Resumen:
La ponencia busca mostrar algunos de los resultados obtenidos de la tesis para optar por la Maestría Centroamericana en Sociología de la Universidad de Costa Rica. El objetivo de la investigación consistió en analizar la intervención del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) en las condiciones sociomateriales e ideológico-culturales de las mujeres trabajadoras pobres, participantes de la Estrategia Nacional Puente al Desarrollo, para comprender la forma como el Estado modifica y/o reproduce la pobreza y las relaciones de género opresivas. Por ende, se estudió la vida cotidiana, las formas de trabajo y la satisfacción de las necesidades. La investigación realizada fue de tipo cualitativa. Se tuvo un acercamiento al dato empírico mediante el uso de la historia de vida, análisis de contenido y entrevistas semiestructuradas. La población participante estuvo conformada por: mujeres en condición de pobreza participantes de la primera fase de la Estrategia Nacional para la reducción de la pobreza extrema Puente al Desarrollo (2015-2018), dos cogestoras, la segunda vicepresidenta del Gobierno de Luis Guillermo Solís (2014-2018), una de las encargadas del Área de Atención Integral e Interinstitucional del IMAS y por último una ejecutiva de la fundación privada Horizonte Positivo. La Estrategia Nacional para la reducción de la pobreza extrema Puente al Desarrollo inicia su implementación en el Gobierno de Luis Guillermo Solís (2014-2018), en el marco del Plan Nacional de Desarrollo. Para su formulación se tomó como base Red Unidos de Colombia, además la idea de la figura de persona cogestora social (PCGS) proviene de ese país y también de Chile. Pero, el perfil profesional difiere de estos dos países, ya que el IMAS establece la contratación de profesionales en las ciencias sociales, al contrario de la TMC colombiana y chilena que pueden ser personas con un nivel técnico o incluso bachilleres en secundaria. Cabe destacar, que la Estrategia Puente al Desarrollo se clasifica como Transferencia Monetaria Condicionadas (TMC). Las TMC surgen en el contexto neoliberal de la región latinoamericana, son la respuesta a los conflictos y luchas sociales que se asomaron a mediados de los años 90 y expandieron en el inicio del siglo XXI. La implementación, pero a escala reducida inició en Brasil con dos economistas, cuyas ideas fueron aplicadas en el ámbito local, para luego México presentar en 1997 el programa Progresa (Programa de Educación, Salud y Alimentación). En el siglo XXI se propagaron por casi toda América Latina “a lo largo de la década de los 2000, y muy especialmente a mediados de la década”
(Cecchini & Atuesta, 2017, p.16). Es preciso señalar otro aspecto respecto al contexto macroestructural, se trata de la contrarreforma de la asistencia social de Estados Unidos en 1995, esto propició una nueva visión de la pobreza basada en la demostración meritoria de la carencia, y una política dirigida para modificar conductas y no para generar derechos de renta base o paquetes de subsidios a fin de mejorar los salarios de la clase trabajadora (Wacquant, 2010).Los organismos internacionales como el Programa de Naciones Unidades para el Desarrollo (PNUD), el Banco Mundial y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) tuvieron un papel muy importante en el desarrollo e implementación de las TMC. Se trata de una revitalización o resurgimiento de la política social, según lo planteado por Pichardo (2014), o desde la postura de Álvarez (2011) son una segunda generación de focopolíticas constituidas a partir de las voces hegemónicas en acciones para mejorar la cohesión social, es decir mantener el control social de las poblaciones consideradas peligrosas (Wacquant 2007 y 2010). Uno de las condiciones más importantes para la aprobación de los organismos como el Banco Mundial y el PUND de las TMC en América Latina, además de ser políticas sociales baratas, es la generación de capital humano. Desde que el Banco Mundial se erigió el ente rector de la pobreza en la década de los 70, propiciar el desarrollo de capacidades mediante el capital humano es uno de los fines más importantes y base para la medición del avance respecto a la atención de la pobreza, sobre todo la pobreza extrema. El objetivo es evitar la dependencia de las personas en condición de pobreza hacia los programas sociales, tal como lo dictan los neoconservadores es necesario de controlar porque de lo contrario se produce la ingobernabilidad, en el sentido de abuso de poder por quienes pretenden la resolución de sus problemas mediante los subsidios del Estado. Los resultados de la investigación realizada muestran que la Estrategia Nacional Puente al Desarrollo enfatiza en la creación de capital humano en las mujeres. La constante reiteración de que las mujeres trabajadoras pobres deben cumplir con las condicionalidades y demostrar su comportamiento modulado para continuar recibiendo el subsidio de los 75 000 colones mensuales, las incentiva en la búsqueda de capacitarse o ingresar al sistema de instrucción formal para obtener los contenidos necesarios a fin de convertirse en fuerza de trabajo atractiva para el capital o en emprendedoras. Los cursos y capacitaciones recibidos por las mujeres de la investigación, según su propia percepción, son valorados porque las proyecta en el futuro con el objetivo de no depender de la asistencia social, es decir autogestionarse sus propias carencias. Por ende, el Estado busca asuman en su subjetividad la necesidad de ser emprendedoras y la disciplina de una buena trabajadora, preocupándose para que su fuerza de trabajo sea atractiva en el mercado mediante el desarrollo de sus capacidades. Se trata de ser productiva acorde a las necesidades del capital, en el marco de los valores neoliberales transmitidos por medio de las políticas sociales que replican el discurso de “enseñar a pescar y no dar el pescado”, ahora exaltando sus trabajos informales como posibles “emprendimientos”. De modo que, el Estado enmascara las condiciones de pobreza bajo el fetichismo de la autonomía, el autopercibirse y concebir el IMAS a las mujeres como emprendedoras oculta que son mujeres trabajadoras desempleadas o en la informalidad precarizada.Por ende, refiere al disciplinamiento requerido del cuerpo y los deseos, ya que la visión a futuro muestra la prueba de que la mujer tutelada por el Estado mediante Puente al Desarrollo aprendió a verse productiva en su proyecto fuera de la institución del IMAS. De manera que, representa la exaltación formal de la autonomía económica fetichizada de las mujeres trabajadoras pobres y de su propio reconocimiento, pero en función de las necesidades del capital, en el marco de los valores neoliberales. Asimismo, se trata de un reconocimiento que sigue siendo enajenado, no dirigido hacia la libertad de las condiciones de explotación y subsistencia mínima de su vida cotidiana, sino para la reproducción del lugar ocupado en la división social del trabajo que incorpora la división sociosexual del trabajo en función de la acumulación del capital.Por otro lado, como base onto-epistemológica se utilizó el marxismo, a partir de esto se articuló la teoría de la reproducción social y la división sociosexual del trabajo para complementar la explicación respecto a la pobreza y las relaciones de género opresivas, alejándose el estudio de la visión dual e interseccional. Lo que implicó tener un punto de partida: la contradicción capital-trabajo. En este sentido, se comprende que en el capitalismo la opresión de las mujeres es parte de las formas extraeconómicas para garantizar el proceso de acumulación (Hirsch, 2007), por ende se da la sociometabolización (Grüner, 2005) de la jerarquización de las relaciones de poder basadas en el género por parte del capital. En otras palabras, “el capital, en la época del capitalismo, se convierte en una estructura significativa, que determina el contenido interno y el sentido objetivo de los factores o elementos, sentido que era distinto en la fase precapitalista” (Kosik, 1967, p.73). BibliografíaCecchini, S. & Atuesta, B. (2017).
Programas de transferencias condicionadas en América Latina y el Caribe. Tendencias de cobertura e inversión. Serie Políticas Sociales N°24. CEPALHirsch, J., (2007). Rasgos fundamentales de la teoría materialista del Estado. En Ávalos G. & Hirsch, J.,
La política del capital (pp. 131-164)
. Universidad Autónoma Metropolitana. Kosik, K., (1967). Dialéctica de lo concreto. Grijalbo S. A. Wacquant, L., (2007).
Los condenados de la ciudad. Gueto, periferias y Estado. Siglo XXI Editores. Wacquant, L., (2010).
Castigar a los pobres. El gobierno neoliberal de la inseguridad social. Gedisa S.A.