa performance, esta presentación pretende profundizar en el significado y posibilidades de la cartografía, revisarla como propuesta epistémico-metodológica y presentar experiencias de producción de saberes situados y articulados. Esto con el propósito de tensionar y exceder la idea de territorio geográfico-administrativo, llegando a una co-construcción compleja del espacio social, desde capas o planos de condiciones, relaciones, deseos y otras categorías heterogéneas, como también procesos históricos, sociales, políticos, discursivos y acontecimientos.Esa experiencia y vínculo se materializó con los y las pobladoras del territorio denominado campamento Felipe Camiroaga, ubicado en la región de Valparaíso, Chile. Transformándose en un proceso de comprensión territorial material y subjetiva, desde la complejidad, desde las heterogeneidades sociales, culturales, histórico-geográficas y políticas acumuladas como materia prima de un proceso de producción y transformación. Lo que implicó que se configurara una estrategia hermenéutica colaborativa, dialógica y recursiva. Es así que metodológicamente se trabajó desde la observación participativa, desarrollando además doce entrevistas en profundidad con pobladores/as, diez entrevistas a estudiantes y cuatro entrevistas a académicos/as. Además, se trabajó desde diez cuadernos de campo que realizaron estudiantes y académico/as. Esto permitió poder internarse e interiorizarse en la vida de los sujetos colectivos en el territorio. Posteriormente se realizaron dos entrevistas grupales con dirigentes para ir devolviendo y analizando críticamente cada trazo o mapa presentado. Importante que todo el proceso contó con el consentimiento y voluntad individual - colectiva de los y las participantes que estuvieron en el proceso de ensamblaje cartográfico en el campamento Felipe Camiroaga de Viña del Mar.Desde ese proceso se presentará la producción del espacio social o reterritorialización cartográfica y de saberes situados, desde la emergencia de categorías fundamentales para comprender los agenciamientos (Deleuze & Guattari, 2020) de los y las pobladoras del Campamento Felipe Camiroaga. Sintetizando en una experiencia que se presenta como producción epistémico-metodológica siguiendo el marco referencial expuesto.