Resumen:

El objetivo de esta ponencia es presentar y discutir algunas características que adquiere la relación asistencial en programas sociales focalizados en la pobreza e indigencia. La discusión es parte de una investigación en curso que se interroga sobre cuál es el espacio para un ejercicio profesional autónomo en la burocracia asistencial, poniendo la mirada en la relación asistencial, entre técnicos/as y beneficiarios/as, que se establece en los programas que atienden a personas en situación de calle del Ministerio de Desarrollo Social del Uruguay (MIDES). Este proyecto se puede ubicar en lo que Perelmiter (2020) define como la dimensión experiencial de la ciudadanía, es decir, la forma en que los derechos y la autoridad de la ley es experimentada en la vida cotidiana del Estado, o, en lo que Lypsky (1983) denomina burócratas de nivel callejero, aquellos que median entre los programas de gobierno y la población, y que gozan de cierto grado de discrecionalidad en el ejercicio de su función.Una primera aproximación a a una definición de política asistencial se puede realizar a partir de la propuesta por Arias (2012) sobre como se instala un modelo de promoción y asistencia en la Argentina posterior a los años 1960, dónde las prestaciones propiamente dichas se consideran parte de un proceso de promoción social para la transformación de quienes reciben la asistencia. En un trabajo anterior sobre un programa de acompañamiento familiar del MIDES (Zorrilla de San Martín, 2017) las y los técnicos entrevistados daban cuenta de su vigencia en el Uruguay al indicar a las prestaciones sociales disponibles como “la puerta de entrada” para una intervención social promocional. A los efectos de la intervención social, la pobreza no es solo un problema material, también implica un sujeto pobre a transformar.Esta relación asistencial se constituye en un encuadre institucional que la condiciona. La propia focalización en los necesitados de socorro produce efectos de estado (Bourdieu, 2015), es decir, tienen una capacidad performativa de la realidad social adjudicando identidades sociales bien definidas. La disertación sobre el pobre que escribe Simmel (2002) a principio del siglo XX, da cuenta sobre cómo la asistencia en la modernidad implicó reconocer al pobre como simplemente un pobre, convirtiéndolo como un objeto de la acción, sin cualificación positiva. La asistencia, no es un derecho que pueda reclamar el pobre sino una necesidad de la comunidad por su propio interés, de ahí que sus acciones sean mínimas y no más allá de “lo necesario”. Un siglo después, la política asistencial neoliberal mantiene muchas de esas características pero sofisticando su accionar. Se busca la activación de los beneficiarios por medio de intervenciones acotadas en el tiempo (Vecinday & Bentura, 2019), desarrolladas en condiciones precarias sostenidas por una relación afectiva y de cuidado (Rojas, 2018), que ponen su confianza en lo metodológico más allá de la formación y aptitud técnica las y los funcionarios (Rojas, 2019), e incluso obligan al técnico de la intervención en ser garante de la correcta focalización (Dubois, 2020) y lidiar con sus consecuencias (Perelmiter, 2012). Pese a ello y debido a las distancias entre el diseño de los programas y una población muy cambiante como resultado de su vulnerabilidad y necesidad, las y los funcionarios responsables de la intervención cuentan con potestad para desarrollar un trabajo individualizado, adaptado a cada situación (Zorrilla de San Martín, 2017), en dónde la orientación de la intervención varía según el contexto de cada oficina y de sus propias orientaciones normativas (Dubois, 2014), y no por ello dejar de estar colectivamente organizado (Perelmiter, 2020).Bibliogrfafía:Arias, A. J. (2012). Pobreza y modelos de intervención: Aportes para la superación del modelo de asistencia y promoción. Espacio.Bourdieu, P. (2015). Sobre el Estado. Curso en el College de France (1989-1992). Anagrama.Dubois, V. (2014). The State, Legal Rigor, and the Poor: The Daily Practice of Welfare Control. Social Analysis, 58(3). https://doi.org/10.3167/sa.2014.580304Dubois, V. (2020). Cuando las élites políticas transforman la vida de la población precaria: La construcción política del fraude social como problema público en Francia. 16, 16.Lipsky, M. (1983). Street-level bureaucracy: Dilemmas of the individual in public services. Russell Sage Foundation.Perelmiter, L. (2012). Saber asistir: Técnica, política y sentimientos en la asistencia estatal. Argentina (2003-2008). En S. D. Morresi & Gabriel Vommaro, Saber lo que se hace Expertos y Política en Argentina (pp.135-170) (pp. 135-170). Prometeo-UNGS.Perelmiter, L. (2020). Ley y justicia en la trinchera estatal: Experiencias de inspectores laborales en Buenos Aires. Trabajo y sociedad: Indagaciones sobre el empleo, la cultura y las prácticas políticas en sociedades segmentadas, 34, 49-63.Rojas, C. (2018). Afecto y cuidado: Pilar de la política social neoliberal. Polis. Revista Latinoamericana, 49, Article 49. https://journals.openedition.org/polis/14972Rojas, C. (2019). Ayudar a los pobres: Etnografía del Estado social y las prácticas de asistencia. Universidad Alberto Hurtado.Simmel, G. (2002). El pobre. Sequitur.Vecinday, L., & Bentura, P. (2019). Intervenciones sobre la pobreza en el Uruguay progresista: Entre la asistencia y la activación. Udelar. FCS. https://www.colibri.udelar.edu.uy/jspui/handle/20.500.12008/27963Zorrilla de San Martín, S. (2017). Comentarios al margen: Focalización e intervención social en el Uruguay. El caso de la Oficina de Derivaciones del Ministerio de Desarrollo Social [Maestría en Trabajo Social, Universidad de la República]. https://www.colibri.udelar.edu.uy/jspui/handle/20.500.12008/10639

Resumen:

COALICIONES DITRIBUTIVAS EN AMÉRICA LATINA, ESTUDIO COMPARADO ARGENTINA, COLOMBIA, URUGUAYLa participación bajo diferentes modalidades y grados de los actores o movimientos sociales (tanto los de dilatada trayectoria histórica como los de reciente conformación) en la definición de las estrategias y prioridades en materia de políticas sociales contribuyeron decisivamente en la reconfiguración de la arquitectura de protección social y subsecuentemente de la propia matriz de bienestar en la dirección de mayor inclusión social y mejor redistribución de la riqueza. La investigación incluyó en la muestra de países a Argentina, Colombia y Uruguay considerando el período 2003 – 2015, en el cual se desarrollaron los cambios en el campo de la protección social. Por otra parte, se consideró a Colombia en la misma etapa histórica como shadow case, por entender que en dicho país se mantuvo la hegemonía de gobiernos conservadores y por tanto no hubo una transformación relevante en la dirección antes consignada y tampoco se constató la conformación de coaliciones pro bienestar. La evidencia en Colombia pone de relieve, no solo el débil y lábil vínculo entre actores políticos, Estado y movimientos sociales, sino y en dirección contraria a los procesos en Argentina y Uruguay, el sistemático cercenamiento de los derechos y la impugnación de las demandas populares. De la contrastación entre los países emergen los matices, diferencias sustantivas y semejanzas relativas a los modos de relacionamiento entre los actores políticos (particularmente en el gobierno) y los actores sociales. Y ello hace a la cuestión democrática, tanto en su desempeño como práctica de convivencia pacífica, como con relación a los modos de tramitación y gestión del conflicto en el marco de regímenes capitalistas. La investigación desarrollada ha permitido informar acerca de la intrincada conexión entre el espacio propiamente de la sociedad civil organizada y el espacio reservado para los decision makers de la política pública. El interés en el estudio comparado reside precisamente en la necesidad de un relevamiento y conocimiento de los mecanismos de interlocución entre la pluralidad de actores en sistemas democrático-liberales y la observancia de sus impactos en la calidad del bienestar de las poblaciones implicadas. Por ello, ingresamos a un terreno insuficientemente explorado y a la vez fundamental, toda vez que intentemos entender, comprender y explicar los clivajes relativos a participación social y bienestar, así como dar cuenta de la permeabilidad de los sistemas políticos respecto a las demandas ciudadanas. Precisamente, esta investigación pretende aportar nuevos elementos o factores significativos para apreciar la relevancia de pactos distributivos, consistentes y duraderos en todo el período examinado. La constatación de coaliciones o alianzas entre partidos políticos, gobiernos y movimientos sociales en Argentina y Uruguay no supone desconocer los vaivenes, contradicciones y tensiones registradas a lo largo de todo el período, y menos aún, pretender que hubieran sido el único o principal vector de matrices de bienestar más inclusivas, desmercantilizadas y equitativas. Debe reconocerse la intervención de otras variables o factores que influyeron significativamente en la reestructuración de las matrices de bienestar: contextos económicos favorables, legados institucionales, sistemas de partidos consolidados y relativamente estables. Precisamente los estudios de Pribble (2015) constituyen aportes significativos para la comprensión de la gestión progresista a partir de “...los legados de las políticas sociales (policy legacies), la competencia electoral y los partidos políticos en la conformación de políticas de bienestar social” (Pribble, 2015:15). Asimismo, la consideración de los niveles del gasto (Huber, Mustillo y Stephens, 2008), de los contextos económicos derivados de la globalización y las variaciones de los mercados internacionales (Rudra, 2008; Brooks, 2009; Dion, 2010), así como de los orígenes de las políticas sociales (Haggard y Kaufman, 2008), han sido todas perspectivas relevantes para explicar las trayectorias de las políticas de protección social. Desde el enfoque asumido en esta investigación y a partir del análisis sistemático y la interpretación de la evidencia empírica se anotarán algunas condiciones que explican las variaciones en términos de calidad, densidad y pertinencia de las políticas sociales, la resultancia de matrices de bienestar más inclusivas y su conexión con aquellas coaliciones socio-políticas distributivas en la gobernanza democrática. De otra parte, la investigación arroja algunas luces –sin ser el principal foco de estudio– acerca de los déficits de las democracias latinoamericanas, asociados a los formatos más tradicionales del clientelismo y cooptación de los movimientos sociales. La construcción y apropiación de “clientelas” por parte de los partidos políticos estuvo estrechamente ligada a la implementación de políticas asistencialistas, toda vez que vastos segmentos sociales expresaron de manera descarnada sus necesidades y demandas más básicas. La creciente incorporación de la voz de los movimientos sociales al espacio definido para la determinación de las intervenciones públicas concernientes a la producción de bienestar, advierte una de las condiciones sustantivas en dirección a disminuir aquellos déficits democráticos. Y esto fue precisamente lo acontecido durante el período de los gobiernos progresistas en Argentina y Uruguay. La linealidad causativa obviamente no resulta en modo alguno, la explicación de las transformaciones de las matrices de bienestar. En otras palabras, no resulta suficiente una apropiada articulación entre actores sociales y actores políticos, traducida en coaliciones distributivas pro bienestar, para dar cuenta, efectivamente de aquellas transformaciones. Sin embargo, aquella es una de las condiciones necesarias. Una de las características compartidas por dos de los países seleccionados (Argentina y Uruguay) ha sido, precisamente, la de incluir de modo más o menos institucionalizado la voz de los actores o movimientos sociales. Coaliciones o alianzas de mayor o menor duración o estabilidad, pactos sociales distributivos y plataformas de negociación han exhibido las posibilidades de obtener legitimidad de políticas y “...algunos estudios han mostrado que, en ciertos regímenes de bienestar y sobre todo en determinados sectores de la política, los actores sociales y la naturaleza de sus relaciones con el gobierno pueden ser un elemento clave para explicar la reforma” (Anderson 2001; Palier 2002a apud Del Pino y Colino 2006: 29). Por su parte, otros aportes desde corrientes teóricas diversas (particularmente la Teoría de los Recursos de Poder), resaltan los recursos disponibles de los actores sociales y la posibilidad de utilizarlos para obtener beneficios o ganancias en la pugna distributiva. 

Resumen:

 En esta ponencia presentamos resultados de una investigación en curso llevada adelante por diversos equipos de investigación de Brasil, Argentina y Uruguay, en el marco del proyecto internacional: “PROGRAMAS DE TRANSFERÊNCIA MONETÁRIA FOCALIZADOS E DE RENDA BÁSICA UNIVERSAL NO CONTEXTO DA PANDEMIA E DA PÓS-PANDEMIA DA COVID-19: acompanhamento e análise da realidade na América Latina e Caribe”, aprobado y financiado por el Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico (CNPq), de Brasil.En el estudio, continuidad de una investigación previa internacional también con foco en América Latina y el Caribe, surge con claridad que los Programas de Transferencia Monetaria Condicionada (PTMC) emergen en la segunda mitad de la década del noventa del siglo XX, en un contexto de agudización de la crisis y conflictividad social en América Latina, con procesos claros de erosión de los derechos sociales y aumento de la desocupación, extensión de las condiciones precarias de trabajo, profundización de la desigualdad y crecimiento e intensificación de la pobreza. Es en este marco socio-histórico que cobran relevancia los PTMC, institucionalizándose en el repertorio de políticas sociales en la mayoría de los países de América Latina y el Caribe, con “población destinataria” en el contingente creciente de desocupados y pobres. En esta ponencia nos centramos en el contexto de intensificación de la crisis por la pandemia de covid-19 durante el 2020-21. Observamos las respuestas de los Estados frente a la profundización de las desigualdades sociales, y el lugar de los PTM en la situación de crisis.En el marco del proyecto internacional se ha llevado a cabo un mapeamiento de las propuestas y programas de transferencias monetarias preexistentes a la pandemia y también de los distintos programas encaminados a atender las consecuencias sociales y económicas derivadas del Covid-19 en la población objetivo de estos programas, compuesta en su mayoría por personas desempleadas, personas que han perdido los ingresos necesarios para su subsistencia; trabajadores informales, que viven de trabajos inestables, con salarios bajos y sin protección social. Los resultados parciales obtenidos en las indagaciones en proceso, indican un aumento de los programas de transferencias monetarias focalizadas y la creación de programas de emergencia, acotados temporalmente para hacer frente a las consecuencias de las caídas de los ingresos de los hogares en el contexto de la pandemia de Covid-19. Observamos en el contexto pandémico, las medidas de emergencia desplegadas en diversas experiencias latinoamericanas: Argentina, Ecuador, México y Chile. Indagamos las dimensiones argumentativas y materiales de las propuestas: objetivos, sujetos a los que se dirige, requisitos, estructura institucional, montos de las transferencias, procesos de selectividad, alcances y limitaciones. En el procedimiento metodológico, se consideran fuentes bibliográficas y documentales; uso de datos secundarios; acceso a sitios web oficiales y documentos de organismos internacionales.  

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Con la puesta en marcha de la Declaración del Milenio y los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) a inicios del presente siglo (Naciones Unidas, 2000), la reducción de la pobreza extrema se incluyó como uno de los 8 ODM y pasó a ocupar un lugar destacado en la agenda internacional. En 2015, al terminar el periodo marcado para su cumplimiento, atendiendo al informe de Naciones Unidas (2015b), la meta de reducir a más de la mitad el porcentaje de personas en pobreza extrema en el mundo (aquellas que vivían con menos de 1,25 dólares al día) fue alcanzada; sin embargo, el problema de la pobreza estaba lejos de ser erradicado. Por ello, antes de terminar la vigencia de los ODM, se empieza a trabajar en la construcción de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la cual fue aprobada en 2015 en la Asamblea General de Naciones Unidas y tiene vigencia hasta 2030. Entre los 17 ODS, la pobreza vuelve a ocupar un lugar destacado, y esta vez el objetivo no está solo centrado en la pobreza extrema (como en los ODM), sino “poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo”. En este contexto, las desigualdades y los cambios sociales, políticos, económicos y ambientales en los últimos años han profundizado en ciertas regiones la escasez de recursos y servicios para las poblaciones, desencadenando múltiples contextos de pobreza. Así, la pobreza no sólo está presente en la agenda internacional y de varios organismos internacionales como uno de los mayores retos de las tres primeras décadas de este siglo, sino que también es uno de los problemas más urgentes que los gobiernos de muchos países tienen que hacer frente a través de políticas que cada vez tienen que atender diversas causas de pobreza.  Si bien hubo un descenso en los últimos años de la población en situaciones de pobreza, aún hay altos índices de contextos de escasez. Según datos del Banco Mundial, en 2000 había cerca de 1.700 millones de personas viviendo con 1,90$US al día ($US 2011 en PPA), es decir, en situación de pobreza extrema; en 2015, esta cifra había descendido a alrededor de 742 millones de personas, y para 2017 había caído a cerca de 700 millones. Considerando la línea de pobreza de 3,20$US al día, en 2000 había más de 3.000 millones de personas en situación de pobreza; en 2015 eran 1.947 millones, y en 2017 eran 1.827 millones. Para el caso de América Latina y el Caribe, según datos de la CEPAL, la población en situación de pobreza rondaba los 233 millones de personas (44,1% del total de la población), mientras que el número de personas en extrema pobreza rondaba los 65 millones (12,2% de la población total). Para 2010, las cifras se habían reducido a 187 millones de personas en situación de pobreza (31,6% del total de la población) y a 51,5 millones de personas en pobreza extrema (8,7% del total de la población). Sin embargo, la senda de empeoramiento iniciada en 2015 se consolidaba para 2020: el número de personas pobres aumentó a 216 millones (33%) y el número de personas en pobreza extrema aumentó a 86 millones (13,1%). El análisis de la pobreza ha pasado desde una perspectiva centrada principalmente en la falta de recursos económicos a una perspectiva multidimensional, incidiendo en que las causas de la pobreza pueden ser de naturaleza diversa y, a su vez, las políticas y acciones para abordarla deben ir mas allá de la falta de recursos económicos. Sobre esta base, la presente comunicación tiene como objetivo analizar objetivo de este trabajo es analizar los cambios en los estudios sobre la pobreza a partir de una revisión sistemática de los artículos publicados en revistas iberoamericanas de Ciencias Sociales indizadas en el catálogo Scopus, durante el periodo de 2000 a 2020. Para analizar los cambios que ha habido en los estudios sobre pobreza y su conceptualización en Iberoamérica, se adopta un enfoque de revisión sistemática de la literatura. Este es un enfoque cualitativo que permite analizar una gran cantidad de estudios y mapearlos a partir de ciertas categorías. Adopta un enfoque sistemático para abordar la literatura que busca limitar el sesgo del lado del autor que, de lo contrario, podría influir en las revisiones (Petticrew and Roberts, 2006; Ammann y Kool, 2021). Se parte de la hipótesis de que los estudios han avanzado en la consideración de la pobreza desde perspectivas más amplias, más heterogéneas y multidimensionales, tal como ha evolucionado el propio concepto de pobreza, desde una visión más económica a una visión más multidimensional. Algunos resultados muestran cómo se ha incrementado el interés y la producción académica sobre el tema de la pobreza desde el 2010 hasta la fecha, siendo los estudios de caso de Argentina, Colombia, Brasil y México los más recurrentes. La mayoría de la producción publicada responde a la presentación de resultados de investigaciones empíricas y desde un enfoque cuantitativo.  

Resumen:

1. INTRODUÇÃONas últimas décadas, não são poucas as produções teóricas que, empenhadas em compreender os desdobramentos do capitalismo contemporâneo, se debruçam sobre a chamada financeirização do capital. Contudo, há um desafio fundamental para o tempo presente, que consiste em rastrear os caminhos percorridos pela financeirização nas últimas décadas, evidenciando o modo como esse fenômeno alastra-se para todos os poros da vida social, buscando consumar a mediação financeira como a forma privilegiada de reprodução da vida. É a partir deste desafio, que o presente artigo pretende lançar luz à discussão de temas que têm sido abordados separadamente, mas que na vida social estão intimamente imbricados, como é o caso da relação entre a financeirização do capital, o endividamento e o tráfico de drogas na vida das mulheres.2. MATERIAIS E MÉTODOSO artigo reflete o esforço de relacionar os temas de pesquisa de doutorado (em andamento) das autoras, tendo como pressuposto básico o fato de que o endividamento e o tráfico de drogas na vida das mulheres, possuem uma relação e uma existência objetiva que não se revela à primeira vista (NETTO, 2011b, p.22), colocando como tarefa da investigação científica, a sua reconstrução crítica.  Neste sentido, sob o prisma do método materialista dialético, o artigo se propõe a realizar um estudo teórico dessa relação, enriquecido pelo levantamento de dados estatísticos que confirmam os seus nexos fundamentais.3. RESULTADOS E DISCUSSÃONesses tempos de dominância do capital financeiro (CHESNAIS, 1996), a generalização de seus fetichismos têm gerado uma série de arbitrariedades e desigualdades que tornam cada vez mais distantes as possibilidades de manutenção da vida, obrigando famílias inteiras a encontrarem saídas individuais e imediatistas de sobrevivência, apartadas do circuito do trabalho assalariado e da proteção das políticas sociais. Na ânsia de mitigar tais prejuízos, o que se observa, contraditoriamente, é uma subordinação cada vez maior dos sujeitos à dinâmica do capital financeiro, o que tem levado muitos autores a trabalharem com o conceito de “financeirização da vida cotidiana”, a fim de evidenciar o enorme avanço da lógica da especulação e do endividamento nas experiências práticas e particulares das famílias.   Ao reconhecermos o lugar que historicamente as mulheres ocupam enquanto responsáveis pela reprodução social (BHATTACHARYA, 2019), não é difícil percebermos que elas são as mais afetadas pela financeirização da vida cotidiana. Cavallero e Gago (2020) afirmam que o caráter feminizado desse processo se dá tanto por um sentido quantitativo, devido à presença majoritária de mulheres como chefes de família, quanto em um sentido qualitativo, uma vez que as tarefas desempenhadas pelas mulheres dentro e fora do mercado de trabalho assalariado encontram-se vinculadas à reprodução da vida. Com isso, observa-se a instauração de dois processos que, embora venham sendo tratados em separado, possuem uma relação objetiva marcada pela financeirização da vida cotidiana. No campo da chamada “economia legal” há um aumento assombroso do endividamento financeiro, que segundo dados da PEIC - Pesquisa de Endividamento e Inadimplência do Consumidor (2021), atingiu o recorde de 70,9% das famílias brasileiras em 2021.  De outro lado, no campo das economias ditas “ilegais”, o aumento do encarceramento feminino alia-se a um novo impulso para a participação das mulheres no tráfico de drogas. Uma pesquisa realizada por HELPES (2015), demonstra que se antes a  motivação de ingresso das mulheres nesse mercado era pelo envolvimento afetivo com os homens participantes do tráfico, agora se relaciona com à insuficiência de condições para manter a reprodução da vida, mesmo entre as que declaravam estarem empregadas antes do encarceramento, em sua maioria, trabalhadoras domésticas informais.Esse quadro demonstra que a financeirização avança fazendo com que o endividamento em massa e o tráfico de drogas se tornem formas privilegiadas de gestão da vida frente ao desemprego, a pobreza, a inflação e à responsabilidade de sustento das famílias, o que coaduna com o entendimento de  Cavallero e Gago (2020), quando afirmam que o endividamento e as economias ilegais possuem uma dimensão chave de articulação para reprodução da vida cotidiana.4. CONSIDERAÇÕES FINAISA penetração da financeirização do capital na organização da vida cotidiana subjuga as mulheres, sobretudo, as mais empobrecidas a encontrarem formas de sobrevivência por meio do endividamento e das economias “ilegais”. Contudo, trata-se de uma realidade ainda pouco estudada que esbarra em dois desafios fundamentais. O primeiro,  consiste em superar a dualidade entre produção e reprodução social, que historicamente marcou as produções no campo do marxismo. O segundo, exige romper com a dicotomia entre as categorias “formal e informal”, “legal e ilegal” que via regra orientam análises sobre as relações capitalistas. 5. REFERÊNCIAS BIBLIOGRÁFICAS BHATTACHARYA, T. O que é a teoria da reprodução social? In: Revista Outubro. Edição 32, Mulheres, 2019, p. 99- 113. Disponível em < http://outubrorevista.com.br/wp-content/uploads/2019/09/04_Bhattacharya.pdf > Acesso em 22 de abr. de 2022.BRASIL. Ministério da Justiça. Infopen Mulheres 2018. Disponível em <  http://antigo.depen.gov.br/DEPEN/depen/sisdepen/infopen-mulheres/infopenmulheres_arte_07-03-18.pdf> Acesso 22 abr. de 2022.CHESNAIS, F. A mundialização do capital. São Paulo: Xamã, 1996. PEIC - Pesquisa Nacional de Inadimplência do Consumidor. Anual e dezembro de 2021. Disponível em: <https://www.portaldocomercio.org.br/publicacoes/pesquisa-de-endividamento-e-inadimplencia-do-consumidor-peic-anual-e-dezembro-de-2021/410541>. Acesso em 05 de abril de 2021.GAGO, V; CAVALLERO, L. Uma leitura feminista da dívida: vivas, livres e sem dívidas nos queremos. 2. ed. Porto Alegre: Criação Humana, 2021._______________. Extrativismo financeiro: a dívida como uma ofensiva do capital contra os setores subalternos. In: O sistema financeiro e o endividamento das mulheres.  Rio de Janeiro: Instituto Eqüit, 2020. Disponível em: <https://www.equit.org.br/novo/wp-content/uploads/2020/06/O-sistema-financeiro_web.pdf>. Acesso em 05 de abril de 2021.HELPES, S. S. Para além do desemprego: participação feminina no tráfico de drogas enquanto alternativa de aumento da renda familiar. In: Mulheres e Criminalidade/ Organização Paulo Cesar Pontes Fraga. - 1 ed. - Rio de Janeiro: Letra Capital, 2015, p. 111-143.MARX, K. O capital: crítica da economia política: o processo global da produção capitalista. Livro III. São Paulo: Boitempo, 2017b. NETTO, J. P. Introdução ao estudo do método de Marx. 1.ed. São Paulo: Expressão Popular, 2011.  

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Esta pesquisa tem como tema central o trabalho de cuidado realizado por mulheres negras em situação de rua na cidade de Salvador, Bahia. O estudo é resultado de um longo caminho que venho trilhando na condição de intelectual e pesquisadora negra em duas universidades públicas brasileiras há mais de 3 décadas, nas quais na condição de docente, construí propostas de ensino, pesquisa e extensão implicadas com as lutas e agendas antirracista das mulheres negras. Os temas tratados nestas investigações foram motivados por inquietações tecidas por um fio condutor que dão vigor ao protagonismo de mulheres negras contra a exploração e opressões em sua existência, atravessadas pela colonialidade do poder e do saber no capitalismo dependente. Nas palavras de Beatriz Nascimento (HATTS, 2007), o corpo da mulher negra se constitui e se redefine na experiência na diáspora e na transmigração. O debate sobre as condições de vida e trabalho da mulher negra no capitalismo tem como ponto de partida a formação social e histórica do Brasil; o processo de escravidão e a divisão social, racial e sexual do trabalho que será estruturada nesse contexto e reatualizada no pós-abolição, através do trabalho assalariado. As mulheres negras, historicamente, resistem às múltiplas violências e criam novos territórios com miradas para suas referências africanas em busca de sua emancipação e libertação. É com essa perspectiva analítica que situo as mulheres que vivem e trabalham na rua. Este trabalho propõe construir outros vieses metodológicos para contribuir no desenvolvimento de estudos que tomem como objeto, não exclusivamente, as políticas públicas que promovem o “cuidado e proteção” dessas populações, mas sobretudo, estudos que deem visibilidade às sujeitas que promovem o trabalho de reprodução social no espaço da rua, ou seja as mulheres negras. Nesta perspectiva, a presente investigação tem como objeto o trabalho de cuidado realizado por mulheres negras em situação de rua na cidade de Salvador- Bahia com relação a sua família. A proposta teórico metodológica fundamenta-se na tradição marxista com profundos diálogos com o feminismo negro decolonial e diaspórico, priorizando fontes diversas: A)  Fontes primárias: bibliografia física e digital para realizar o estado da arte  da produção sobre mulheres e famílias negras em situação de rua; b) Análises jornalística com vistas a identificação discurso/contexto produzido pela mídia local sobre as mulheres em situação de rua e; c) Análise socioespacial dos territórios ocupados pelas famílias em situação de rua na cidade de Salvador a partir da formação socio histórica da cidade. A pesquisa está em andamento, e as conclusões possíveis nessa primeira aproximação afiançam, provisoriamente, a ausência de debate no campo científico sobre a mulher negra em situação de rua que apontem para a potencialidade de suas formas de vida afetadas pela múltiplas e intensas violências estruturais e resistências forjadas na História. O cenário de silêncio afirma a força do racismo e do sexismo estrutural na produção de conhecimento científico sobre essas sujeitas sociais no Serviço Social e áreas afins que protagonizam as ocultas/ocultadas formas de reprodução e produção social da vida pela naturalização dos preconceitos e processos discriminatórios baseados na raça/cor e no sexo.

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A pandemia de COVID-19 causada pela disseminação do vírus SARS-CoV-2 ou Novo Coronavírus causa contradições estruturais na organização da vida social em todo o mundo, revelando o abismo da desigualdade entre os mais ricos e os mais pobres e os mais avarentos de todo o mundo. planeta, demonstrando, portanto, a articulação entre as dimensões estruturais e a conjuntura da crise política, econômica e pandêmica. Uma realidade que, além de produzir repercussões biomédicas e epidemiológicas em escala global, reproduz e expõe cruelmente as iniquidades que já constituíam a vida de amplos segmentos sociais muito antes da pandemia. Concomitantemente, tem ocorrido uma exacerbação das iniquidades raciais, ou o que não ocorre no Brasil, desde sua fundação como nação. Não contexto contemporâneo, intensificam-se as condições sociopolíticas da reprodução do racismo como elemento estruturante e estruturante nas relações de dominação e exploração de classe, na medida em que as respostas e não respostas de enfrentamento à pandemia pelo Estado se mostram racializado e você trabalha pela lógica da acumulação atual. As medidas de higiene, distanciamento social e isolamento são as recomendações básicas da Organização Mundial da Saúde - OMS para conter a circulação do vírus e reduzir a propagação do vírus. No entanto, apesar dessas orientações, milhares de pessoas são convidadas, para uma contínua crise de saúde mortal para a população negra. Esse é um quadro que precisa ser entendido à parte de uma fatalidade neutra em sua trajetória de parasitar aleatoriamente organismos humanos. Isso porque a circulação do vírus não é democrática. Embora possa atingir todas as pessoas, indiscriminadamente, as possibilidades de adesão às diretrizes da OMS são desiguais. A capacidade de proteção e as chances de recuperação das ameaças biológicas reproduzem as condições sociais injustas da vida social. Uma crise pandêmica dificilmente é escancara, mas sim as contradições estruturais da organização social capitalista, que em muitos casos latino-americanos têm dependência e superexploração como características intrínsecas. Nessa direção, os números de mortalidade das populações negras por Covid-19 reproduzem os dados das desigualdades na mortalidade entre populações negras e brancas anteriores à pandemia. Sabemos que o colonialismo, a escravidão e o abolicionismo não são condições estruturais diretas da constituição do proletariado e da burguesia latino-americana, ser como os limites da legalidade democrática liberal e dos dois capitalismos dependentes, por causa das relações entre os estados nacionais e as sociedades de classes, incluindo negros e negros também como sujeitos históricos atuando em diferentes formações sociais. É nesse horizonte que se apresentam as teses de Clóvis Moura sobre a resistência negra na categoria americana de Lélia Gonzalez como contribuição para uma análise aprofundada das iniquidades raciais no Brasil no contexto da pandemia de Covid-19. Por causa das relações entre os estados nacionais e as sociedades de classes, eles também incluem homens e mulheres negros como sujeitos históricos atuando em diferentes formações sociais. É nesse horizonte que se apresentam as teses de Clóvis Moura sobre a resistência negra na categoria americana de Lélia Gonzalez como contribuição para uma análise aprofundada das iniquidades raciais no Brasil no contexto da pandemia de Covid-19. Por causa das relações entre os estados nacionais e as sociedades de classes, eles também incluem homens e mulheres negros como sujeitos históricos atuando em diferentes formações sociais. É nesse horizonte que se apresentam as teses de Clóvis Moura sobre a resistência negra na categoria americana de Lélia Gonzalez como contribuição para uma análise aprofundada das iniquidades raciais no Brasil no contexto da pandemia de Covid-19. Também incluem homens e mulheres negros como sujeitos históricos atuando em diferentes formações sociais. É nesse horizonte que se apresentam as teses de Clóvis Moura sobre a resistência negra na categoria americana de Lélia Gonzalez como contribuição para uma análise aprofundada das iniquidades raciais no Brasil no contexto da pandemia de Covid-19. Também incluem homens e mulheres negros como sujeitos históricos atuando em diferentes formações sociais. É nesse horizonte que se apresentam as teses de Clóvis Moura sobre a resistência negra na categoria americana de Lélia Gonzalez como contribuição para uma análise aprofundada das iniquidades raciais no Brasil no contexto da pandemia de Covid-19.  

Resumen:

A formação em serviço social no Brasil tem em sua centralidade os esforços para compreensão da gênese da “questão social” e suas mais diversas formas de expressão na sociedade capitalista. Consultando a literatura clássica sobre o tema, constatamos que a primeira menção ao termo se dá para descrever a situação da classe operária na Inglaterra durante o processo de revolução industrial, associando, portanto, “questão social” ao acentuado nível de pauperização dos trabalhadores que viviam nos centros urbanos do século XVIII. Já o Brasil traz consigo determinantes históricos, sociais, políticos e econômicos específicos que são necessários investigar para dimensionar a totalidade do desenvolvimento de seu capitalismo, assim como da constituição da classe trabalhadora e o particular processo de racialização das expressões da “questão social” aqui produzidas e reproduzidas. O presente trabalho é fruto dos estudos e discussões realizadas durante as atividades de estágio-docência na disciplina de graduação “Trabalho e Questão Social”, do curso de Serviço Social da Pontifícia Universidade Católica de São Paulo, ministrada pela Professora Dra. Rosalina de Santa Cruz Leite. Seu objetivo principal é apresentar de forma introdutória as contribuições do pensamento crítico de tradição marxista sobre os principais fatores determinantes para a constituição da “questão social” do negro brasileiro. Foram selecionadas as obras de Florestan Fernandes, Clovis Moura e Lélia Gonzalez nas quais os autores partem do método materialista histórico e dialético, para elaborar reflexões a respeito do regime escravista praticado pelos colonizadores portugueses e a influência desse período no desenvolvimento do capitalismo dependente pós-Abolição. A partir dessa revisão bibliográfica, busca-se evidenciar que tanto no regime de trabalho escravista quanto após a instituição da universalidade do trabalho livre, a dinâmica social é regida pelas relações entre senhores e escravos ou trabalhadores e burgueses, impulsionando o desenvolvimento das mais variadas formas de funcionamento da dominação política e econômica, assim como as organizações de resistência que surgem em oposição. Tal dinâmica pode ser definida como unidade de diversos em que um se expressa no outro, um recria o outro e um nega o outro, constituindo uma totalidade contraditória. O racismo é compreendido nesse trabalho enquanto uma racionalidade que se materializa nos modos de imobilismo e barragem social produzidas contra negros e não brancos na sociedade brasileira e que persistem na contemporaneidade. Tal abordagem opõe-se, portanto, ao mito da democracia racial largamente adotado como propaganda de Estado e compreende este enquanto recurso ideológico para manutenção da supremacia branca e de negação do extermínio em curso contra a população negra. A introdução apresentará de forma sintética a teoria que fundamentou o mito da democracia racial a partir do livro Casa Grande & Senzala, de Gilberto Freyre. Baseado na experiência da vida privada de setores da elite nordestina, o autor sustenta que as relações étnico-raciais no período da escravidão eram marcadas pela harmonia e tolerância, mediada pelas trocas sexuais entre senhores e escravos, construindo um modelo de identidade multirracial. A principal hipótese da teoria em questão é a de que havia no Brasil uma "democracia étnica” que poderia servir de modelo a outras nações racialmente segregadas, e que a evidência dessas relações democráticas estava no volume da população miscigenada. No primeiro tópico, será apresentada a perspectiva de Florestan Fernandes sobre as barreiras da cor, onde autor parte da interpretação de três temas fundamentais para explicar aspectos da questão racial, sendo eles: i) a natureza do comportamento brasileiro diante do “problema racial”; ii) o que há de mito e de realidade por trás da ideia de uma democracia racial brasileira, e por fim, iii) o que o futuro pode reservar ao Brasil em matéria de “integração racial”. Em síntese, o autor assinala que o Brasil não é exatamente o modelo de vida democrática interracial, estando, portanto, não só a perspectiva de democracia racial ainda por constituir-se, mas toda a democracia em sua esfera política, econômica, social, jurídica etc. Já no segundo, serão expostas as contribuições de Clóvis Moura sobre o funcionamento do racismo na sociedade brasileira também em três pontos destacados pelo autor: i) a negação da identidade étnica; ii) a escamoteação da realidade social promovida pela concepção de democracia racial e iii) estratégias do imobilismo social. Sua principal tese é de que na transição do regime escravista para a universalidade do trabalho livre, instituiu-se o mito de que o negro, antes considerado um bom escravo se tornou um mau cidadão, inadequado para o projeto de nação capitalista e branca almejada pela elite brasileira. No último tópico serão abordadas as contribuições de Lélia Gonzalez sobre a situação do negro durante da ditadura civil-militar brasileira. Partindo do conceito de lugar, autora descreve as formas desiguais de divisão racial do trabalho e espaço, dando destaque para condição peculiar da mulher negra na ocupação social a ela determinada. Por fim, com o intuito de divulgar a organização política dos trabalhadores negros no combate aos mecanismos de subalternização, a autora descreve o importante percurso de amadurecimento ideológico e a criação do Movimento Negro Unificado na década de 70.  

Resumen:

No âmbito do Serviço Social no Brasil, o debate étnico-racial ganhou maior visibilidade e centralidade na formação profissional quando a gestão Tecendo na luta a manhã desejada, do Conselho Federal de Serviço Social (CFESS) –  2014/2017, publicou na série de cadernos Assistente Social no combate ao preconceito, o tema Racismo (2016); e na gestão Quem é de luta resiste - 2016/2018 da Associação Brasileira de Ensino e Pesquisa em Serviço Social foi elaborado Subsídios para o Debate sobre a Questão Étnico-racial na Formação em Serviço Social (ABEPSS, 2018). Ambos documentos-marco expressam, ainda que tardiamente, a incorporação na profissão do debate da racialização no contexto da formação e do trabalho das Assistentes Sociais. Corolário deste tema, é a questão da branquitude, entendida como os impactos positivos da herança escravocrata   para as pessoas brancas, no que Bento (2022) denomina “pacto narcísico”. Por que empreender estudos e reflexões teórico-metodológicas sobre esta temática é fundamental para a profissão de Serviço Social no Brasil, mas também para o Trabajo Social dos demais países latino-americano e caribenho? Fomos um território colonizado. Neste processo, “o modo imaginário como posições de inferioridade para o aprisionamento do outro foram construídas” (BENTO, 2022, p.27-28), em indissociável relação com a expansão capitalista, conjugando os alicerces ideológicos, em que a branquitude é uma das expressões, que conforma a desigualdade de classe e social em nosso continente, marcando as múltiplas expressões da questão social, objeto de nosso trabalho. Ao compreender a experiência vivida por negros e negras da diáspora nas Américas, para além do caráter geográfico, territorial, linguístico e ideológico, Gonzalez (2020) cunha a categoria político-cultural de “amefricanidade”, que incorpora também o processo histórico e cultural. Se valendo desse conceito, e como sujeita do próprio discurso, a autora aprofunda o debate trazendo luz a dupla discriminação sofrida pelas mulheres não-brancas da região: as amefricanas e as ameríndias, que leva em conta não apenas sua condição biológica-racial, mas também a condição sexual, que as tornam ainda mais oprimidas na sociedade capitalista patriarcal-racista dependente. Essas mulheres, segundo Gonzalez (2020, p. 140), estão “[...] subordinadas a uma latinidade que legitima sua inferioridade”, e dada sua posição social, são elas que sofrem mais brutalmente os efeitos da crise do capital.Neste debate, direitos sociais, ações afirmativas, campos de atenção, estudo e intervenção das assistentes sociais são atravessados por preconceitos, entre eles o racismo e o machismo. Ambos expressam as relações conservadoras, de dominação e exploração da sociabilidade burguesa, em que o branco é colocado como universal, com destaque o homem, e o patriarcalismo. É notório ressaltarmos o aumento de Trabalhos de Conclusão de Curso – TCCs, dissertações e teses produzidas acerca da temática étnico-racial, sobretudo nas últimas duas décadas, impactando consideravelmente no número de publicações em revistas acadêmicas da categoria. Muitas pesquisas foram e estão sendo desenvolvidas na área de Serviço Social, várias delas, inclusive, problematizam a naturalização de uma formação acadêmica que reproduz a supremacia branca, capitalista, patriarcal e hetereossexista como modelo, que apaga a contribuição dos povos africanos e indígenas na formação social latino-americana. Souza (2020) aponta que a análise de nossa realidade, marcada pelos processos de invasão colonial, escravismo e a contínua dependência sob o jugo imperialista, precisa entender que racismo não é apenas um fenômeno a ser explicado e combatido. Dessa forma, é necessário compreendê-lo no campo das elaborações teóricas, no desvelamento da realidade, como uma categoria teórica explicativa, síntese de processos complexos e determinantes da vida social. Nesta direção, vem se consolidando na produção de conhecimento na área do Serviço Social, o entendimento do racismo não apenas como fenômeno a ser enfrentado, mas, sobretudo, como estruturante do modo de produção capitalista. Lélia Gonzalez (2020), considera que o racismo assume táticas distintas, e diferente do “racismo aberto”, expresso na segregação racial estadunidense, o que há presente na América Latina é um racismo disfarçado, que a autora classifica como “racismo por denegação”, onde prevalecem as teorias da miscigenação e o mito da “democracia racial”. A partir de suas sociedades racialmente estratificadas, a América Latina garante a superioridade branca enquanto grupo dominante, mantendo os negros e os povos originários na condição de subalternos. No âmbito da formação e exercício profissional das(os) assistentes sociais, essa é uma compreensão que se faz fundamental, pois permite entender o racismo como uma determinação fundamental  da “questão  social”,  e  não  apenas uma  expressão  dela. Entretanto, é notório observar que, se o racismo molda a totalidade das relações sociais, a profissão não está, portanto, fora do seu alcance. Isso se expressa de diversas maneiras, uma delas é o próprio processo de formação profissional (SOUZA, 2020). Este trabalho tem como objetivo refletir sobre o debate étnico-racial realizado pelo Serviço Social no Brasil, trazendo para o centro a questão do  privilégio da branquitude. Para tanto, realizamos uma pesquisa bibliográfica sobre a temática a fim de analisar como o privilégio da branquitude comparece nestas produções e em que medida ele atravessa a atuação do/da assistente social, impactando o acesso aos direitos sociais da população atendida pela profissão. Acreditamos que o  debate está posto e cabe às(aos) profissionais se engajarem na luta contra todas as formas de exploração/ opressão, caminho indispensável rumo à efetivação do projeto ético-político profissional do Serviço Social, explicitado no Código de Ética de 1993, que propõe a defesa intransigente dos direitos humanos, o empenho na eliminação de todas as formas de preconceito e a não discriminação como princípios éticos fundamentais (EURICO, 2018). 

Resumen:

Este trabalho apresenta um recorte da pesquisa de Doutorado em andamento acerca da Memória e Representações Sociais sobre o uso/abuso de bebida alcoólica entre mulheres durante a pandemia da covid-19, em um grupo de ajuda mútua remoto, criado por mulheres alcoolistas no período em que foi recomendado o distanciamento social. Trata-se de apontamentos iniciais, tendo em vista observações realizadas pelas pesquisadoras ao participarem como ouvintes das reuniões do referido coletivo. Neste sentido, objetiva-se analisar as memórias e representações sociais destas mulheres nos encontros, no que diz respeito a sua participação no momento de relatos e depoimentos, levando em consideração a pesquisa realizada por Dias (2017), com alcoolistas participantes de grupos de Alcoólicos Anônimos, ao constatar que a incidência de mulheres era ínfima.    Para tanto, nos apoiaremos na Memória Coletiva, introduzida pelo sociólogo francês Maurice Halbwachs (1877-1945), e na teoria das representações sociais, pensada pelo psicólogo social Serge Moscovici (1928-2014). De acordo com Ecléa Bosi (1987, p. 17), a partir do conceito da memória coletiva, “na maior parte das vezes, lembrar não é reviver, mas refazer, reconstruir, repensar, com imagens e ideias de hoje, as experiências do passado”. Para Moscovici (1978, p. 58), “representar uma coisa, um estado, não é só desdobrá-lo, repeti-lo ou reproduzi-lo, é reconstituí-lo, retocá-lo, modificar-lhe o texto”. Deste modo, pode-se dizer que tanto a memória coletiva quanto as representações sociais são permeadas de uma dinâmica construída a partir das experiências vivenciadas, pois os sujeitos não se encontram mais nas mesmas condições em que o fato aconteceu no passado e por isso não simplesmente se repetem, mas se expressam em um processo de ressignificação no presente.Sabemos que o consumo de bebida alcoólica esteve presente em muitas gerações desde a origem da humanidade, ocupando lugares importantes em diversos povos. Para cada uma das mais variadas culturas existem maneiras, razões, padrões estabelecidos e institucionalizados para a ação de beber (BERTONI, 2015). Estudos voltados ao alcoolismo feminino no que tange uma perspectiva social e qualitativa ainda são muito incipientes, apesar de haver um crescimento significativo do consumo abusivo de álcool entre mulheres. Conforme dados do Ministério da Saúde, houve um aumento do uso de bebida alcoólica por mulheres, em 2018, de 42,9% em relação a 2006 (BRASIL, 2019). De acordo com Levantamento Nacional de Álcool e Drogas (LENAD), as mulheres, além de apresentarem aumento no consumo estão bebendo de forma mais nociva (INPAD, 2012). Além disso, especificamente durante a pandemia ocasionada pelo novo corona vírus, em que grande parte da população permanece em reclusão, resultados recentes de uma pesquisa realizada pela Fundação Oswaldo Cruz, apontam um aumento de 17,1% do consumo de bebidas alcoólicas entre mulheres (FIOCRUZ, 2020). Sendo assim, pesquisas que possam problematizar e analisar o uso/abuso de álcool por mulheres, de modo a levar em consideração suas particularidades, são necessárias e urgentes.No que diz respeito ao alcoolismo feminino e ao processo de recuperação entre mulheres alcoolistas, Dias (2017) aponta que sua presença nas reuniões de AA é reduzida, comparada aos homens e alguns dos motivos são: um ambiente criado no grupo que remete ao contexto do bar, como um ambiente masculino, as mulheres tendem a não se identificar, devido à construção social de que o espaço da mulher é na esfera privada; outro aspecto estaria relacionado aos preceitos de AA que se mantêm desde sua constituição, tendo como base a recuperação do homem alcoolista.A partir de Moscovici (2015), as representações sociais, estão presentes nas conversas informais e se localizam, principalmente, em grupos de onde são disseminadas. Estas, na sua constituição trazem elementos que as caracterizam como uma modalidade de conhecimento que tem como principal papel a construção de comportamentos e o processo de comunicação entre as pessoas. Nessa mesma perspectiva, a memória coletiva, segundo Halbwachs (2006) é construída a partir das relações grupais e são desenvolvidas dentro de tempos e espaços por meio das experiências que dão sustentação à memória.Nos grupos de Alcoólicos Anônimos existem algumas representações e memórias que são próprias do grupo. Elas se repercutem nas comunicações entre os membros, inclusive entre as mulheres. Segundo Campos (2005), ao longo dos anos de existência dos grupos, um repertório amplo de expressões foi sendo construído e reproduzido no interior da irmandade, principalmente, no que diz respeito ao caráter individual do alcoolismo.Ainda sobre este repertório de expressões comuns aos Alcoólicos Anônimos e que reforçam a maneira como são construídas as concepções sobre o uso/abuso do álcool, o processo de recuperação dos membros e a importância da execução programa para um resultado efetivo. Podemos destacar na fala das entrevistadas participantes da pesquisa, frases que refletem esta homogeneidade nas falas, como: “24 horas de sobriedade”, “evitando o primeiro gole”, “só por hoje”, dentre outras.Notamos, portanto, que há uma reprodução de concepções sobre a dependência alcoólica advindas dos preceitos de AA, que estão em sua literatura, repercutem nas comunicações informais entre os membros e se fazem presentes na fala das mulheres entrevistadas. Deste modo, pode-se dizer que existe uma memória coletiva que caracteriza os grupos de Alcoólicos Anônimos e que, por sua vez, influencia a percepção das mulheres dentro dos grupos.Ao observar os relatos, durante as reuniões, das mulheres pertencentes ao coletivo de ajuda mútua de recuperação do alcoolismo feminino, criado durante a pandemia da Covid-19 de forma remota, percebemos que as expressões utilizadas apresentavam uma proposta diferente das mencionadas pelos membros do AA, trazendo a mulher e o ato de beber feminino para o centro das frases motivadoras: “Uma alcoolista em recuperação, uma mulher em construção”, “menos culpa, mais respeito”, “mulher, deixa a gente te amar, enquanto tu mesma não consegue se amar” etc.Deste modo, observamos que o referido coletivo tem a intenção de criar novos padrões que tratem as especificidades do alcoolismo feminino, pois sustenta-se como um grupo criado e organizado por mulheres para alcançar outras mulheres alcoolistas.