Resumen:

PROCESOS DE ENSEÑANZA/APRENDIZAJE DEL TRABAJO SOCIAL EN CONTEXTOS COLABORATIVOS Wendy Godoy Ormazábal Ana María González Flores Académicas Escuela de Trabajo Social Universidad Católica Silva Henríquez – Santiago de Chile La ponencia que aquí se presenta, son los avances de un trabajo sistemático que se ha venido desarrollando desde el año 2017, un equipo de seis académicos y académicas de la escuela de Trabajo Social de la Universidad Católica Silva Henríquez (en adelante, UCSH), con estudiantes que cursan el segundo año de la carrera.  En esta experiencia han participado 250 estudiantes.Esta iniciativa surge en un contexto de transformación de los procesos de enseñanza aprendizaje y la búsqueda por incorporar en la docencia universitaria metodologías activo- participativas que aporten en la articulación teoría - práctica de manera progresiva, mediante el acercamiento a la realidad social situada en contextos propios de la intervención profesional. Actualmente se cuenta con un proyecto de innovación de la docencia, financiado con fondos internos de la UCSH, para sistematizar y publicar los resultados de este trabajo en equipo. Metodológicamente se siguió el modelo de sistematización de Jara, O. (2018); que aporta una interpretación reflexiva-crítica de la experiencia vivida por los actores involucrados, a partir del registro sistemático de la misma, permitiendo develar los factores estructurales que han incidido en dicho proceso. Para el trabajo directo con los y las estudiantes se incorporó la metodología de aprendizaje de servicio, que entre otros aspectos les ubica como actores protagónicos del aprendizaje, dicho de otro modo, se constituyen en el núcleo central de la acción educativa, que a su vez le exige aportar específicamente un trabajo de calidad a una institución y/o agrupación, que es evaluado académicamente. En este sentido, no solo se espera que adquieran ciertas competencias, sino que contribuya a un proceso de cambio social, basado en la justicia social y los derechos humanos como referentes éticos.  A su vez, la evidencia empírica señala que este tipo de trabajos aportan al desarrollo de competencias investigativas y reflexivas que forman parte de la disciplina. Durante este año un grupo de 100 estudiantes que cursan segundo año de la carrera, a partir de problemáticas propias del trabajo social, realizan diagnósticos y proponen intervenciones con familias que se encuentran en la etapa de crianza de la primera infancia, cuyas características principales son: la presencia de jefaturas femenina y  de cuidadoras adultas mayores que viven en condiciones de pobreza,  aspecto que como ha sido estudiado implica que se encuentran afectadas por múltiples factores que configuran una trama intereseccional que da cuenta de la agudización de la desigualdad social.  Específicamente profundizan en el proceso metodológico, las estrategias y la trayectoria que surge del levantamiento y registro de información diagnóstica tendiente a lograr la detección temprana de vulneración de derechos de niños y niñas y sus familias que asisten a 7 Jardines Infantiles ubicados en tres comunas con altos índices de pobreza urbana.  A   su vez, se recogen la experiencia y aprendizajes relevantes que admiten estudiantes en la demostración de competencias conceptuales, procedimentales y actitudinales, mediante la implicación activa en su proceso de formación profesional, reconociendo la pertinencia metodológica de los instrumentos y técnicas aplicadas (uso de fuentes iconográficas, orales y escritas), que a su vez aporten a la institución respectiva (denominado desde la metodología de aprendizaje de servicio como socio comunitario) información significativa sobre la situación social de las familias que atiende y posibles líneas de acción a seguir. Metodológicamente la pedagogía se ha articulado desde una propuesta activo – participativa, situada, donde el docente asume un rol de facilitador/a, modelador/a y de acompañamiento en la aproximación a los escenarios de intervención profesional, realizando la docencia no solo aula tradicional, sino que en el escenario propio de la intervención profesional; rompiendo así con los márgenes del aula universitaria. El trabajo global de esta propuesta se organizó, en cinco fases, a saber. La primera se denominó indagación preliminar, que consistió en un proceso reflexivo con el equipo académico, sobre las implicancias de la metodología de As, como facilitadora de la articulación teórica-práctica- reflexiva. Una segunda fase, que se llamó formación en As para estudiante y elaboración de instrumentos propios del diagnóstico social, familiar (pauta de observación; ficha social; entrevista, protocolo de visita domiciliaria y formato de informe social). La tercera de ejecución en terreno, se aplicaron los instrumentos de la segunda fase, focalizándose en el reconocimiento del territorio, los espacios institucionales y el vínculo con las familias para realizar el diagnóstico social.  La cuarta fase elaboración de diagnósticos sociales, reconociendo el formato del informe social, como la base de los diagnósticos profesionales. La quinta fase denominada de proceso y de cierre: refiere a la documentación y reflexión de los y las estudiantes en torno a los aprendizajes y la incidencia de este proceso en la formación profesional; de los y las académicas, en tanto rol formador; de las instituciones que son receptoras del trabajo de los y las estudiantes.  Interesa destacar que uno de los resultados de este proceso ha sido la implementación de una metodología para la formación de trabajadores sociales, que permite contribuir a la detección temprana de posibles vulneraciones de derechos en la primera infancia, de un modo colaborativo, participativo y comprometido con la trasformación social; para ello trabajan conjuntamente equipos de académicos, de profesionales de las instituciones y estudiantes en formación, de manera contextualizada y situada que exige coordinación y reflexión permanente sobre el proceso desarrollado.   

Resumen:

En esta ponencia se busca compartir algunos de los resultados de resultados de la tesis doctoral “Formación en investigación y enseñanza de las metodologías en carreras de trabajo social de universidades chilenas.  La pregunta de investigación fue ¿Cuáles son los discursos sobre las prácticas y estrategias de formación en investigación y enseñanza de las metodologías de investigación social en carreras de Trabajo Social en universidades chilenas?Para cumplir estos objetivos se siguió una estrategia metodológica de enfoque interpretativo-cualitativo que recoge la experiencia de seis universidades chilenas que imparten programas de formación en Trabajo Social a nivel de pregrado. Tres de estos programas se desarrollan en Santiago y los otros tres en la ciudad de Concepción, ubicada en el sur de Chile (Región del Bio-Bío). Presentes resultados responden al sentido que la investigación social adquiere para estudiantes de trabajo social en su formación profesional. Sobre el primer elemento, referido al imaginario del Trabajo Social como una carrera interventiva, las y los estudiantes manifiestan que su ingreso a la Universidad está marcado por un deseo de transformación social, de ser protagonistas de cambios sociales en contextos de desigualdad e injustica. Por tanto, en primer año no hay una motivación manifiesta por los cursos de metodología, porque al inicio de su formación no observan “el sentido” que esto tiene. Estudios realizados sobre la enseñanza de la investigación en Trabajo Social a partir de la percepción de las y los estudiantes (Biegel & Yoon, 2013; MacIntyre & Paul, 2013), reportan que al iniciar los cursos de metodología las y los estudiantes presentan poco interés para aprender investigación social, porque no estaría dentro de sus prioridades de formación, ya que tienen dificultades para ver o identificar la relevancia de la investigación para la disciplina y para la intervención social. En complemento con lo anterior, desde la experiencia de un docente que hace clases en primer y quinto año en cursos de investigación, él observa que hay una jerarquización de la intervención sobre la investigación por parte de las y los estudiantes y esto podría ser una dificultad para dar sentido a la formación en investigación. Esta disposición y valoración puede vincularse con el debate disciplinar sobre la relación intervención-investigación social, y la crítica a esta última (por sus estándares) y, a su vez, con el hecho de que la investigación no figura como campo posible de intervención profesional. Biegel & Yoon (2013), afirman que comprender la enseñanza de la investigación en Trabajo Social, implica adentrarse a la vez en el rol que ha tenido la investigación en la misma disciplina, lo que posibilitaría que las y los estudiantes tuviera una mirada relacional entre la intervención e investigación social (Rozas, 2001). Un segundo elemento refiere a la noción de investigación social asociada a las ciencias naturales. Estudiantes y egresadas/os señalan que un obstáculo para motivarse con la investigación es que los docentes inician los cursos de metodología asumiendo que las y los estudiantes saben qué es una investigación social y qué tipo de investigación se desarrolla en el ámbito académico universitario. Este supuesto, más que generar motivación por el curso, genera una distancia que podría expresarse en desinterés o resistencia por conocer sobre investigación social. Tal como se expuso en el capítulo anterior, la motivación es esencial para movilizar los aprendizajes y disminuir las brechas para la formación. La motivación se configura como elemento central para el aprendizaje, pero a su vez la participación en el proceso de enseñanza-aprendizaje se tensiona cuando se les “exige” a las y los estudiantes conocer sobre investigación social y los profesores “asumen” conocimientos previos en el área. En este sentido, ¿qué es lo que conocen las y los estudiantes sobre investigación social cuando ingresan a la carrera? Conocen una noción de investigación vinculada al método científico y circunscrita al ámbito de las ciencias naturales. Al desconocer el campo de investigación de las ciencias sociales y, particularmente, del Trabajo Social, confluyen allí concepciones de investigación que no les son atractivas a las y los estudiantes a partir de sus argumentos para ingresar a la carrera. El o la estudiante que ingresa a la Universidad aprende a ser estudiante universitario, donde una parte importante tiene que ver con la dimensión académica propiamente tal; en este caso el ampliar el registro de comprensión de la investigación científica en el campo de las ciencias sociales, incorporando nuevos lenguajes. Gómez (2012) señala que no solo es “un cambio de habitus” (estudiante de educación secundaria y educación universitaria) sino que además hace explícito que el ingreso a la Universidad transforma la identidad de las y los jóvenes porque se convierten en estudiantes universitarios. Estos elementos son centrales para quien desarrolla su docencia en los cursos de primer año, al requerir de mayor articulación y flexibilidad entre el área de conocimiento específico, el campo disciplinar y los conocimientos previos de las y los estudiantes (Biggs, 2006). Finalmente es un desafío pedagógico, es una invitación para que las y los estudiantes desnaturalicen y problematicen la noción de investigación en la cual han sido formados, y esto exige una aproximación donde el docente no es la verdad absoluta, como lo señalan apuestas tradicionales de la enseñanza, sino que sean facilitadores de los aprendizajes (Scribano, 2005, Morandi, 2014). Un tercer y último elemento es la actitud de resistencia a priori a las metodologías cuantitativas y estadística, por estar asociadas al mundo de las matemáticas. Este punto emerge con fuerza a partir de la experiencia escolar negativa de las y los estudiantes, en relación con su autopercepción de habilidades en el área y la relación que establecieron con sus docentes durante la enseñanza secundaria. Esta actitud de resistencia a priori a las metodologías cuantitativas y a estadística se justificaría porque las y los estudiantes no se “reconocerían capaces para aprender”. MacIntyre y Paul (2013) y Postlethwait (2012) señalan que la ansiedad que producen los cursos de investigación se encuentra asociada a las habilidades que las y los estudiantes perciben de sí mismos en el ámbito de la estadística y las matemáticas.     

Resumen:

Esse trabalho é parte de uma pesquisa em andamento que tem como objetivo analisar as potencialidades e desafios da experiência de formação profissional em Serviço Social de militantes dos movimentos sociais do campo que ocorreu na Escola de Serviço Social da UFRJ, no período de 2011 a 2017. Serão apresentados aqui, parte dos resultados os quais demonstram as potencialidades e desafios desta experiência e os impactos que o ingresso no ensino superior e de formação profissional em Serviço Social provocou na vida desses militantes. O vínculo desses sujeitos com a Universidade e, mais especificamente no curso de Serviço Social da UFRJ, se deu através da articulação desta Escola com a Escola Nacional Florestan Fernandes (ENFF), e com o Movimento de Trabalhadores Rurais Sem Terra (MST) financiada pelo Programa Nacional de Educação na Reforma Agrária (Pronera), o qual estava vinculado ao Instituto Nacional de de Colonização e Reforma Agrária (INCRA). Esta articulação permitiu que sessenta militantes ingressassem no curso de Serviço Social da UFRJ formando uma turma, a qual passou a ser denominada Carlos Nelson Coutinho. Essa turma, foi constituída por homens e mulheres vinculados ao MST. Estavam representados, também, o Movimento de Mulheres do Campo e o Movimento de Pequenos Agricultores (MPA) e eram provenientes de assentamentos e acampamentos da reforma agrária, de 19 estados do Brasil. Vale ressaltar algumas características desta turma, a começar pela faixa etária distribuída entre 17 até 50 anos. Quanto ao sexo, era significativo o número de homens, o qual atingia um percentual de 40% do total dos alunos. Outro fator importante era a trajetória desses trabalhadores, tendo em vista que grande parte destes tinham uma intensa participação política e eram quadros de dirigentes dos movimentos aos quais estavam vinculados. Esse curso foi regido pelo Regime de Alternância o qual se pautava na constituição de dois tempos educativos: Tempo Escola e Tempo Comunidade. Essa metodologia define o processo de aprendizagem tanto no ambiente escolar quanto no espaço onde o estudante vive, como momentos da reflexão teórico-prática das temáticas discutidas no decorrer do tempo-escola e estas deverão subsidiar as intervenções na realidade. O Tempo Escola seria seria o momento em que os estudantes estariam presentes na Universidade e deveria ocorrer em,  no mínimo dois meses a cada semestre, tempo necessário para o cumprimento da carga horária das disciplinas e para a participação de outras atividades acadêmicas no âmbito da pesquisa e da extensão, condição fundamental para uma formação de qualidade. O Tempo Comunidade assumiu o papel de complementação da formação e se daria através da realização de trabalhos de caráter teórico, de pesquisas sobre a realidade dos estudantes e da realização de atividades de extensão em parceria com as universidades próximas da residência dos estudantes.  Foram vários os desafios na implementação deste curso, desde as condições de ordem financeira de deslocamento e permanência dos estudantes na cidade do Rio de Janeiro, até as questões relativas ao aproveitamento dos conteúdos e da compreensão das particularidades do curso de Serviço Social, sua natureza e objetivos, o que levou a algumas desistência no decorrer de sua implementação. Resguardadas essas dificuldades, o balanço da experiência ora em andamento, vem apontando que as conquistas e avanços são superiores, pois cumpriu um papel importante no processo de formação desses militantes, na qualificação, na sua inserção no âmbito laboral e de sua militância Fica explícito a importância dessa experiência para a Escola de Serviço Social. Os debates ainda incipientes no âmbito da profissão, mas que estão diretamente relacionados com a questão social, tais como a questão agrária, os conflitos agrários, a reforma agrária, a produção de alimentos a (in)segurança e soberania alimentar, entre outros, entram de forma mais consistentes no âmbito do debate, da pesquisa e da extensão no curso. Essas questões pautaram, também, os campos de estágio onde os alunos se inserem e foram objeto de estudo e de produção dos Trabalhos de Conclusão de Curso desta turma e de outros estudantes da ESS. Por outro lado, o ingresso na Universidade possibilitou o acesso à educação superior a quem não teria possibilidade de se inserir na educação superior de outra forma. Em torno de 60% destes estudantes romperam a exclusão educacional que assolou as suas famílias, visto que foram os primeiros a receberem o grau do ensino superior entre todos os membros de suas famílias.  Um dado considerado relevante é o grande número de egressos desta turma dariam continuidade a formação através do ingresso em cursos de pós-graduação lato sensu stricto sensu perfazendo um total de 35% dos formados. Chama atenção os ingressantes em curso de pós-graduação stricto sensu da área de Serviço Social. Dois egressos já concluíram o doutorado na área e já atuam como docentes em universidades federais em cursos de Serviço Social e dois estão em fase de conclusão. O mestrado, tanto na área de Serviço Social como de outras áreas afins tem sido a opção de 10% dos concluintes. Há uma expectativa de grande parte dos formados em investir na sua qualificação e as razões são distintas, dependendo da inserção após a conclusão do curso. O número de militantes que se inseriram em campos de trabalho do Serviço Social e estão representados por 32% dos que responderam o questionário. Há uma demanda grande, no entanto, de se preparar para realizar concursos públicos na área, vencendo uma relativa resistência de grande parte dos estudantes no início do curso, muitos deles por considerarem a profissão de assistente social profundamente conservadora. A importância da formação profissional em Serviço Social foi apontada como fundamental, também, por um número de sujeitos, que ao concluir o curso retornaram às suas atividades de militância. São estes que ressaltam a qualidade da formação como um ponto forte do curso e da importância dos fundamentos que orientaram a formação, os quais vêm contribuindo de forma significativa no aprofundamento do senso crítico e de sua capacidade analítica, pontos fundamentais na qualificação de suas frentes de luta. 

Resumen:

               La presente ponencia es resultado del trabajo que llevamos adelante en el Área Académica Estudios sobre Infancia y Adolescencia del Departamento de Trabajo Social en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, que articula actividades de enseñanza, investigación y extensión desde el año 2006, pero que se consolida, con el desarrollo en 2015, de la asignatura Proyecto Integral Infancia, Adolescencia y Trabajo Social. Sujetos, Políticas y Ejercicio Profesional correspondiente a la Licenciatura en Trabajo Social.Si bien la asignatura refiere al campo de la infancia y la adolescencia, esta no se concibe como lógica de especialización, sino en términos de ejercicio formativo, para que estudiantes de 3ero y 4to. año, realicen una lectura crítica de la realidad y tramiten las exigencias que requiere el diseño de las estrategias de intervención e investigación y su puesta en práctica.En este trabajo entonces, se pretende dar continuidad y profundizar el análisis acerca de la integralidad de las funciones de enseñanza, investigación y extensión en perspectiva de diálogo con los actuales debates teóricos y políticos que atraviesan el campo de la enseñanza, la formación y el ejercicio profesional. En esta línea, es preocupación del equipo docente generar las condiciones para la integración de los procesos de enseñanza-aprendizaje con la producción rigurosa de conocimientos, a partir de las preguntas que surgen de la realidad, en el encuentro con los sujetos de la intervención y sus problemáticas. Esto en el entendido que la formación profesional debe otorgar una solidez teórica que permita intervenciones fundadas desde un posicionamiento ético-político, pero además debe otorgar herramientas para conducir procesos de investigación. Es decir, debe enfatizar la investigación como forma de lograr una comprensión de la complejidad social (Matus, 2003) que permita innovaciones en el quehacer profesional y en consecuencia una mejor intervención.Pero previo a pensar en un proceso de investigación en este camino por aprender el oficio de Trabajo Social, resulta importante detenerse en uno de los nudos que está presente en el estudiantado que tiene que ver con lo que Carlino (2003) plantea en torno de la lectura y comprensión de textos científicos y académicos. El docente no debería   dar por sobreentendido que se comprendió y se pudo interpretar un texto, sino retomar la lectura apuntando a la discusión colectiva en aula. Esta responsabilidad compartida entre docente y estudiantado, de lo que Carlino (2003) llama alfabetización académica, puede introducirlos a conocer distintas líneas de pensamiento y debates actuales, que seguramente orientarán no sólo su proceso de aprendizaje del oficio y su intervención, sino también el proceso de investigación al que se quiere apuntar en tanto estudiantes y futuros profesionales.   En el espacio de análisis y orientación del ejercicio pre profesional, los y las estudiantes plantean la noción de “aplicar” la teoría, como forma de articulación y comprensión de los problemas sociales. Esta idea hace evidente, que sus  expectativas no expresan un interés particular relacionado con el conocimiento, comprensión y problematización de la realidad que se pretende conocer. En este sentido y siguiendo a Bauman, Leopold (2018) aporta una interesante visión sobre la relación actual que se tiene con el conocimiento, en esta época donde “la modernidad líquida”, y los procesos de individuación devienen en una dinámica de vida donde todo se debe procesar con inmediatez, con rapidez, podríamos decir que se sobrevuela sobre el conocimiento. Esta relación superficial con el conocimiento que se puede observar en las y los estudiantes, va en detrimento del proceso de apropiación de los contenidos téorico-metodológicos, del saber ser y el saber hacer como menciona Graciela Tonon (2008).El saber, para la autora refiere a los conocimientos teóricos-metodológicos adquiridos durante el proceso de formación, y el saber hacer corresponde a la operativización en la práctica de esos conocimientos. Agrega la autora, la noción del saber ser, que refiere a la forma en cómo se establece el vínculo con los sujetos con los que se trabaja.La propuesta de formación disciplinar del Proyecto Integral (…), se sustenta entonces en una modalidad de enseñanza-aprendizaje motivada en la intención de provocar y estimular experiencias de intervenciones pre-profesionales comprometidas y fundadas: esto es animar una formación disciplinar rigurosa en cuanto al saber hacer y al saber pensar; dos momentos indisociables en el quehacer profesional y que ponen de manifiesto las definiciones y decisiones ético políticas sobre la formación de grado. (Leopold,S, et.al, 2018: 105)En este sentido, poder articular y desarrollar estos dos momentos implica un desafío para la estrategia pedagógica, ya que se trata de “romper” con un modelo que ha prevalecido y prevalece en las propuestas curriculares de la educación formal, escolar y secundaria, donde deconstruir ese modelo resulta clave para posibilitar un proceso de enseñanza-aprendizaje que permita al estudiante superar la dicotomía teoría- práctica que permanece arraigada.En torno a estos dilemas que atraviesan hoy la formación disciplinar, sus controversias y estrategias de abordaje, se desarrolla esta exposición. Bibliografía: Leopold, S; et.al (2018). Intervenir e Investigar. Reflexiones sobre el actual proceso de formación de las Trabajadoras y los Trabajadores Sociales en la Universidad de la República, Uruguay. Revista Regional de Trabajo Social, Vol 32, Nro 72. p 100- 111. Editorial Eppal. Montevideo, UruguayCarlino, Paula (2003). Leer textos científicos y académicos en la educación superior: Obstáculos y bienvenida a una cultura nueva. Por los caminos de los semilleros de Investigación, Universidad de Antioquia, Grupo Biogénesis, Medellín, Colombia, Vol. 3, No. 2, 17-23 Leopold, S. (2018) Qué las ideas vuelvan a ser peligrosas. Formación, conocimiento y Trabajo Social. En: Transformaciones sociales, protección social y Trabajo Social, XII Congreso Nacional de Trabajo Social. Trabajo Social, Facultad, Montevideo. Matus, Teresa (2003). La intervención social como gramática. Hacia una semántica propositiva del Trabajo Social frente a los desafíos de la globalización. En: Revista de Trabajo Social Nº71, pp. 55-71, Santiago.Tonon, G. (2008) La supervisión como cuestión profesional y académica, en Tonon, G; Robles, C y Meza, M. (coord.) La supervisión en trabajo social: cuestión profesional y cuestión académica. Buenos Aires. Espacio Editorial.               

Resumen:

Este trabalho reúne elementos históricos sobre um grupo de estudos e pesquisa vinculado à um curso de graduação em Serviço Social de uma universidade federal pública no Brasil. Apresenta considerações gerais sobre a formação profissional na área, no contexto brasileiro, e se propõe ao registro de um balanço dos seis anos de constituição do referido grupo, sobretudo quanto às repercussões político-formativas que tem reverberado.O objeto em tela é o Grupo de Estudos e Pesquisa em Fundamentos, Formação e Exercício Profissional em Serviço Social, o GEFEPSS. Este grupo emerge diante um processo de mediações que explicita a dinâmica do Movimento Estudantil de Serviço Social no curso da Universidade Federal do Triângulo Mineiro, localizada no campus de Uberaba/MG (Brasil). A afinidade crescente entre uma docente e um pequeno agrupamento de estudantes engajado na defesa de uma práxis política, solidamente fundamentada nos princípios do Projeto ético-político do Serviço Social, foi a força motriz propulsora desta construção, que neste ano de 2022 completa 06 anos de existência. Em 2015, confluências no debate dos fundamentos, da formação e do exercício profissional começam a ganhar uma forma coletiva neste debruçar investigativo, a qual, em abril de 2016, se consolida com a fundação formal do GEFEPSS. Assim, este projeto nascente se propôs a ressaltar a relevância do estudo proposto à indissociabilidade entre o ensino, a pesquisa, e a extensão; fortalecer o curso em Serviço Social da UFTM;  se implicar no processo de efetivação do Projeto-Ético-político profissional, mediante a realização de estudos e pesquisas no debate dos fundamentos, da formação e do exercício profissional; participar em eventos nacionais e internacionais; produzir conhecimento acadêmico de cunho técnico e bibliográfico e promover organização de eventos (GEFEPSS, 2016).Este conjunto de objetivos expressa o processo de gênese do GEFEPSS, que ano a ano tem mantido seu direcionamento sociopolítico ao mesmo passo em que vem construindo outras parcerias, articulações e ocupando espaços na esfera político-acadêmica científica.Um marco significativo em sua gênese é a realização de uma pesquisa de iniciação científica: desta frutífera investigação, desdobraram-se mais estudos na sequência, com foco na temática da organização política de estudantes do curso, estes que constituem a base da qual o Centro Acadêmico “XV de Maio” é a entidade de representação máxima.Diversos estudos já foram realizados nos encontros quinzenais (hoje, mensais), no qual reuniram-se à princípio, uma docente-líder e estudantes de graduação. Não obstante, hoje a composição diversa do GEFEPSS representa muitos processos que se gestaram através da mediação construída no e pelo próprio grupo. Atualmente, além de estudantes de graduação e a docente-líder, a constituição do GEFEPSS envolve estudantes de pós-graduação (mestrado e doutorado), assistentes sociais (docentes em outras instituições de ensino superior/IES e na UFTM, bem como profissionais com vínculos trabalhistas em prefeituras e entidades privadas no município de Uberaba/MG - Brasil e região). É importante enfatizar que o GEFEPSS tem possibilitado também a aproximação de estudantes de graduação com a pós-graduação, mesmo que na IES correspondente ao grupo não se tenha oferta de estudos pós-graduados na área. Até hoje, mais de 20 estudantes e profissionais já estabeleceram vínculos diretos com o grupo, e os alcances realizados através de outras iniciativas têm se apresentado muito significativos, visto que já foram realizados/as:1. duas edições de um projeto de extensão (“Práxis Política na Formação Profissional da/o Assistente Social”)2. uma disciplina eletiva no curso da UFTM (“Dimensão Socioeducativa do Serviço Social”);3. três projetos de iniciação científica finalizados (“O significado da militância na formação profissional em Serviço Social: um estudo realizado no curso da UFTM”; “Dimensão Ético-política do Serviço Social e o debate do Centro Acadêmico no curso da UFTM”; “Perfil das/os estudantes do Centro Acadêmico XV de Maio do curso de graduação em Serviço Social da UFTM: elementos para se pensar a formação profissional”), os dois primeiros, com fomento da Fundação de Amparo à Pesquisa do estado de Minas Gerais/FAPEMIG; 4. nove trabalhos de conclusão de curso finalizados (“Movimento Estudantil de Serviço Social e o Projeto ético-político na formação profissional em Serviço Social”; “A precarização da educação superior e seus implicativos para a formação profissional em Serviço Social: uma análise do atual contexto”; “Dimensão Socioeducativa do Serviço Social: processo de sua construção na formação profissional”; “Movimento Estudantil de Serviço Social e consciência de classe: um debate a partir da ENESSO”; “A assistência estudantil na Universidade Federal do Triângulo Mineiro: descrição da política de permanência universitária a partir da intersecção do Serviço Social e a participação social na efetivação dos direitos estudantis”; “FUTURA-SE: programa de derruição da Educação Superior Pública e descaminhos para a Formação Profissional em Serviço Social”; “O diário de campo de estágio em Serviço Social: concepções, descaracterizações e potencialidades”; “A indústria midiática como instrumento da manutenção da hegemonia”; “Educação Popular e a perspectiva da construção de um outro mundo possível”), além de outros em andamento;5. quatro edições do Seminário GEFEPSS “Na luta de classes, não há empate”, além de uma série de ciclos de debate e rodas de conversa;6. um conjunto de publicações científicas nas principais revistas/periódicos de referência e excelência na área do Serviço Social e em outras afins, socializando os debates e acúmulo gestados neste grupo;7. a articulação de uma Rede Mineira de Grupo de Estudos em Fundamentos em Serviço Social (a ReMGEFSS).Com esta trajetória aqui muito brevemente sintetizada, vale ressaltar o importante compromisso que o grupo reivindica com a construção das entidades representativas da categoria profissional no Brasil e as com as importantes entidades internacionais com as quais o Serviço Social têm se articulado, sobretudo, na América Latina.Neste contexto regressivo que marca a conjuntura brasileira, o GEFEPSS mantém-se na direção da construção do PEP, como estratégia de resistência ao projeto de educação do capital e as ofensivas de mercantilização e precarização da educação pública no país. GEFEPSS. Grupo de Estudos e Pesquisa em Fundamentos, Formação e Exercício Profissional em Serviço Social. Espelho do grupo no Diretório de Grupos de Pesquisa no Brasil. 2016. Disponível em: http://dgp.cnpq.br/dgp/espelhogrupo/214202. Acesso em: 29 abr. 2022.

Resumen:

            Na atualidade, as discussões sobre as ações afirmativas estão presentes na sociedade de forma geral, porém, nem sempre foi assim. As discussões - não apenas das ações afirmativas mais qualquer assunto que versasse sobre a população negra - estavam mais restritas aos grupos e pessoas que tratavam mais diretamente da questão racial no país. Sendo assim, esse trabalho terá como objetivo contextualizar o início das ações afirmativas no Brasil, a partir de uma pesquisa bibliográfica com referências contemporâneas e históricas. Podemos realizar um breve histórico de iniciativas que traziam para o plano social a denúncia da desigualdade racial presente no Brasil. A Frente Negra Brasileira (FNB), criada em 1931, é considerada um dos primeiros grupos de negros organizados politicamente, chegado a ser um partido político que logo foi extinto pelo Estado Novo. Além dessa frente, podemos citar a partir da década de 1940: a criação da Orquestra Afro-brasileira; o Teatro Popular Brasileiro; a União dos Homens de Cor; o Teatro Experimental do Negro, entre outras, que sofreram desmobilização a partir da década de 1960 (ALBERTI; PEREIRA, 2006). Seguindo a linha apresentada pelos autores, já na década de 1970, com o aparecimento de várias entidades em diversos estados, configurou-se o que conhecemos como Movimento Negro Unificado (MNU). Esse movimento tem como principal bandeira evidenciar a existência do racismo na sociedade brasileira e desenvolver uma consciência ou identidade negra. Dessa forma, muitas reivindicações surgiram no plano nacional e eventos, como em 1988, quando protestos contra a comemoração do centenário da “falsa” abolição e em 1995 a Marcha Zumbi dos Palmares reuniu, em Brasília, centenas de pessoas que marchavam contra o racismo. Além da criação da Fundação Palmares e a inclusão na Constituição Federal do crime de racismo como inafiançável e a propriedade definitiva das terras ocupadas por remanescente de quilombos. Ainda na década de 1990, dois projetos chamaram atenção no país, um de autoria da então senadora Benedita da Silva e o outro do senador Abdias do Nascimento. Ambos os projetos tratavam de cotas mínimas ou reservar de vagas para negros e negras tanto na educação, quanto no mercado de trabalho (público e privado). Os projetos não passaram nas casas legislativas, mas suscitaram o debate para o movimento negro. Alberti e Pereira (2006) em pesquisa realizada com diversos membros do movimento negro para contextualização do debate sobre as cotas, identificaram que o tema tornou-se bandeira para os mesmos a partir dos últimos anos da década de 1990, quando iniciaram-se os preparativos para participação na III Conferência Mundial de Combate ao Racismo, Discriminação Racial, Xenofobia e Intolerância Correlata, realizada em 2001 na cidade de Durban, África do Sul. É quase um consenso entre os estudiosos que foi a partir dessa Conferência que iniciou-se um debate nacional sobre a questão racial e ações afirmativas, mesmo que inicialmente ligada a reserva de vagas para negros nas universidades públicas. A política de cotas, como ficou conhecida, foi o assunto mais divulgado do documento resultante da conferência, mesmo que estivesse expressa em apenas uma linha. A mídia fez eclodir o tema e assim começou o debate na sociedade. Nesse trabalho, as “ações afirmativas são entendidas como políticas públicas que pretendem corrigir desigualdades socioeconômicas procedentes de discriminação, atual ou histórica, sofrida por algum grupo de pessoas” (BERNADINO, 2002, pág. 256). É interessante esse conceito em dois pontos, primeiro, chama atenção para o momento – atual ou histórico – e segundo para quem se direciona – algum grupo de pessoas. Os deficientes físicos, por exemplo, são alvos de ações afirmativas com majoritário apoio da sociedade. Contudo, quando tratamos das ações revertidas para a população negra, o que se percebe é um grande tensionamento, visto que, o mito da democracia racial ainda é arraigado no contexto social. Segundo esse mito, as relações raciais no Brasil seriam harmoniosas, haja vista a celebração da miscigenação como símbolo da identidade nacional e que vivíamos em uma sociedade sem diferença entre as pessoas, quando analisamos sua condição racial, acrescentando a figura do pardo, pessoa que descende da mistura entre as raças. Dessa forma, Alberti e Pereira (2006) afirmam que é contra essa ideia difusa de "democracia racial" que a bandeira das cotas se dirige, pois ela implica necessariamente um reconhecimento das diferenças e a colocação da questão "quem é negro no Brasil?".  Tudo isso torna-se importante para refutar algumas ideologias formuladas no país que persistem até hoje A primeira é de que com a miscigenação nós democratizamos a sociedade brasileira, criando aqui a maior democracia racial do mundo; a segunda de que se os negros e demais segmentos não-brancos estão na atual posição econômica, social e cultural a culpa é exclusivamente deles que não souberam aproveitar o grande leque de oportunidades que essa sociedade lhes deu (MOURA, 1988, pág. 46).Isso também é motivado porque muitos justificam que não tivemos um regime político de apartheid como na África do Sul ou as conhecidas leis “Jim Crow” nos Estados Unidos. Mas o ministro do Supremo Tribunal Federal – STF, José Roberto Barroso, em seu voto pela constitucionalidade das cotas pontua que Nós não precisamos disso, porque aqui o racismo era tão estruturalmente arraigado que isso já acontecia naturalmente, independente de lei, como consequência da marginalização e do próprio sentimento de inferioridade que isso criava. Nós nos acostumamos com uma sociedade em que os negros eram tratados de uma maneira estratificada, hierarquicamente inferiores nas atividades que desempenhavam. Assim, acostumamo-nos que negros eram porteiros, faxineiros, pedreiros, operários; negras eram empregadas domésticas. Alguns chegavam a jogador de futebol (BRASIL, 2017, pág. 20)Voltando ao debate das cotas, após a Conferência de Durban acontece um processo de institucionalização e de transformação das reivindicações do movimento em políticas públicas. Se antes as cotas geravam mais dúvidas do que certezas dentro do movimento negro, percebeu-se que as mesmas não iriam acabar com o racismo no Brasil, mas as “ações de resistências só são possíveis se há crítica da realidade e, consequentemente, ampliação da consciência e necessidade de vislumbrar novos horizontes e superar limites que impediam realização plena de sua humanidade.” (ALMEIDA, 2009, pág. 820).

Resumen:

El presente trabajo, desde una discusión teórica, conceptual y bibliográfica, aborda la discusión en torno a la intervención social, anclando su sentido en el ideario de la modernidad. Al amparo de la cosmovisión moderna se abriga también a los Derechos Humanos, cuyo mandato universal converge en el quehacer de las disciplinas vinculadas a la intervención social, al amparo de los estados modernos. La discusión propuesta por el trabajo se ubica desde un diálogo contemporáneo, atalaya que sirve para observar al leviatán hobesmasiano y los enclaves de dispositivo que se generan a partir de estas lecturas, puestas en tensión con las voces que imprimen el carácter de dispositivo en las acciones desplegadas por la intervención social, negando la supuesta dicotomía entre una intervención social coercitiva y una emancipadora. Desde la voz propuesta por este artículo, la intervención social posee las posibilidades de convertirse en un ente catalizador, en la medida en que asume su pacto indeleble con los mandatos de los derechos humanos, entendiéndolos a estos como un pacto inacabado, capaz de ser revitalizado en un constante diálogo contextual, amplio y diverso, al interior de los procesos de intervención.La intervención social como construcción teórica en sus dimensiones éticas, epistemológicas y metodológicas, se erige para la disciplina del trabajo social como un hito fundante, fuente identitaria y leitmotiv de existencia de la disciplina (Saavedra, 2017). A este amparo, las problematizaciones necesarias que sitúen a la intervención social como objeto central de discusión, desde un trabajo conceptual, aportarán a construir acuerdos en torno a la indagación, caracterización y descripción de procesos de investigación e intervención en trabajo social (Cifuentes Gil, 2004) en particular y desde las ciencias sociales, en general. Aun cuando existen diferentes ópticas para situar a la intervención social, su surgimiento, caracterización y su relación con el trabajo social, diríase que hoy por hoy existe un consenso marcado por asumir que ambas poseen un vínculo indeleble, y ambas, desde la perspectiva asumida por este trabajo, son un fruto epocal: no existen fuera del contexto de la modernidad (Muñoz, 2011).El presente trabajo pretende desentrañar la relación que existe entre la intervención social y los Derechos Humanos, sirviéndose para ello de una discusión teórica y conceptual que permita caracterizar este vínculo, por medio de un análisis socio histórico situando a la intervención en su contexto de surgimiento y desarrollo. Para alcanzar este fin, el trabajo se propone un esquema analítico de problematización conceptual que avanza desde el situar a la modernidad y su consecuente caracterización, identificando y “aislando” a las que pueden ser vistas como fruto del ideario de la modernidad, a saber: estados modernos (o estados nacionales), derechos humanos e intervención social. Desde la perspectiva propuesta por este trabajo, estos tres elementos forman el triunvirato desde donde se ubicará el quehacer del trabajo social en la actualidad. Con regularidad se recurre a Habermas (1989) para hacer alusión a la modernidad como proyecto inacabado. Numerosos serán los autores y autoras que profundizarán en las mentadas promesas incumplidas de la modernidad (Bauman y Bordoni, 2016). Acá, la tesis de este trabajo propondrá entonces leer a los derechos humanos en esta misma clave: como proyecto inacabado.En los albores del siglo XXI, resulta imposible desconocer y no asumir los principales vacíos o flancos débiles que poseen los derechos humanos en tanto pretensión de norma de aplicabilidad universal y global. Una de las críticas quizás mejor conceptualizadas, detalladas y relevadas, es la que hará el filósofo italiano Giorgio Agamben en su obra Homo Sacer (1998), en donde, en términos muy generales y riesgosamente reduccionistas, diríamos que se caracteriza al homo sacer como a esos ciudadanos como a quienes se les ha privado (o negado) su condición de humano, y por consiguiente se les negará el “goce” de los derechos humanos: prisioneros de guerra, presos de Guantánamo, refugiados, torturados/as en Auschwitz, etc. Conocido es también el controversial artículo de Žižek (2011): En contra de los derechos humanos. Muy en el estilo del filósofo esloveno, este título ha de ser entendido más en el modo de una provocación de un titular sensacionalista, que como una prerrogativa imperativa a la abolición del pacto universal. Žižek plantea “los derechos humanos universales son de hecho el derecho de los varones blancos propietarios a intercambiar libremente en el mercado, explotar a los trabajadores y a las mujeres, y ejercer el dominio político” (p. 97), lógica que ha servido para justificar “las «grandes» intervenciones políticas que buscan una transformación global: las experiencias terroríficas del siglo XX” (p. 93), tales como las mentadas luchas contra el terrorismo, en donde además Žižek ve una doble cara en la dominación: la invasión territorial violenta y armada, a la vieja usanza y la manifestada por medio de ayuda humanitaria. Asumiendo estas críticas y otras a las que por extensión no haremos mención en esta oportunidad, estimo que el pacto universal de los derechos humanos ha de ser un pacto en revisión. Ha de ser entendido como un proyecto inacabado. Las características civilizatorias de la postguerra, de ese contexto en particular, resultan diametralmente diferentes a las que observamos en la actualidad, lo que necesariamente exige una revisión global, de lo que, a juicio de este trabajo, el pacto universal de los derechos humanos ha sido el acuerdo de mayor relevancia al que ha llegado nuestra civilización, hasta el momento. Ciertamente perfectible, revisable e integrando las criticas eurocéntricas, feministas, decoloniales, indigenistas, de revisión de privilegios de élites, de diversidades y un largo etcétera. Situando en el horizonte, que la revisión y revitalización de un nuevo pacto global será lo que nos pueda prevenir de la barbarie en cierne.

Resumen:

Como un efecto de la Pandemia COVID-19, las condiciones humanas de los pueblos en América Latina y el Caribe, se ven con más crudeza, la desigualdad se profundiza, los efectos en las pandemias preexistentes se revelan claramente como la violencia en contra de las mujeres, las prácticas de desigualdad entre los pueblos, la vulnerabilidad a las personas que buscan mejores condiciones de vida a través de la migración y los desplazamientos forzados, que les pone en circunstancias deshumanizantes, entre otros ejemplos. Si lo que queremos es atender y hacer efectivos los DDHH requerimos primero plantear como primer eje disminuir la desigualdad, atender la violencia, crear confianza y construir lazos de solidaridad y transparencia, a través del fortalecimiento de la participación ciudadana y el ejercicio pleno de los derechos. Cómo será posible crear confianza en un marco donde de forma persistente se vulneran los derechos humanos, como podemos construir puentes, si los lazos de justicia y los debidos procesos, la suficiente transparencia y servicio a la sociedad están rotos.La construcción de puentes de confianza, a través del diálogo, la sensibilidad para acompañar los procesos sociales y el fortalecimiento de la democracia son imprescindibles para avanzar en la justicia social y por ende en el ejercicio de los D.D.H.H., en un mundo donde la equidad no es el centro de la búsqueda;  el Trabajo Social como profesional esencial requiere construir un trabajo ético político colectivo entre regiones y en general en la Federación Internacional de Trabajo Social,  que nos ayuden a evidenciar y proponer alternativas para disminuir la desigualdad, lograr la justicia social y fortalecer la participación ciudadana en la construcción de la democracia internacional. La región de América Latina y el Caribe de la Federación Internacional de Trabajo Social puso énfasis en las actividades de aquellos derechos humanos más vulnerados como un ejercicio ético político de la profesión, es un tema además que nos ha tocado históricamente lidiar en América latina con las dictaduras y gobierno anti democráticos, colonialistas y patriarcales poco respetuosos de las diversidades culturales, étnicas y sexualidades, que hemos tenido.social y fortalecer la participación ciudadana en la construcción de la democracia internacional. La región de América Latina y el Caribe de la Federación Internacional de Trabajo Social puso énfasis en las actividades de aquellos derechos humanos más vulnerados como un ejercicio ético político de la profesión, es un tema además que nos ha tocado históricamente lidiar en América latina con las dictaduras y gobierno anti democráticos, colonialistas y patriarcales poco respetuosos de las diversidades culturales, étnicas y sexualidades, que hemos tenido.No podemos desconocer que hemos tenido estallidos sociales ante la amenaza de las garantías básicas de derechos, la insatisfacción de las necesidades mínimas, de convivencia y vida humana, la pandemia agudizo esta realidad y la profundiza. De ésta forma se evidencia, deja al descubierto el fracaso del programa Neoliberal. Ante estas condiciones, es un imperativo generar alianzas estratégicas con respecto a la denuncia, los pronunciamientos y las acciones locales, regionales e internacionales para mantener la fortaleza del trabajo colectivo creado a través de la autonomía, la procuración de justicia y otros ejes democráticos que nos permitan promover acciones.Dentro del ámbito jurídico, el Trabajo Social tiene gran relevancia, ya que con la investigación realizada y la aplicación de la metodología propia, aporta a los diferentes juzgados de la administración, procuración y de justicia, así como la defensa del trabajo, elementos específicos relacionados con el ámbito de desarrollo de las personas en un juicio, donde se analizan sus áreas próximas de interacción como la personal, familiar, comunitaria, laboral y social, así como el nivel socioeconómico en que se encuentren, su bienestar social y personal, con perspectiva de género y de derechos humanos.El reto actual de las personas a desarrollar una vida digna adquiere una mayor complejidad, en razón de las nuevas exigencias de una sociedad atravesada por la incorporación de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) a la vida cotidiana como herramientas facilitadoras de la accesibilidad y la participación de todas las personas en el ejercicio de sus derechos. Las TIC no constituyen un contenido, adquieren sentido cuando sirven para para resolver problemas, en un marco de colaboración y convivencia ética.En el informe se presenta un diagnóstico general de los efectos de la Pandemia COVID-19 en los diversos países que conforman la región.La formación de las generaciones actuales y futuras requiere de una visión transversal de los Derechos Humanos y planes de estudios cercanos a los códigos de ética que permitan intervenciones sociales más acordes a los tiempos actuales y más humanos. La presente ponencia pretende abonar a la reflexión de los DDHH como eje transversal de la formación las personas profesionales del Trabajo Social, con un enfoque basado en la definición de Trabajo Social propuesta por la Comité Latinoamericano y Caribeño de Organizaciones Profesionales de Trabajo Social y Asistentes Sociales.

Resumen:

A experiência de gestão das políticas públicas de educação superior indígena, recente no Brasil, tem no estado do Paraná sua referencia inédita e mais articulada do ponto de vista institucional, ainda que com imensas fragilidades e desafiadoras possibilidades (AMARAL, 2010). Entendemos que essa experiência tem em sua centralidade as trajetórias dos acadêmicos e profissionais indígenas e a organização das Instituições de Ensino Superior Públicas no Paraná, devendo esses percursos serem compreendidos e analisados como referências importantes para problematizar, propor e avaliar as ações realizadas e as que ainda não foram implementadas. A partir de diversas inquietações, definiu-se o objetivo de investigar as trajetórias formativas dos académicos e profissionais indígenas matriculados e egressos das Universidades Estaduais do Paraná, para compreender e analisar a constituição de um novo circuito de trabalho indígena.No Paraná, a política de educação superior indígena está orientada pela Lei n° 13.134/2001, alterada pela Lei n. 14.995/2006, que prevê aos povos indígenas residentes em território paranaense o direito de frequentar uma Instituição Estaduais de Ensino Superior (IEES), por meio de seis vagas suplementares em cada uma das sete Universidades Estaduais paranaenses, a partir de ingresso específico. Emergiu então o primeiro desenho institucional de política pública de educação superior indígena no país, seguido de outros formatos em diferentes Universidades (LUCIANO; AMARAL, 2021). A legislação garantiu também aos acadêmicos indígena o direito a uma bolsa auxílio cujo valor foi progressivamente elevado ao longo das duas décadas de vigência desta política.Os percursos e desafios desta política podem também ser analisados pelos dados que a caracteriza. Segundo dados sistematizados pela CUIA Estadual, no período de 2002 a 2020, das 693 vagas disponibilizadas para indígenas nas IES estaduais há atualmente 221 estudantes matriculados, 101 concluintes e seis falecidos. Foram totalizados 353 estudantes evadidos no período de 2002 até o ano de 2019,  o que representa 54% dos ingressantes até esse referido período (CUIA, 2019).Do universo de 101 indígenas formados nas IEES do Paraná, 63% encontra-se vinculado à área da Educação, seguida por 17% graduados em cursos da área das Ciências Sociais Aplicadas,  14% graduados pela área da Saúde, e 6% em outras áreas. Dos formados, 65,3% são mulheres e 34,7% homens e a maioria dos egressos é constituída por mulheres Kaingang, que, ao todo, representam 40,6% (CUIA, 2019).            A partir do ingresso na universidade, os estudantes indígenas passam a viver seu processo formativo em trânsito entre suas aldeias de origem e a cidade, a qual se apresenta em múltiplas facetas e possibilidades.  Nesse sentido, estes sujeitos são compreendidos por Amaral (2010) como sujeitos de duplo pertencimento, uma vez que carregam conceitualmente a lógica das possibilidades de permanência do e pelo estudante indígena na universidade, diante da permanente tensão e diálogo entre universos e sujeitos distintos e ao mesmo tempo relacionais. Se sentir indígena – Kaingang, Guarani ou de outro grupo étnico – e pertencente a uma comunidade é fundamental para esses sujeitos que passam a carregar consigo as possibilidades, expectativas, necessidades e relações de poder faccionais – dependendo do grupo familiar que estejam vinculados –, existentes em suas comunidades de origem. Constata-se que as opções profissionais realizadas pelos estudantes indígenas, bem como as relações de retorno à comunidade, construídas durante e após a conclusão do curso, estão vinculadas à constituição de um novo circuito de trabalho indígena. Desse modo, a centralidade desse circuito está na emergência dos novos profissionais indígenas recém-formados pelas universidades, bem como no acolhimento político-comunitário interno e na vinculação deles para ocupar espaços e postos de trabalho nas comunidades (AMARAL; RODRIGUES; BILAR, 2014). Um novo circuito de trabalho indígena passa a se constituir recentemente pela formação e profissionalização de indígenas na educação superior pública, instaurando um momento inovador na história do desenvolvimento social, cultural, político, territorial e econômico dos povos indígenas do Brasil, dependendo da direção, intencionalidade e qualidade deste processo formativo, bem como do nível das mudanças na cultura organizacional das agências oficiais ora existentes, a serem protagonizadas pelos novos profissionais índios. Emerge desta forma no Brasil o debate sobre a nova relação entre os povos indígenas e o Estado brasileiro (pós-Constituição Federal de 1988) e sobre qual política indigenista se quer desenvolver, tendo em vista a garantia da participação efetiva dos povos indígenas (LIMA, 2002).A partir de pesquisa em processo de realização junto aos profissionais indígenas egressos das Universidades Estaduais do Paraná[1], constata-se o interesse desses sujeitos pela ocupação de postos de trabalho principalmente no setor público, caracterizando-se a intencionalidade da formação de servidores públicos indígenas, mesmo que as decorrências desse interesse não se apresentem suficientemente debatidas. A ofensiva e a expectativa da ocupação dos postos de trabalho nessas instituições pelos novos profissionais indígenas podem provocar novos conflitos, consensos e concorrências locais, vindo a determinar reorganizações nas esferas e relações de poder nas comunidades. Na lógica da constituição de um circuito de trabalho especificamente indígena nas aldeias, um dos aspectos observados trata das expectativas e da relação dos povos e comunidades indígenas principalmente com a FUNAI e em outras instituições governamentais, fundamentalmente na gestão das políticas públicas.Trata-se não somente da constituição de um novo circuito de trabalho indígena, mas da possibilidade de construir, reconhecer e dar visibilidade à novas lógicas de gestão das políticas sociais públicas, mediadas por sujeitos pertencentes a diferentes grupos étnicos e que, mediados por seu duplo pertencimento, transitam por diferentes cosmologias e especificidades na organização social e política de suas comunidades. Importa revelar a emergência de um novo tipo de profissional que se reconhece indígena e que pode vir a assumir sua condição enquanto intelectual orgânico de sua comunidade e de seu grupo étnico (PAULINO, 2008), se reconhecendo em espaços contraditórios que não foram formatados para atender os interesses dos povos indígenas, mas que podem ser por eles ocupados e recriados. [1] Dados levantados e em processo de sistematização pela equipe do Projeto de Pesquisa “Os circuitos de trabalho indígena na educação e as trajetórias dos profissionais indígenas”, desenvolvido pela Universidade Estadual de Londrina.

Resumen:

La idea central de la ponencia es aproximarse a las intervenciones sociales desde la modalidad concreta de sus prácticas (González-Saibene, 2014) durante el contexto de pandemia el año 2021 en la comuna de Valparaíso, con especial énfasis en torno a las tensiones, transformaciones y giros en los medios materiales y simbólicos de las prácticas de intervención desarrolladas en un programa para mujeres sobrevivientes de violencia sexual. El objetivo es analizar las relaciones y estrategias de trabajo que implicaron tales tensiones, transformaciones y cómo las condiciones materiales y simbólicas, como el conocimiento tanto de profesionales como de las mismas mujeres atendidas impactaron en la propia intervención durante el contexto de pandemia el año 2021, lo que permite atender también a la dimensión epistemológica de las propias intervenciones sociales.Desde las prácticas de reparación se analiza e interpela el objeto y objetivo de la intervención en violencia sexual, preguntándonos acerca de las transformaciones en contexto de pandemia en torno a ¿cómo se construye el proceso de reparación? ¿quién o quiénes reparan? ¿qué reparamos en violencia sexual? ¿desde dónde se construye esa reparación?. La ponencia es una reflexión personal disciplinaria que sintetiza y problematiza conversaciones colectivas desde un contexto histórico y político especifico al desarrollo de prácticas de intervención del trabajo social en reparación de violencia sexual. La importancia de detenernos a mirar las transformaciones del objeto de intervención en contexto de pandemia, primeramente, guarda relación en tanto eje, articula nuestra práctica profesional, permitiendo saber cuáles son y qué contradicciones la atraviesan (González-Saibene, 2007).A partir de estas orientaciones, nos situamos en un escenario donde cobra sentido la intervención según Karsz (2007) nutrida desde la historia, donde no es solo contexto, sino materia del trabajo social y producción de prácticas. Esto porque la búsqueda de sentidos para las mujeres en relación a la violencia sexual vivida, presentada como un continuo de espacio tiempo, pasado o presente, requiere desde el profesional interviniente aproximarse a identificar cuál es el mejor lugar que esa mujer individual y colectivamente quiere ocupar para resignificar su experiencia, entendiendo a esta según Modonessi (2010) como un mecanismo de mediación e interlocución entre la integración subjetiva de las relaciones productivas y su proyección social, política y cultural, en tanto se dispone a comportarse como clase, en tanto la experiencia designa la incorporación o asimilación subjetiva de una condición material o real.Por tanto, el lugar de la experiencia es fundamental en cuanto la categoría “mujeres agredidas sexualmente” leídas como sujetas socio históricas tendrán acceso a mayores o menores repertorios teóricos y políticos desde los cuales construir esos sentidos, así como quienes intervienen también ocupan un lugar desde el cual acceden a ciertos saberes y a otros no para acompañar ese proceso. Este escenario puso en tensión al trabajo social en cuanto ubicar sus prácticas situadas en un contexto de pandemia donde el sentido de la experiencia de violencia sexual repercutió en el presente inmediato de las mujeres, donde elementos asociados al aislamiento, precarización, incertidumbre y dolor aumentaron significativamente, lo que conllevo reparar desde la búsqueda de sentidos en el pasado para reinterpretarlos en su presente. Otro de los elementos que tensionaron al trabajo social estuvo dado por el uso de la virtualidad que rompe con la brecha impuesta sobre lo tecnológico como un mundo de hombres, donde las mujeres se ven enfrentadas a resolver y relacionarse desde el celular, el computador y a través de una pantalla para sostener un proceso reparatorio en violencia sexual. Una de las frases más habituales por las mujeres al inicio de los procesos reparatorios que se sostuvieron de manera remota fue: “es que lo tecnológico no es lo mío”, lo que advertía una atención que estaba antecededida por la presencia de dificultades a priori y por un sentido de hacer uso de algo ajeno “lo tecnológico” ¿de quién o quienes es “lo tecnológico”?. Es posible entender que “lo tecnológico” es propio de todo aquello que no entra en la categoría mujer, y menos aquella mujer pobre, agredida y sujeta de atención de un centro de reparación en violencia sexual, la mujer subalterna, según lo cual se construye a partir de una subjetividad determinada por su potencial transformador por medio de la conciencia y la acción política (Modonessi, 2010). En este habitar hay un ejercicio importante en cuanto a que las condiciones sobre las cuales lo tecnológico se ha construido como algo inaccesible e inentendible, en cuanto hay un lenguaje virtual no conocido por las mujeres, pero además hay una materialidad que no es posible acceder por los altos precios de los aparatos tecnológicos, pero además de las condiciones materiales que favorecen o no esas conexiones y esa relación virtual. 

Resumen:

La ponencia se ubica en la línea de presentación de hallazgos empíricos de una investigación. Aborda las formas que asume el trabajo en el Chile neoliberal, a partir de las experiencias cotidianas de 4 trabajadores: trabajadora de supermercado, trabajadora del conocimiento en la universidad, trabajador de plataformas rappi y una trabajadora social del Estado que interviene desde la política pública. La mayoría mujeres, vivencian las discriminaciones propias del genero y la clase, pero también lo vivencian aquellas que poseen mayor cualificación y formación. Por su lado,  el varon migrante del trabajo con plataformas de alimentación, en cambio, sufre los abusos de las aplicaciones derivadas de la revolución científica. La ponencia da cuenta de las transformaciones en curso que unen a estos 4 tipos de trabajadoras: precarización y bajos salarios, lo cual es fuente de la superexplotación, concepto central de Marini. La ponencia abordará los trazos socioeconómicos y políticos más estructurales que han incidido en instalar y profundizar esta dinámica en Chile, incorporando un análisis histórico interno del pais, por ejemplo la dictadura y como esta impactó en las normativas juridicas que rigen el país, a través de la Constitución, las leyes del trabajo, el desmantelamiento del sindicalismo, entre otras cosas, etc. Como es sabido, desde fines de los años 70, la dictadura civico militar se dedicó a perseguir a dirigentes políticos y militantes de las izquierdas comunista, socialista y el Movimiento Revolucionario MIR, en paralelo se encargó de descabezar a los dirigentes sindicales y los y las trabajadoras organizadas. Una vez aprobada la Constitución de 1980, a través de un plebiscito fraudulento, se consagró el debilitamiento y desmembramiento de la fuerza sindical, actor central de las luchas populares que llevaron a Salvador Allende al triunfo del gobierno en 1970. La forma de debilitar y casi anular la actoría sindical fue a través de medidas que prohibieron la negociación colectiva por rama, y en particular permitir que la existencia de varios sindicatos en una empresa, con bajo nivel de afiliación, el reemplazo de los y las trabajdores en huelga, entre otras medidas contrasindicales. Esto fue solo una parte de las medidas impulsadas y que se sumaron a otros cambios sustantivos de los pilares de la sociedad previo a 1973. Este escenario se mantuvo durante toda la dictadura y desde 1990, los gobiernos ligados a la Concertación, se dedicaron a administrar el modelo más que a recobrar el protagonismo de las organizaciones de trabajadores para incidir en los cambios para transformar las bases neoliberales instaladas.A lo anterior, se suman las tendencias internaciones respecto de estas transformaciones sufridas por el capitalismo para recomponer la acumulación. Desde 1970 y con la crisis, el capitalismo requirió hacer cambios para retomar la tasa de ganancia, y para ello debió flexibilizar , incorporar mayor tecnología, cambiar las formas de gestión y organización del trabajo. Del modelo fordista-taylorista se transformó en toyotismo que profundizó formas de explotación de la clase trabajadora a favor de los intereses del capital. En ese contexto, las actuales tendencias del trabajo, ya lo ha planteado Antunes, tiende a la precarización con bajos salarios, en contexto de revolución tecnológica, cuestión que en pandemia profundizó la superexplotación y la intensificación del trabajo, sobre todo en la región latinoamericana, claramente de economías periféricas y dependientes de la economía mundial. La idea central es mostrar las características del trabajo, su impacto en la organización de los y las trabajadores y en la subjetividad de estas/estos en el Chile neoliberal, esto significa, dar cuenta de las caracteristicas de la precarización, cuyo impacto en las mujeres es mayor.La ponencia, metodológicamente se plantea, a partir de la construcción del problema recurriendo a fuentes secundarias, documentos y de relatos de actores relevantes como parte de los casos elegidos. En segundo lugar, se muestra un corto documental realizado a partir del seguimiento y relato en primera persona por parte de los, las y les trabajadores como un modo de complementar la problematización teorica y los hallazgos empíricos del tema de la desigualdad en curso, en medio de trabajo precario. Entonces, la presentación de la ponencia incorpora el texto elaborado de la ponencia y la reflexión del corto audivisual de pocos minutos como una modalidad distinta a la que expresa solo una ponencia.

Resumen:

Crise do capital, pobreza e desigualdade social no Brasil: Bolsonaro e a pandemiaO objetivo desta pesquisa é apresentar as principais medidas implementadas pelo                                                                                       governo federal no Brasil no ano de 2020 e 2021, para minimizar os impactos da pandemia da Covid-19. Em linhas gerais, a partir da decretação do quadro de pandemia provocado pela disseminação do novo coronavírus (SARS-Cov-2) se fez necessário diminuir a circulação e impedir aglomerações de pessoas, com a finalidade de impossibilitar o maior contágio e transmissão do vírus. Consequentemente, isso ocasionou uma elevada pressão sobre o sistema de saúde, impactando na economia, as relações de trabalho, o cotidiano e nossa sociabilidade. A metodologia utilizada consistiu em uma pesquisa documental com dados que não receberam até o momento análise ou que puderam ser desenvolvidos conforme os objetivos da pesquisa tais como matérias jornalísticas, sites do governo federal e sites de órgãos não governamentais. Na particularidade brasileira, as ações do governo federal no ano de 2020 e 2021 em resposta as implicações causadas pela pandemia, primordialmente, aos mais pobres, representados em sua maioria no país por negros, jovens e mulheres, foram ineficazes para conter o agravamento da pobreza e miséria. O resultado foi um aumento exponencial e um agravamento da crise do capital que se arrastava desde 2015 no país. Como consequência, o crescimento do desemprego, da informalidade, desalento e subocupação da força de trabalho, fechamento e endividamento de pequenas e médias empresas,  redução salarial,  flexibilização da renda e dos contratos de trabalho provocaram o aumento do quadro de pobres e extremamente pobres nas várias regiões do país. Corolário dessa situação é a presença de milhares de brasileiros vivendo em situação de insegurança alimentar, padecendo com a fome e condições precárias de subsistência. Para minimizar tais impactos, o governo Bolsonaro adotou algumas medidas como  o Auxílio emergencial, o Programa Emergencial de manutenção do Emprego e da Renda (BEm) e o Programa Nacional de Apoio às Microempresas e Empresas de Pequeno Porte (Pronampe) e, por fim, o Programa Auxílio Brasil, em substituição ao Programa Bolsa Família implementado pelos  governos petistas.  No entanto, nenhuma das medidas tiveram continuidade, exceção para o Auxílio Brasil, criado no final de 2021, ainda não sendo possível sua análise. Ou seja, durante o período da pandemia nenhuma das políticas adotadas pelo governo federal reverteu os quadros de pobreza e miséria. Pelo contrário, acentuou a fome, a desigualdade social, o desemprego e a informalidade reafirmando a histórica desigualdade social, economica e regional presente na formação social brasileira. Por outro lado, a crise do capital aprofundada em 2008, mostra seus sinais vitais no Brasil a partir de 2013 e vai se arrastando até os dias atuais, exigindo dos governos uma política de arrocho salarial, de penalização dos mais pobres para atender aos ditames dos organismos internacionais representantes do capital nacional e internacional. Em nome da política de ajuste fiscal e estrutrural, o governo brasileiro vem apostando na defesa de politicas de desproteção social, ao mesmo tempo que estimula a ideia da patria emprendedora e individualizada. Nesse caso especifico, a proteção social se configura na perspectiva de uma ação centrada na ausência de construção do Estado social para a defesa de um Estado asentado nos preceitos da liberdade e da propriedade privada da ordem burguesa. Ademais, cabe destacar que a necessidade de garantir as taxas de lucro do capital tende a exercer uma contracão sobre o gasto público, ou melhor dizendo sobre politicas sociais. No máximo estas são toleradas para minimizar os impactos da pobreza e da extrema pobreza, revelando-se como políticas de viés residual e focalizado, como evidencia o Programa Auxilio Brasil. Os valores pagos, em torno de 400 reais, equivalente a  80 dólares, não é suficiente para garantir a sobrevivência mínima de uma família de quatro pessoas e o fato dele atender a 17 milhões de familias atesta em si que o Brasil vive hoje uma realidade inconteste do agravamento do quadro de desigualdade social reforçado, ainda mais, pela pandemia e por um governo que reproduz a lógica neoliberal de forma obediente e sem contrariar seus preceitos. Outro aspecto importante a ser destacado é o aumento da inflação. Sua incidência sobre os produtos da cesta básica tem afetado a classe trabalhadora resgatando a fome como um dos maiores problemas da realidade nacional. Um paradoxo assentado sob a produção abundante de alimentos via agronegocio com lucros que ultrapassam os 10 bilhões de dólares enquanto metade da população brasileira não tem acesso a três refeições diarias. Diante do exposto, podemos concluir que a desigualdade social se agrava com a pandemia no Brasil tendo em vista o aumento do desemprego, da informalidade, da redução da renda, do subemprego, da alta inflacionária e da fome e insegurança alimentar. Tais fatos se agravam com a politica econômica do governo federal que continua a defender politicas pobres para os trabalhadores e politicas opulentas para o capital. 

Resumen:

 A presente proposta de apresentação livre trata de comunicação de pesquisa científica e contempla o eixo temático 2. Desigualdades Sociales, Pobreza y Protección Social. Trata-se análise comparativa do papel dos (as) conselhos  tutelares (CTs) do Distrito Federal (e dos conselheiros que os materializam) e analisa dois mandatos, exercidos nos períodos de 2009 a 2012[1] e 2016 a 2020. Aspectos metodológicos da pesquisa: O aspecto temporal da pesquisa realizada em dois momentos diferentes permite a comparação das conjunturas e dos desafios impostos aos conselheiros em cada momento histórico. A primeira fase da pesquisa teve por objetivo entender como ocorria a consolidação da rede de proteção integral à infância e à adolescência, através do estudo do papel dos Conselheiros Tutelares no Distrito Federal. A análise focou os dois Conselhos Tutelares da Região Administrativa (RA) do Plano Piloto, que são o Conselho Tutelar Brasília I e o Conselho Tutelar Brasília II (Asa Norte e Asa Sul respectivamente). A amostra correspondeu a 6% do conjunto de 33 Conselhos Tutelares existentes no DF à época. A amostra de conselheiros entrevistados foi de 6% em um universo de 33 Regiões Administrativas e 170 Conselheiros. Na segunda fase da pesquisa o objetivo foi responder à seguinte questão: qual é o papel dos Conselheiros Tutelares do DF na proteção, promoção e defesa dos direitos de crianças e adolescentes? Como ocorre a atuação dos (as) Conselheiros (as) Tutelares do DF e como estes (as) tem avançado em suas práticas de acordo com a legislação, com as correlações de forças que afetam as políticas públicas e os processos de decisão e implementação de políticas públicas, tanto no âmbito do poder executivo como do poder legislativo nas esferas local, distrital e federal? Os diretos de crianças e adolescentes brasileiros figuram como direitos humanos fundamentais inscritos no Artigo 227 da Constituição federal de 1988 e nos 267 artigos da Lei 8.069/1990 Estatuto da Criança e do Adolescente. Os conselhos tutelares são órgãos responsáveis pela proteção integral de crianças e adolescentes no Brasil segundo o previsto na Lei Federal 8.069/100 - Estatuto da Criança e do Adolescente – ECA. Considerada como uma das leis mais avançadas do mundo por contemplar os pactos e dispositivos internacionais com suas recomendações no tocante à proteção integral de seu público alvo (crianças e adolescentes ou crianças enquanto menores de 18 anos segundo a Convenção da Organização das Nações Unidas sobre os direitos da criança) a Lei 8.069/1990 – ECA prevê múltiplas formas de participação comunitária incluindo desde o princípio da corresponsabilidade de todos(as) os(as) cidadãos(ãs) na proteção dos sujeitos crianças e adolescentes à participação de agentes comunitários na proposição e na implementação de políticas públicas destinadas a esses segmentos. A implementação da política pública de proteção às crianças e adolescentes se dá mediante a operacionalização de uma Rede de Proteção materializada sob a forma de Sistema de Garantia de Direitos da Criança e adolescente – SGDCA,  que articula no seu seio as seguintes políticas: Sistema educacional, Sistema Único de saúde – SUS, Sistema de atendimento socioeducativo, Sistema de justiça e segurança pública e Sistema único de assistência social – SUAS. Os conselhos tutelares são órgãos permanentes e autônomos, não jurisdicionais e encarregados pela sociedade civil de zelar pelo cumprimento dos direitos da criança e do adolescente definidos na Constituição federal e no ECA. Os conselheiros são eleitos em eleição nacional unificada a cada 4 anos, no primeiro domingo do mês de outubro do ano subsequente ao da eleição para a presidência da república ocorrida em cada município do país, (Artigo 139-ECA).  A análise em questão pretende tratar dos seguintes aspectos concernindo o papel dos conselhos (e dos conselheiros tutelares) : perfil etário, origens dos conselheiros, motivações que os levam a buscar a eleição e o exercício da função, relação entre as causas da infância e da adolescência  e a re-moralização conservadora da sociedade pela via religiosa, desafios conjunturais e aumento das expressões da desigualdade social a partir de 2015 e a escassez de recursos orçamentários, questão salarial e direitos trabalhistas dos conselheiros, lobbies e articulações com os poderes executivo e legislativo a nível local, distrital e nacional, conhecimento do ECA, das políticas públicas e dos fundamentos das garantias de direitos, politização da função de conselheiro tutelar e ambições pessoais dos conselheiros. O trabalho pretende ainda apresentar conclusões que apontam para o desafio da retomada do conservadorismo em democracias recentemente consolidadas como o Brasil. A perspectiva das democracias iliberais, de componentes altamente inigualitário, racista, misógino, néopatrimonialista e avessas ao reconhecimento dos direitos e das diferenças são o quadro teórico a partir do qual se conduzira a análise. Também se discutirá a legitimidade do governo assumido por Michel Temer a partir do golpe que resultou na destituição da presidente Dilma Roussef e a imposição de um novo programa de governo, não legitimado pelas urnas e que resultou no assalto ao Estado social em construção no Brasil com seus impactos especialmente sobre a proteção à infância, à adolescência e à juventude brasileiras.  [1] Os dados referentes ao mandato de 2009 a 2012 foram coletados por Wagner e analisados por Wagner e Ailta Barros de Souza (2011). Um dos produtos de tal pesquisa foi o Trabalho de Conclusão de Curso intitulado “Tecendo teias para a cidadania: o papel dos conselheiros tutelares na consolidação da rede de proteção integral da infância e da adolescência”, Vanessa Raquel Wagner, Monografia de Conclusão de curso de graduação, Universidade de Brasília, Departamento de Serviço Social, Brasília, 2011, disponível em https://bdm.unb.br/bitstream/10483/2108/1/2011_VanessaRaquelWagner.pdf. O segundo resultado foi o artigo intitulado Public Policy Networks and Child Protection Councils in the promotion and defense of the rights of children and adolescents by Ailta Barros de Souza e Vanessa Raquel Wagner, publicado em The Korea Institute for Health and Social Affairs. (Org.). 제 16 장 아동 및 보육서비스. 1ª Ed. SEUL: KIHASA & Namam publishing house, 2018, V. 1, pp. 385-406.