Propuesta del Panel:
Dando continuidad a un proceso de encuentro y debate colectivo realizado en un Simposio auto-organizado en el Seminario de ALAEITS de 2018 en Bogotá, este panel profundizará en torno del análisis sobre la coyuntura latinoamericana, con foco en las transformaciones del proceso de acumulación de capital y las contradicciones que profundiza y abre, su vinculación con conflictos y luchas sociales, los sujetos colectivos y su praxis, y los desafíos para el Trabajo Social en los espacios ocupacionales, gremiales y de investigación. Ello se hará a partir de una aproximación a dichas realidades en 5 países: Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Uruguay. En el contexto de una crisis estructural del capitalismo de dimensiones planetarias, producto de la hegemonía de las políticas neoliberales desde la década de 1970, con niveles cada vez mayores de destructividad socio-ambiental, la región latinoamericana ha sido palco privilegiado de disputa interimperialista y experimentación de dichas políticas, bien como de rearticulaciones del poder de las clases dominantes. Ello ha generado una mayor concentración de la riqueza y un agravamiento de la desigualdad social en la región, con profundas alteraciones en el mundo del trabajo y el desmantelamiento de los frágiles sistemas de seguridad y protección social de nuestros capitalismos dependientes y periféricos. Insistentes intentos de privatizar funciones sociales básicas del Estado, de desmantelamiento de la política social, son concomitantes con procesos de criminalización de movimientos en lucha, que resisten a los impactos regresivos del neoliberalismo en las formas de sociabilidad y en las manifestaciones de la “cuestión social”. El avance del neoliberalismo en Nuestra América, contradictoriamente, abrió un amplio y generalizado ciclo de luchas sociales entre las clases, con importantes expresiones de cuestionamiento, lo que alteró significativamente, sobre fines de la década de 1990, la correlación de fuerzas sociopolíticas, abriendo paso a lo que se denominó “ciclo progresista” (con expresiones muy diversas). A pesar de los avances en la ampliación de derechos económicos y sociales y de un rol más activo del Estado en la organización económica y social, junto a procesos de rearticulación política con una orientación regional, encontraron límites importantes que llevaron a severas derrotas políticas y a desarticularse con sus bases y movimientos de apoyo. A ello no fue ajeno, aún con diversas propuestas de introducir cambios en las matrices productivas dependientes y en un contexto desfavorable en relación a las dinámicas de la economía capitalista global, la recreación de modalidades neo-extractivistas y de reprimarización de nuestras economías. El resultado fue que, desde 2013, una nueva ofensiva neoliberal y ultra-conservadora se impuso, llegando al poder en países importantes de la geopolítica latino-americana. Esto evidenció un cambio de la correlación de fuerzas políticas entre las clases y en la orientación del uso del aparato estatal, a favor de grupos políticos neoliberales, vinculados al gran capital, segmentos neoconservadores y grupos con rasgos neofascistas, con diversos alcances según los países. En Nuestra América, esta nueva ofensiva neoliberal del capital se aplicó de diversas formas: desde el uso directo de golpes parlamentarios (como en Honduras, Paraguay, Brasil, Bolivia), los recurrentes intentos y amenazas a Venezuela, Cuba, Ecuador, Perú (contando con claras injerencias del imperialismo norteamericano y de la propia OEA), hasta por procesos electorales (como en Argentina, Chile, Uruguay, Colombia). Por su parte, un nuevo ciclo de luchas sociales comienza a perfilarse desde fines de la segunda década del siglo XXI, en un contexto en que los impactos deshumanizadores de las políticas neoliberales se ven agravados por la crisis sanitaria global del COVID19. Prueba de este nuevo ciclo se evidencia en el ascenso de las resistencias, rebeliones y movilizaciones populares recientes en varios países (Brasil, Chile, Colombia, Perú, Argentina, con sus particularidades) frente al neoliberalismo, al dominio del gran capital financiero y la destrucción extractivista del capitalismo contemporáneo en estas tierras, acompañadas del refuerzo del brazo represivo de las clases dominantes. Al mismo tiempo esto tiene una expresión en algunos triunfos electorales de fuerzas de centro izquierda en estos últimos años. Sin embargo, sigue constituyendo un desafío, desde la perspectiva de las luchas sociales emancipatorias, la construcción de una perspectiva contrahegemónica, que permita avanzar en la articulación entre las luchas particulares, más allá del corporativismo y/o la integración al sistema, enlazado con un programa para una integración popular en Nuestra América. En este sentido, todas estas transformaciones inciden directamente en la inserción socio-técnica del Trabajo Social en nuestros países, así como en la dirección socio-política del trabajo profesional, particularmente de los proyectos críticos de profesión. Por un lado, las luchas sociales de las últimas décadas han abierto nuevas posibilidades para la profundización de dichos proyectos con vocación emancipatoria, así como muestran una vinculación más robusta y estrecha con los sujetos colectivos en lucha y sus movimientos organizados. Al mismo tiempo, algunas experiencias progresistas han generado una mayor garantía de derechos sociales, reforzando la legitimidad profesional, pero también la ola privatizadora y neoconservadora ha puesto en cuestión muchos de estos derechos y precarizado aún más el ejercicio profesional. Es esta coyuntura compleja y crítica, en el marco de tendencias más estructurales del sistema capitalista contemporáneo, este panel estructura el diálogo entre las diversas realidades nacionales a través de los siguientes ejes transversales a la realidad mundial, latinoamericana y de nuestros países, como ser: 1) Avance y crisis capitalistas, ofensivas neo-extractivista y expropiación de los bienes comunes. 2) Alcances, desafíos y límites de los gobiernos progresistas y la ascensión de fuerzas neofascistas y neoconservadoras. 3) La relación entre Estado, gobierno y sujetos colectivos populares: entre la autonomía, la articulación, la neutralización y la cooptación. 4) Las luchas sociales y las políticas sociales como campos de disputa por ampliación de derechos y por la búsqueda de legitimidad profesional 5) Los desafíos del TS frente al avance neoliberal y neoconservador, así como con las luchas sociales.