Resumen:

La presente ponencia tiene por objetivo describir las características históricas y sociales que hacen de la ciudad de Cali – Colombia un escenario urbano de marginalidad social, el cual se ha estructurado a partir de la segregación espacial de su población y el sostenimiento de la vulnerabilidad y desigualdad en zonas periféricas durante décadas. Como punto de referencia se tomarán en cuenta dos comunas de la ciudad que son la 1 y la 21, ubicadas en la zona oriente y oeste, donde confluyen características de exclusión, bajo índice de necesidades básicas insatisfechas, altas tasas de desempleo, inseguridad y múltiples conflictos urbanos.Los datos que se ponen en discusión hacen parte del desarrollo de la investigación doctoral titulada “Construcción social diferenciada de barrios periféricos en la ciudad de Santiago de Cali, Colombia: estudio de caso de los barrios Suerte 90 y Terrón Colorado”, por lo cual son producto de la revisión documental y de archivo sobre las dos comunas donde se ubican estos barrios, además del acercamiento de campo que tiene la autora desde el ámbito académico y de experiencias laborales previas. Para desarrollar el objetivo del documento se iniciará presentando el marco de referencia teórico-conceptual sobre el que se desarrolla este análisis, el cual parte de los nuevos estudios urbanos, particularmente los que explican la nueva desigualdad social en las ciudades contemporáneas de finales del siglo XX e inicios del siglo XXI. Además de retomar conceptos claves como segregación, marginalidad y periferias urbanas. Desde esta perspectiva se reconocen las semejanzas de una ciudad como Cali con las condiciones socio espaciales de otras ciudades en Colombia y Latinoamérica, reconociendo que el espacio físico y social es reflejo de estructuras macrosociales que se yuxtaponen con los procesos sociales particulares de un contexto determinado, por lo que hablar de la realidad de esta urbe es una manera de la hablar de la realidad de la ciudad latinoamericana.Posteriormente se describirán las características de configuración de la ciudad a la luz de las similitudes con el proceso de crecimiento urbano latinoamericano y colombiano, explicando que la expansión acelerada y las causas asociadas a la migración campo-ciudad junto con la naciente industrialización fueron compartidas en el continente, pero a la vez eran consecuencia del avance del modelo de producción socioeconómico que estaba avanzando en el mundo. Luego se conectará este proceso con la cuadricefalia urbana que se desarrolla en Colombia, donde el crecimiento acelerado se centra en cuatro ciudades, y de ahí se pasa a explicar la historia de consolidación de Cali durante el siglo XX. En concreto sobre Cali se explicará cómo se da el proceso de la expansión y crecimiento a raíz del desarrollo del Ferrocarril del Pacífico, la migración masiva a causa del conflicto armado a mediados del siglo XX, que luego se transforma con la desindustrialización en la tercera mitad de ese siglo, para explicar la expansión de las zonas periféricas entre los años 70 y 90 donde aparece además el déficit habitacional. Por último, se describirán las características actuales de la ciudad en el siglo XXI, donde además de mantener procesos formales e informales de planificación urbana, se detallan las nuevas dimensiones de la segregación, las periferias y sobre todo la diversidad étnica y racial que caracterizan la población caleña y les determina una posición histórica en el espacio social. Los datos históricos, socioeconómicos y físicos sobre las comunas 1 y 21 serán los que permitirán visualizar en este caso particular las nuevas realidades urbanas, espacios sociales donde permanecen la desigualdad y marginalidad que se acrecentaron desde los años 70 pero que ahora se profundizan, además que se enfrentan a nuevos conflictos urbanos donde no sólo se discute la justicia espacial, el derecho a la ciudad, sino también el poder del capital financiero en la planificación urbana, donde los grandes proyectos de renovación o gentrificación se disputan lugares que históricamente han sido tomados a la fuerza y legalizados entre la población y la regularización posterior que generó el Estado. Finalmente se enfatizará en la importancia de pensar teóricamente la realidad de la ciudad latinoamericana, sobre todo desde el Trabajo Social, pues el surgimiento de la profesión se da en el marco de la consolidación del modo de producción capitalista a inicios del siglo XX, es decir que, para ese momento la ciudad no sólo fue un laboratorio de investigación social sino el escenario de las primeras intervenciones estatales sobre la cuestión social, que posteriormente llevaron a la institucionalización de la profesión como mediadora entre el Estado y la ciudadana a través de las políticas sociales. En este sentido, reconocer las problemáticas urbanas y las características diversas de la población es un paso necesario para pensar, implementar y proponer nuevas políticas de ciudad, donde el Trabajo Social debe problematizar su papel histórico en la funcionalidad de un orden social desigual, ejecutando programas de renovación urbana en el que actúan desde el nivel técnico de los psicosociales y desconociendo las arbitrariedades que se gestan desde la institucionalidad y el Estado, bastante alejadas de la realidad urbana de los barrios y comunidades. 

Resumen:

Con la presente ponencia buscamos dilucidar aspectos conceptuales, partiendo de una exploración teórica en torno a la vivienda, el hábitat rural y las unidades domésticas campesinas, entendiendo a las mismas en una relación de subordinación o subsunción al capital que tiene diversas formas de expresión socioespacial.Producción del hábitat en la ruralidad.La construcción de la vivienda campesina en América Latina se ha realizado históricamente como producto del trabajo familiar sin la mediación directa de las relaciones capitalistas de producción, predominando un régimen por auto-construcción espontánea. Es decir, se trata de viviendas construidas por sus habitantes, sin aparente movilización del mercado de mano de obra y del mercado de materiales de construcción: “la vivienda adquiere una dimensión que depende de los lazos establecidos entre el morador y el medio ambiente social” (Fals Borda, 1963, p. 81), por tal razón podemos hablar de una relación mutuamente constitutiva entre la casa y sus habitantes (Haber, 2016). La vivienda es entonces una actividad más del autoconsumo familiar y su proceso de producción parte de las racionalidades y lógicas propias de la reproducción campesina, no intervienen a priori de la misma manera las relaciones de producción típicas de la vivienda social urbana (Lenzi, 2017).Observamos que la producción habitacional campesina integra las esferas de la producción y el consumo, convirtiendo a la vivienda en un medio de trabajo, organizando el espacio de reproducción social de la familia y las necesidades funcionales de la producción. Es así que las formas de habitar adquieren una triple funcionalidad: por un lado residencial, por otro lado económico-productiva y por último organizativa (Garay, 2019; Lenzi, 2017; Cejas, Mandrini, Laria, 2019). La vida campesina no se encuentra aislada del modelo de acumulación capitalista hegemónico, ni de las intervenciones estatales ni de las relaciones de poder que transcurren en los territorios. Estas situaciones interfieren, alteran y someten a las lógicas de organización y reproducción campesinas. Incluso las modificaciones en las relaciones de producción vigentes implican cambios en las espacialidades y una reorganización de las formas de producción de la vivienda y el hábitat (Quevedo, 2019).En este marco, inscribimos la categoría de hábitat rural, que tomamos de Garay (2019), quien establece que:“se entenderá al Hábitat rural como el conjunto de manifestaciones materiales e inmateriales que contienen a las actividades humanas de salud, educación, trabajo, tierra, vivienda y recreación, en entornos de ruralidad, el cual está caracterizado por ser dinámico ya que es el resultado de las intervenciones de los pobladores, el Estado y el mercado, las cuales responden a pautas culturales y sociales que tienen diferentes lógicas” (p. 6).Entendemos  al hábitat rural no sólo como un entorno geográfico sino como un espacio dinámico que contiene un conjunto de prácticas e interacciones de diferentes actores sociales con lógicas de producción y reproducción social que persiguen fines disímiles ya sea para la acumulación capitalista, para la satisfacción de las necesidades y la reproducción de la vida, o para la regulación del espacio, las relaciones o los conflictos sociales. A la vez, referimos al hábitat rural como un espacio para la vida campesina en el que la reproducción cotidiana de la existencia adquiere una forma de territorialización particular, en el marco de una red relacional común en la que se integra la vivienda a partir de sus múltiples funcionalidades, conjugando las prácticas domésticas con las productivas.Las unidades domésticas campesinas. Hablamos de economías domésticas de subsistencia por la importancia que adquiere el grupo familiar y los vínculos instituidos en torno a la cooperación para garantizar su producción y reproducción de la existencia. Estas economías mantienen particularidades propias, se encuentran centradas en las necesidades de la familia y en relaciones de producción no capitalistas, pero forman parte integral del capitalismo periférico y del sistema capitalista mundial. Esta situación se produce ya que para el capital es más redituable la preservación de las mismas antes que su destrucción, así pueden ser mejor explotadas (Martins de Carvalho, 2012; Paz, 2016; Martínez Coenda, 2019). Podemos describir a las UDC a partir de las siguientes características (Paz, 2016; Pessolano, 2018):-son explotaciones en pequeña escala, -realizan uso del trabajo familiar,-por intermedio del grupo doméstico acceden a la tierra y los medios de producción-poseen el control formal del proceso productivo-sus ingresos principales derivan de la producción agro-pastoril-no realizan acumulación de capital  En el marco de las UDC se sostienen prácticas históricas, intencionalidades específicas y una racionalidad económica propia, que algunos autores denominan como especificidad campesina (Martins de Carvalho, 2012), con relaciones sociales de producción no capitalistas, siendo resultado de las mismas las mercancías de origen campesino, que no persiguen la valorización del capital.No obstante no son economías autoabastecidas ni autárquicas, intercambian sus productos en el mercado y acceden a otras mercancías de origen capitalista, para su subsistencia a través de la mediación del dinero como medio de cambio, por lo tanto hablamos de economías mercantiles. Además diversifican sus fuentes de ingresos a partir de la venta estacional de la fuerza de trabajo y otras estrategias relacionadas a las actividades productivas del capitalismo periférico.Con estas consideraciones, reconocemos que las economías domésticas se encuentran subsumidas y explotadas por el capital “(...) a través de mecanismos indirectos que respetan (y reproducen) el carácter no capitalista del proceso laboral doméstico, como la compra y venta de productos, el otorgamiento de créditos y la contratación estacional de parte de la fuerza de trabajo” (Gordillo, 1992: 51). Es así que las UDC se encuentran sobreexplotadas y generan un plusvalor que no es apropiado por ellas, sino que se inserta en mecanismos de acumulación de capital (Martínez Coenda, 2019). Aún así, el carácter indirecto de los condicionamientos les permite crear ámbitos de relativa autonomía para garantizar su subsistencia a pesar de la explotación capitalista (Barri, 2013; Paz, 2016).

Resumen:

En este trabajo abordamos reflexiones sobre la conformación de redes de solidaridad y cooperación que se gestan en (y entre) grupos de mujeres barriales y campesinas que residen en diferentes lugares del noroeste de la provincia de Córdoba, que a su vez se re-tejen en estrechos vínculos de colaboración con mujeres que habitan el Chaco Americano. Nos proponemos trazar un diálogo entre las luchas por la sostenibilidad de la vida y el cuidado de los territorios, incluyendo los territorios cuerpos, a partir de los lazos tejidos. Recuperamos aportes de los feminismos decoloniales y comunitarios; las prácticas colaborativas y saberes colectivos que despliegan al interior de los territorios de proximidad y con otros espacios más amplios, ya que es a partir de sus narrativas personales y colectivos que se presenta la fuerza y la potencialidad de estos vínculos fértiles para la transformación social en espacios rurales y campesinos. Pensar el cuerpo como territorio, posibilita reflexionar respecto de cómo la violencia deja huellas en los cuerpos de las mujeres desde la usurpación y expropiación de los territorios por parte de los agentes extractivistas/ empresas/Estado. En estos territorios vemos desplegados diversos mecanismos de desterritorialización, desde la cooptación, la coacción y la división de las comunidades, hasta el desplazamiento forzoso de quienes históricamente se identifican con el territorio (Salazar, 2017).La ocupación territorial dentro de estas lógicas ha implicado el control y la violencia sobre los cuerpos de las mujeres, remitiendo a una visión hegemónica de territorio como lugar a ocupar y poseer.En este contexto, son las mujeres rurales quienes se ocupan y recae, en mayor medida, la responsabilidad en el cuidado de las personas de la comunidad, la alimentación de sus familias, del cultivo y cuidado de pequeños animales para el autoconsumo, los intercambios y la comercialización de algunos excedentes de sus huertas (Vivas, 2012). Ocupando gran cantidad de tiempo en la reproducción tanto material como simbólica de la vida, que permanece en una esfera privada e invisible. Trabajos que se incrementan con el avance de la frontera agrícola extractiva se reflejan en los relatos de las mujeres que demandan frente al agotamiento de los pozos de agua, debiendo ir cada vez más lejos o asumiendo grandes costos para su obtención; lo mismo sucede con la recolección de leña, de frutos del monte para su consumo o producción de conservas, etc. Dado que el capitalismo se orienta a la producción para el mercado, el trabajo doméstico- también denominado trabajo de cuidados- no se contabiliza como tal, o aún cuesta que sea considerado trabajo en muchos ámbitos (Federici, 2013). Estas dinámicas implican no solo una sobrecarga de trabajo de cuidados que asumen las mujeres, sino también un incremento del estrés y la ansiedad, dada la dificultad creciente para resolver las responsabilidades de reproducción social que recaen sobre ellas de forma invisibilizada. Es así, que la crisis acentuada por la pandemia de covid-19, puso en evidencia la importancia del trabajo de cuidados en los hogares y fuera de ellos y la necesidad de adoptar medidas para redistribuir esta carga. A su vez, surge cómo una necesidad urgente la creación y/o consolidación de redes de solidaridad, cooperación y comunicación entre mujeres y sus grupos, que permitan el acceso a la información y al conocimiento, la visibilidad de las situaciones críticas y la exigibilidad de derechos a través de acciones colectivas, en pos de acortar las brechas de las desigualdades.Consideramos que las mujeres al encontrarse, conectarse y poner en común sus experiencias e historias de vida, van identificando que muchos de las vivencias, de los malestares y dificultades son similares. Es decir en el encuentro se crea un proceso de reconocimiento por el cual lo que pareciera ser vivido de manera individual también es compartido por otras mujeres. En dichos espacios de encuentro, basados en el diálogo y la escucha se generan transformaciones en las subjetividades de las mismas tanto individual como colectiva repensando de esta manera sus vidas cotidianas y sus problemáticas. En este permanente intercambio se comienzan a profundizar los cuestionamientos sobre lo que pareciera “naturalmente establecido” impuesto por el patriarcado y un modelo de desarrollo que impacta directamente sobre los territorios – cuerpos. De esta forma, es comprendido lo que vivimos en las historias, en las narrativas que (nos) contamos. Porque cuando re-volvemos, re-revisamos, re-escribimos y re-contamos las historias, transformamos y/o potenciamos nuestra percepción. Todas y cada una de las participantes pueden reconocer, adoptar o elegir nuevas perspectivas en relación al tema en debate. Aprender que distintos y múltiples diálogos internos e íntimos se pueden volver públicos y nutrir una mirada colectiva a cerca de la multiplicidad de situaciones que atraviesan nuestros territorios y proponer alternativas que coloquen la reproducción de la vida en el centro del debate. Lo que a veces puede parecer un dilema cerrado es posible transformarse en una oportunidad para nutrir puntos de vista y pensamientos. Al brindar espacio para que las diferentes voces con perspectivas diferentes sean escuchadas y recibidas, es posible que las personas desarrollen aprobación o duda. Pueden ampliar su curiosidad de saber porque perspectivas similares conducen a pensamientos similares, pero también diferentes.En este sentido, las iniciativas emprendidas por mujeres son claves para imaginar y crear sociedades más equitativas. Los procesos de participación de las mujeres envuelven diversas experiencias de exigibilidad y justiciailidad de derechos que han favorecidos el ejercicio de ciudadanías. En este proceso es cuando crean redes, que sirven de contención y fortalecimiento individual y colectivo. A partir de estos espacios de intercambio entre mujeres dan cuenta del lugar que ocupan en la comunidad, el cual es integrador de la dinámica de la misma. De esta manera, la lucha por la soberanía de los territorios, es soberanía de los cuerpos de las mujeres, es la soberanía del saber y del conocimiento. Ejercer estas soberanías no solo es un papel vital para el cuidado de los bienes comunes sino también de la práctica del buen vivir, de las autonomías sobre los cuerpos – territorios en desear y decidir. En el marco de la investigación – acción participativa que realizamos como equipo, entendemos que los aportes feministas nos llevan a concebir a la pedagogía desde un lugar que puede ayudar a interrogar (nos), a dudar, a preguntar (nos), a co -crear y construir, desde espacios donde se habilita la risas, el deseo, el enojo y la tristeza. Proponemos como herramientas nodales el diálogo, el construccionismo, la interculturalidad y las narrativas como perspectivas que permiten hacer de nuestras prácticas, practicas fundadas, reflexivas y situadas. Entendemos las prácticas de construcción colectiva de conocimientos con una perspectiva feminista, como prácticas reflexivas con más preguntas y dudas que certezas, como indagación, análisis, recuperación de experiencias y cimentación de nuevos saberes y prácticas en los territorios, que busca producir otros nuevos escenarios posibles con una polifonía de voces e historias y poder transformar realidades cotidianas en donde abundan las situaciones que impiden el ejercicio real de los derechos. Pensar y recuperar sentidos, prácticas vividas, cambios y construcción de conocimientos que convoquen a transformar y rechazar prácticas de subalternidad y exclusión. Nos sirve para hacer de nuestras prácticas, practicas  reflexivas, críticas, cuestionadoras, irreverentes, indisciplinadas no solo en relación a los roles estereotipados de genero, sino para buscar claves para vivir en mundos mejores.

Resumen:

Abordar el tema de  los bienes ambientales comunes y la manera como estos son explotados se ha convertido en un tema que transversaliza todas las esferas de la sociedad y que concierne a todas y todos los seres humanos del mundo, Colombia no es la excepción, en este sentido, en los últimos años se ha venido acrecentando una problemática ambiental a nivel mundial, nacional y regional que dificulta en las comunidades hacer buen uso de un bien común fundamental como lo es el agua, esto sucede por diversos factores como contaminación de fuentes de agua, deforestación, explotación minera, megaproyectos de infraestructuras, ocupación de tierras, el cambio climático entre otros, ante esta problemática que se agudiza cada año se puede evidenciar que las zonas rurales del país son las más afectadas, por lo que las personas que hacen parte de estas comunidades son las presentan  las mayores dificultades para el acceso y para la gestión sustentable del líquido vital.  Es en este escenario es donde el trabajador social cumple un papel muy importante ya que para lograr en las comunidades rurales participación y sostenibilidad del sistema socio-ambiental, el Trabajo Social históricamente ha sido una profesión primordial ya que uno de sus principios fundamentales es ocuparse de la cuestión social y desde este posicionamiento aportar a la sustentabilidad, se pude decir que  la intervención profesional de Trabajo social en cuanto a la gestión comunitaria del agua en los últimos años ha estado estrechamente ligada en la importancia y pertinencia especialmente en materia de educación, difusión y enseñanza de hábitos y usos del líquido vital, desde una perspectiva amplia y a la vez profunda donde se debe iniciar por problematizar con los diversos actores donde se evidencie esta problemática cual es la importancia del cuidado de un bien común y vital como el agua. El Municipio de Necoclí, ubicado en la sub región del Urabá antioqueño al norte del país, tiene grandes dificultades para el acceso al agua potable por parte de la mayoría de sus habitantes sobre todo en las zonas rurales, siendo este uno de los retos más importantes para los gobiernos tanto departamentales como locales y la comunidad la gestión y manejo de este líquido vital. En este artículo se hará particular énfasis en la importancia del rol del trabajador social en la gestión comunitaria del agua en zonas rurales partiendo de la experiencia de una práctica profesional a través de un proyecto ejecutado por la Universidad de Antioquia desde la facultad de ciencias Sociales y Humanas y la Fundación Luker en las comunidades rurales de Alto Carito, Buenos Aires, Limoncito y Caribia del municipio de Necoclí – Antioquia, en este se menciona principalmente cuales son las perspectivas de intervención del Trabajo Social frente a esta problemática ambiental entendiendo que el Trabajo Social no es una profesión ajena a las realidades humanas, por el contrario desde esta profesión se realizan abordajes respetuosos de las condiciones en las que viven cualquier individuo, comunidad o grupo.Para el Trabajo Social en la gestión comunitaria del agua resulta necesario aprender y desaprender desde las vivencias de las comunidades en las cuales se interviene, partiendo de la comprensión de sus realidades sociales y experiencias significativas presentadas dentro de ese entorno, siguiendo con esta línea, en este artículo se señala principalmente que las intervenciones profesionales del trabajador social en los proyectos de gestión comunitaria del agua están orientadas a los procesos metodológico,  diagnóstico, planeación, ejecución y evaluación,  además de esto, se mencionará la importancia del fortalecimiento a las organizaciones comunitarias como una estrategia fundamental con el fin de identificar y fortalecer conocimientos y capacidades de las comunidades rurales que permitan construir propuestas para una gestión comunitaria en clave de co-gestión, co-gobierno y la soberanía hídrica.  Por lo anterior,  se plantea que el esfuerzo del Trabajador Social en los procesos de gestión comunitaria del agua debe estar enfocado desde el modelo socioeducativo que posibilite fortalecer en los individuos, grupos o comunidades, aptitudes y potenciales propios que permitan implementar la gestión comunitaria del agua desde sus propias realidades y necesidades sentidas, siendo el Trabajador Social un eje potenciador y educador, el cual suscita el respeto a la dignidad de las personas iniciando desde lo individual hasta lo colectivo, propiciando el respeto a la dignidad humana, desarrollo de la convivencia y formas democráticas de convivencias en sus comunidades rurales.Por último, se hace mención a la proyección de Trabajo Social en el escenario socio - ambiental y fundamentalmente en la gestión comunitaria del agua, puntualizando en que esta deberá estar enfocada en analizar los marcos interpretativos que posibiliten una explicación acertada de problemáticas emergentes, como la falta al acceso del agua en las comunidades rurales, para que de esta manera pueda haber una óptima forma de proceder en la disciplina, se deberá reconceptualizar el concepto que se tiene del agua como “recurso” toda vez que este le otorga una dimensión comercial-mercantil y por el contrario plantear el agua como un derecho humano fundamental y la necesidad de que todos tengamos un abastecimiento mínimo de agua diario en nuestros hogares para uso personal, alimentación e higiene y adaptarlo a las necesidades locales de agua de cada comunidad. 

Resumen:

                El objetivo de esta investigación fue analizar el proceso del diseño e implementación de la política pública de familia 2020– 2021: Un estudio de caso en la Región Puno, desde el modelo multisectorial de la política pública de familia en Puno. Para el análisis se utilizó el enfoque teórico del ciclo de la política pública de Kindong y autores contemporáneos de estudios de familia y políticas públicas. En la metodología, se utilizó la revisión documental y entrevistas a los actores clave; la información fue procesada, sistematizada y analizadas en la relación de contexto nacional e institucional en el proceso del diseño de la política pública de familia. El estudio logro constatar múltiples dificultades en la definición de la agenda pública de familia, se han obviado las fases del proceso del diseño e implementación de la política y existen vacíos que han creado dificultades en la intervención multisectorial. El enfoque de familia no ha sido utilizado en su dimensión esperada, y la conclusión o hallazgo central en la tesis da cuenta de cómo las políticas de familia en la Región de Puno, se ha implementado en un contexto de crisis política donde se observa la ausencia de actores involucrados en la problemática de familia y el Estado en este periodo ha fortalecido la creación del MINDES como medio de visibilizar la problemática de familia. Pese a los esfuerzos del Estado y el haber venido desarrollando programas sociales, su intervención es sectorializada. Por lo que se evidencia una implementación fragmentaria de la Política de Familia y atañe solo a grupos sociales vulnerables, no a la familia como institución.

Resumen:

La violencia es un problema que actualmente recibe más denuncias por parte del género femenino, siendo este el más vulnerable en el Perú, por lo que, la presente investigación tiene como objetivo determinar los diferentes factores que intervienen en la violencia física que ocurre en el Perú hacia la mujer. Se consideró un enfoque mixto, de tipo no experimental, donde para el análisis de datos se consideró la encuesta realizada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática, ENDES usando el modelo datos de panel con efectos fijos, desde el año 2015 al 2019. Los resultados demuestran que la violencia hacia la mujer no está determinado por la edad ni el número de hijos que estas puedan tener en la familia, tampoco por el estado civil de la persona; por el contrario es explicado por el nivel de estudio en 0.1%, por si la pareja que consume bebidas alcohólicas en 2.6%,si el esposo se pone celoso en 1.26%, por la agresión verbal en 10.46% y por la agresión emocional en 22.24%. Las conclusiones nos permiten verificar que no todas las variables influyen en la variable dependiente y que existen diversos factores por la que se comete la violencia física, y que necesariamente deberían ser analizadas, además se logra obtener resultados tentativos que ayuden a la sociedad a identificar las razones por las que existe violencia física en el Perú.Palabras clave: violencia física; violencia doméstica; características sociales; efectos fijos. 

Resumen:

El presente trabajo pretende dar cuenta de un proceso de integración y de articulación entre espacios socio profesionales, en este caso la administración de justicia donde se desempeñan laboralmente trabajadoras sociales con el CIeCITS. En este sentido, el CIeCITS se constituye como dispositivo institucional y concreto para llevar adelante la tarea investigativa. En dicho centro la tarea se organiza a partir de los distintos campos de intervención del TS (salud, género, educación, infancias/familias, etc.). Específicamente dentro del campo Infancias/familias, se creó la línea de investigación en Trabajo Social Forense. Compartimos con Alicia González Saibene que no se trata de establecer jerarquías sino de diferenciar, por medio de su caracterización, la investigación social de la intervención social del TS, recuperando en ese acto el sentido y la trascendencia de su articulación. De este posicionamiento resulta la comprensión de la necesidad del TS de producir conocimientos mediados por la lógica investigativa, con el fin de inscribirnos en las ciencias sociales y teniendo como horizonte los planteos de nuestra nueva Ley Federal de Trabajo Social (Argentina-2014). En este contexto, formamos un equipo de trabajo con docentes investigadoras de TS y trabajadoras sociales con inserción profesional en el ámbito sociojurídico, específicamente en el campo de la justicia juvenil. El desafío de hacer converger las tareas de investigación y de inserción profesional en el campo de la justicia es enorme. Pero cabe señalar que, cuando nos preguntamos quien o quienes nos ofrecen estos espacios, no encontramos demasiadas respuestas. Ocurre en ocasiones que, los ámbitos académicos están pensados u orientados sólo para docentes o agentes con inserción universitaria y en otros casos, podría decirse que opera un distanciamiento, una barrera simbólica, invisible, pero no por ello, traspasable, en lo que usualmente ubica a “los académicos” y a los “prácticos”. Es decir, los que piensan, por un lado y los que hacen, por el otro. Si bien este debate, es recurrente, sólo cabe aquí su mención, mas no su desarrollo, en tanto el objetivo del presente es otro. Justamente, porque en los fundamentos de creación de dicho centro – CIeCITS- se enuncia la necesidad de vinculación del ámbito académico con los espacios socio profesionales del Trabajo Social, posibilitando entonces la incorporación de trabajadores sociales insertas en dichos espacios socio profesionales y docentes.  La transformación de los problemas empíricos en problemas de investigación no es tarea sencilla, y el involucramiento en la construcción desde la lógica investigativa requiere de espacios institucionales que contribuyan a dichos procesos. En este sentido, el CIeCITS nos proporciona el ámbito de producción, capacitación y desarrollo de la tarea investigativa. Por ello saludamos la iniciativa de su creación y abonamos para su potenciación. Las presentes reflexiones surgen a partir del proyecto de investigación que se encuentra en curso, denominado “Justicia juvenil. Significados construidos por las y los jóvenes-adolescentes en relación con el proceso sociojurídico”, apoyado en el enfoque metodológico cualitativo y con una perspectiva sociojurídica. Como un posicionamiento válido y como punto de encuentro entre perspectivas y áreas científicas diversas, no solo en relaciones de intercambio, sino, como bien lo plantea Calvo-García (2010), en el establecimiento de relaciones de producción.  Nos encontramos ahora en la fase de analizar las entrevistas, durante las que hemos podido reseñar algunos hallazgos, los cuales ratifican la pertinencia del proyecto y nos animan a desarrollarlo en su totalidad, produciendo en nosotras como equipo de investigación un plus de satisfacción en nuestro quehacer profesional cotidiano. Asimismo, un encuentro con nuestros propios decires y haceres naturalizados y rutinizados, que nos han angustiado, pero al mismo tiempo nos instaron a volver a pensar  que y para qué  hacemos profesionalmente, modificando desde nuestra forma de expresarnos hasta la búsqueda de espacios más amenos para la interlocución con los jóvenes-adolescentes. Fuimos comprendiendo que investigar conlleva a confrontarse  con el propio sentir, hacer y pensar. Integrar estos tres aspectos no resulta sencillo, pero la investigación y la reflexividad como categoría son potentes en pos de dicha integración. Aquí la capacitación –mediante lecturas compartidas, asistencia a cursos, etc.– y la puesta en práctica del proyecto adquieren un sentido primordial. La posibilidad de conformar el equipo de investigación con docentes y trabajadoras sociales vinculadas al ámbito judicial, como mencionáramos, nos sitúa en el inicio y desarrollo de una experiencia de producción de conocimiento e investigación inédita. Asimismo, dicha posibilidad permite realizar un aporte a las políticas públicas en materia de justicia, desde un TS integrador, intersectorial e interdisciplinario. La perspectiva socio jurídica nos invita al desafío de lo transdisciplinar para ampliar las perspectivas del conocimiento, validando la pertinencia del enfoque cualitativo para recuperar las voces de las y los jóvenes-adolescentes y revisar las prácticas institucionales que vinculan al Trabajo Social con lo jurídico en un determinado orden sociohistórico. Decíamos al comienzo, la investigación como puente de oro, pero  al finalizar este resumen, estamos en condiciones de decir, no sólo como puente sino como medio necesario e imprescindible para desarrollar, fortalecer al Trabajo Social en la polifonía de las ciencias sociales y en los espacios socio- profesionales. Profundos hallazgos vamos obteniendo, luego del análisis de las entrevistas semi estructuradas que han tenido como protagonistas a jóvenes-adolescentes transitando el proceso judicial, en relación con las intervenciones profesionales del Trabajo Social en el campo de la justicia juvenil  y nos gustaría compartirlos a través del desarrollo completo del presente trabajo. 

Resumen:

Este trabajo responde al proyecto doctoral denominado “Los sujetos con vih en Río Gallegos: políticas sociales, tratamientos ARV y vida cotidiana. (1990-2015)”. A partir de lo planteado en la tesis de Doctorado el presente Proyecto de Investigación (PI) se propone abordar la problemática del vih/sida en la ciudad de Río Gallegos, (Santa CRUZ, Argentina) desde una perspectiva multifacética que permita la superación de la perspectiva médico-biologicista, incorporando así la importancia del concepto de tratamiento integral como una interacción entre la población y los efectores de salud en el que se aborda articuladamente las redes comunitarias, institucionales, donde lo social tiene una presencia imprescindible a la hora de plantear la adherencia al tratamiento[1]. Se centra en el análisis de datos estadísticos sobre la problemática, las políticas públicas sociales de atención y tratamiento, en cómo éstas inciden en la vida cotidiana de las Personas que Viven con VIH (PPVV), tendiendo al conocimiento en como reproducen su vida cotidiana. Para ello, y teniendo en cuenta que al hablar del proceso salud-enfermedad-atención nos posicionamos desde una mirada integral, se toma como eje al sujeto social y su contexto.El punto de partida es recuperar el proceso histórico del VIH/SIDA como una enfermedad que, desde su aparición, ha estado impregnada de fuertes y negativos imaginarios sociales que han llevado a sufrir situaciones de marginalidad, desafiliación, discriminación, no sólo en el ámbito social amplio, sino también en muchas ocasiones en el ámbito familiar de las PPVV.A través de visibilizar las políticas públicas sociales que históricamente se hicieron presentes y aquellas que se continúan generando e implementado desde el Estado, se pone en tensión los modos en que las agencias estatales categorizan, priorizan, asumen y ejecutan las políticas sobre la problemática.En este PI se plantea una metodología cualitativa desde una perspectiva plural, si bien se utilizan datos cuantitativos estos son insumos para el análisis en el orden cualitativo de las políticas sociales, la experiencia de los profesionales, los relatos de vida de las PPVV y descripciones etnográficas, son con las cuales se estudia y pone en relevancia a la vida cotidiana como una tópica necesaria que pone en tensión los modos de ver y sentir las necesidades de las PPVV con la satisfacción y metas alcanzadas por ellas. Sabemos que el VIH- SIDA no discrimina clase social, sexo, religión, edad, nivel de instrucción, ingreso económico, haciéndose necesario comprender la importancia de practicar acciones preventivas (uso de profilácticos, no compartir jeringas o elementos cortantes, amamantamiento cuidado, transmisión vertical), tendremos en cuenta que cada territorio tiene un contexto, una realidad diferente y específica con características propias que responden a diversas culturas, creencias, mitos; viéndose reflejadas en cómo se presenta la enfermedad.Es decir, el virus no discrimina clase social, sexo, religión, edad, nivel de instrucción, ingreso económico, para su desarrollo en el sistema inmunológico de las PPVV, pero sí  estas variables se traducen en una mayor vulnerabilidad de estos sujetos sociales en la brecha social para acceder a las políticas públicas sociales. La política social en el campo de salud en nuestro país, Argentina, se ha caracterizado históricamente como una política universal, siendo la premisa el ingreso a la atención de salud de todas las personas que portan algún tipo de dolencia y esa misma practica la ha sostenido respecto a las personas con diagnóstico positivo para VIH; sin embargo es preciso entender y visibilizar que la discriminación y estigmatización social respecto al VIH están presente en el ámbito de las relaciones sociales, entender y visibilizar que no es lo mismo ser hombre, mujer, trans, ser empleado, desempleado, cuentapropista, no es lo mismo ser propietario, indigente, inquilino, no es lo mismo ser joven, adulto o adulto mayor, es entender y visibilizar que cada una de estas variables, la vivencia de la desafiliación generan en las PPVV mayores dificultades en  el acceso a las políticas públicas sociales y es aquí donde el Estado deberá estar presente para a través de otras políticas que generen y brinden información, conocimiento, empatía se logre superar la discriminación y la estigmatización social. De lo hasta aquí desarrollado en este PI, a partir de la lectura de distintos trabajos e investigaciones recientes respecto al tema, y de las actividades realizadas: cuestionarios y entrevistas a PPVV, profesionales de la salud, e información a través de contactos informales; nos aproximamos a lo cotidiano de esta problemática. En la actualidad, la estigmatización y la discriminación siguen siendo el lado más vulnerable para que las PPVV puedan acceder a una adherencia al tratamiento, esto se recoge de las sensaciones, expresiones manifestadas por las personas entrevistadas cuando expresan la incomodidad, molestia, angustia, malestar al momento de retirar la medicación, sea por la ubicación en el efector de salud en el que se encuentra el lugar asignado para dicha entrega o por el color de la orden para retirar la medicación identificando inmediatamente que se trata de los ARV.Aquí es necesario cuestionar el modo en el que el Estado ha mantenido a través de sus políticas públicas y sociales un abismo entre el avance de la medicina - tecnología y el desarrollo de las cuestiones sociales que se presentan en las relaciones sociales de las PPVV. Como trabajadores sociales, no sólo es necesario interpelar al Estado sino también, nuestras prácticas en el campo de la salud pública. En este sentido es que sostenemos, recurriendo al autor Adelantado y otros autores, que la política social interfiere en la estructura social al proponer una determinada forma en su implementación, lo cual da como resultado que los sujetos sociales son quienes deben incorporar estos criterios a su vida cotidiana y no así la iniciativa del Estado. En este sentido interfiere en la forma de vida. [1] Siguiendo a Mario Testa “… Se hace preciso entonces, adoptar una concepción integral: no dejar de concebir siempre a la salud desde políticas universales dirigidas al conjunto de la población, creando estructuras comunicativas que devuelvan al pueblo las herramientas científicas necesarias para su liberación...”

Resumen:

Este trabalho parte por compreender a crise da reprodução social a partir da unidade indivisível, ainda que contraditória, entre produção e reprodução social diante da totalidade do capitalismo. Argumento que compreender e destrinchar tal fenômeno nos auxilia tanto a desvendar as atuais condições de vida e trabalho da classe trabalhadora, como também perceber uma dinâmica estrutural de funcionamento do próprio modo de produção. O sistema capitalista enfrenta, atualmente, crises estruturais em todos os terrenos: econômico, ecológico, político e reprodutivo-social. A recente pandemia de covid-19, combinada com décadas de neoliberalismo, desnudaram esta situação como nunca antes na história. É inegável que a crise aberta em 2008 aprofundou esse processo, mas também é certo afirmar que há uma relação estrutural na própria lógica de funcionamento do capitalismo que depende, e produz, uma contradição imanente. Neste texto, defendo que o fenômeno de crise da reprodução social merece um destaque para compreender os tempos em que vivemos, mas também as tensões que atravessam, desde a consolidação da hegemonia capitalista mundial, a situação da classe trabalhadora e as condições para a sua reprodução. É verdade que não seria possível compreender a situação de crise social, ou crise da reprodução social, que passam trabalhadoras e suas famílias em todo o planeta, sem a articulação necessária com sua dimensão econômica, política e ecológica. Assim como seria impossível compreender as demais relegando a segundo plano as condições para a reprodução social. Tais processos se retroalimentam, e se apresentam na realidade como uma unidade. Inclusive em uma combinação desigual, porém complementar, entre os países do centro e da periferia do capitalismo. Um aspecto é determinado pelo outro, assim como o determina, em uma totalidade dialética e estruturada. Exemplos atuais não faltam para ilustrar esse quadro: índices crescentes de desemprego; inflação galopante e carestia levando ao aumento da fome e da pobreza; uberização do trabalho e aumento exponencial do emprego informal; desmonte de políticas sociais e perda de direitos; precarização de serviços públicos, ampliando a privatização e as parcerias público-privadas; disseminação de feminicídios, violência doméstica; encarceramento e genocídio da população negra; mudanças climáticas e catástrofes naturais recorrentes, resultando em uma multiplicação dos refugiados e desabrigados; e um longo etc.. A cada retrocesso em termos econômicos, trabalhistas, ecológicos, sociais, etc., há um impacto na sobrecarga de trabalho doméstico e de cuidado, e na precarização das condições para reprodução da vida das famílias trabalhadoras. As mulheres, além de todo o trabalho remunerado que fazem ao se inserir no mercado de trabalho, ainda dedicam gratuitamente mais que o dobro que os homens, em média, ao trabalho doméstico e de cuidados com crianças, idosos, e outros membros da família. Há alguns autores que já assumem a perda de fronteiras entre o trabalho pago e o trabalho não-pago, afirmando não haver mais uma dupla ou tripla jornada, para a mulher trabalhadora, mas uma jornada contínua. Esta mulher é espremida entre trabalhar, formal ou informalmente, para garantir uma remuneração que pague meios de subsistência, ao mesmo tempo que precisa se dedicar ao trabalho de reprodução social rotineira e geracional de seu núcleo familiar. A Teoria da Reprodução Social (TRS) busca explicar a reprodução social da força de trabalho como um momento da totalidade do capitalismo, permitindo identificar a base material da opressão de gênero, raça e sexualidade neste sistema. Nos auxilia a compreender, portanto, porque a crise da reprodução social não é apenas um sintoma do neoliberalismo e da crise capitalista pós-2008, mas guarda uma contradição estrutural com o próprio funcionamento do modo de produção. Na mesma medida em quem o capital precisa da reprodução social para renovar a força de trabalho e explorar os trabalhadores, o seu impulso ilimitado pela acumulação, pela valorização do valor, faz com que ele esprema o tempo e o corpo das/os trabalhadoras/es o máximo possível, degradando e limitando as condições de sua reprodução. Essa tendência é contradição imanente do sistema como um todo, que se desenvolve a partir deste cabo de guerra entre produção de lucro e reprodução da vida, em que a mulher trabalhadora, particularmente a mulher negra, está no centro. Portanto, neste texto, busco destrinchar a ideia de que a crise da reprodução social é estrutural ao capitalismo. Para isso, explicito como a reprodução social da força de trabalho é realizada nas diferentes esferas – pública, vinculada ao Estado; privada, vinculada ao capital; e dentro das unidades domésticas familiares – e quais são os processos que a determinam. Dentro disso, abordo mais detidamente sobre o trabalho doméstico, incluindo não só o processo de arrumação e limpeza da casa, preparação das refeições, lavagem das roupas, etc. Mas também o trabalho de cuidados, garantindo o conjunto da reprodução diária da força de trabalho ativa, assim como dos componentes da família trabalhadora que não estão trabalhando, como crianças, idosos, deficientes físicos, desempregados. Além disso, como esses processos se articulam com a renovação geracional da classe trabalhadora, não só a reprodução biológica em si, mas seu processo de socialização e disciplinamento em determinados valores e cultura, com toda a carga emocional e afetiva que vem acompanhada. Identifico de que forma o trabalho doméstico impacta na determinação de valor da força de trabalho, e como se relaciona com a unidade entre produção e reprodução social. Tais definições tem como objetivo estabelecer a relação contraditória entre produção e reprodução social. Assim, podemos perceber como o capital se beneficia deste trabalho gratuito para a sua reprodução ampliada e como, contraditoriamente, precisa limitar ao máximo possível seus processos, determinando uma diminuição daquilo que é garantido de forma pública e gratuita pelo Estado, capitalizando serviços e ampliando mercados. Concluo, portanto, que a crise da reprodução social é chave para compreender os processos atuais de degradação das condições de vida e as explosões sociais que vivemos no século XXI, mas também que demonstra uma tendência inerente ao próprio capitalismo diante da contradição de ser um sistema voltado à produção de lucro, mas que depende, para isso, do trabalho (e, portanto, da vida) de bilhões de mulheres e homens. 

Resumen:

 Desde el año en que nos constituimos como grupo de investigación PROIEPS[1] (2001) hasta la actualidad, hemos venido desarrollando y consolidando una práctica que articula la producción de conocimiento - a través de la investigación- con las necesidades reales de los sujetos sociales, posibilitando la construcción de espacios plurales y participativos, que contribuyan a la democratización de saberes y prácticas.Dicha práctica se enmarca en la extensión como una de las funciones sustantivas de la Educación Superior. Según el Plan Estratégico del CIN 2012-2015, la integración de la extensión con la docencia y la investigaciónforman parte de un modelo de universidad que caracteriza al sistema universitario nacional. La extensión -desde su dimensión académica, dialógica, pedagógica y transformadora- le confiere a la propia universidad la posibilidad de "mirar" de manera crítica y permanente sus propias prácticas académicas y repensar sus políticas institucionales (CIN 2012: 3).A su vez, “Esto posibilita que ella retome un papel relevante en la sociedad en cuanto al aporte para el desarrollo creativo, productivo y cultural” (CRES 2018:24)Aquí pretendemos resaltar el sentido ético político que esa práctica reviste, entendiendo que todo proceso de extensión universitaria debería aportar a la construcción de un conocimiento crítico, cuya concreción implica, en términos de Gramsci, un trabajo educativo - formativo que no debe limitarse al desarrollo de una práctica científica en abstracto (demostrando sólo su capacidad en el uso de herramientas teóricas y metodológicas). Sino que se construya sobre la base de lo real, planteando “la construcción de un conocimiento que no deje fuera, por su afán y precisión formales, regiones de la realidad significativas para la definición de prácticas de transformación” (Zemelman 2003:48). Esto nos coloca ante la tarea del conocer como una relación social y plantear que el conocimiento situado “es el que sale del lenguaje para ubicarse en una experiencia entre quien investiga y el otro” (Sosa Ruth 2020:10). En este sentido retomamos la noción de dialoguicidad de Freire, quien sostiene que “Ser dialógico es vivenciar el diálogo”. ”El diálogo es el encuentro amoroso de los hombres que, mediatizados por el mundo, lo “pronuncian”, esto es, lo transforman y, transformándolo, lo humanizan, para la humanización de todos” (Freire, 1984:46)Los límites del conocimiento convencional, eurocéntrico, normalizado, trazan límites a la acción, al conocer y al pensar, y a “la admisión del carácter innovador de las innumerables prácticas cotidianas con las que mujeres y hombres transforman su mundo y el mundo” (Vasilachis 2011:1) Entendemos que romper esos límites implica, en primer término, un compromiso ético en el proceso de investigación, que Vasilachis expresa como “hacer del reconocimiento de la común dignidad de la persona humana la opción prioritaria, preferencial, en la producción de conocimiento de las ciencias sociales. Como consecuencia, todo conocimiento acerca de esa persona adquiere un carácter subsidiario respecto del reconocimiento de su dignidad, y, asimismo, tal conocimiento es ontológicamente inválido si esa dignidad no es reconocida” (Vasilachis 2018: 55).El objetivo de la presente ponencia, que retoma algunos trabajos anteriores, es entonces, reconstruir lo que nosotros entendemos por perspectiva de co - construcción de conocimiento a la luz de las experiencias desarrolladas a partir de diferentes proyectos de Investigación y Extensión, como prácticas también de intervención social y política que involucran sujetos, proyectos, experiencias, estrategias y formas de hacer diversos, desarrolladas desde un enfoque dialógico, plural y participativo. En dichas prácticas se materializa la co-construcción en espacios, territorios, luchas y sujetos concretos. En ese recorrido pretendemos explicitar los fundamentos teóricos y ético políticos de nuestra “manera colectiva” de comprender las prácticas de extensión. Asimismo, permitirnos repensar o reflexionar sobre ¿cómo estas experiencias de encuentro, de comunicación, de conversaciones, de problematización, de compartir conocimientos son capaces de construir poder colectivo? [1] El PROIEPS es un espacio académico interdisciplinario de Investigación y Formación radicado en la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (Argentina). Se constituye producto del interés de un grupo de docentes-investigadores de la Facultad de Ciencias Humanas, como ámbito de trabajo y discusión en relación a la problemática de la SOCIEDAD, el ESTADO, las POLÍTICAS SOCIALES, el TRABAJO Y LOS/AS TRABAJADORES/AS. Convoca docentes-investigadores, graduados, estudiantes y trabajadores/as en general. Desarrolla Investigaciones, tanto en un nivel teórico, como en un nivel de situaciones históricas concretas involucradas en el amplio campo de la cuestión social, estableciendo un diálogo fecundo con el conjunto de las Ciencias Sociales, desde la perspectiva de la teoría crítica. El programa de investigación se inscribe en una orientación analítica totalizante de la dinámica social, posibilitando comprender al mismo tiempo las peculiaridades específicas de los fenómenos tratados. En tal sentido, las líneas de trabajo que se desarrollan convergen en torno a problemas que se dirigen a investigar los complejos procesos de producción/reproducción de la sociedad. Los problemas definidos se abordan desde una perspectiva que pretende considerar el complejo entramado entre las dimensiones económico-sociales, políticas y culturales que los explican. Lleva adelante un trabajo de investigación que no es solamente una tarea erudita del conocer y nada más, sino que asume una perspectiva teórica crítica. En este sentido, la elaboración y el llevar a la práctica la noción de co-construcción de conocimiento resulta un accionar con un contenido particularmente innovador, sobre todo para una tarea que se centra en la Universidad, de la cual forman parte la totalidad de los investigadores del grupo. La construcción conjunta de conocimiento significa reconocer la existencia de distintos saberes sociales, y el reconocimiento de un estatus válido para esos conocimientos que fluyen por vías que no son –o no son sólo- las acostumbradas a contemplar como válidas por el mundo académico. Esta perspectiva implica considerar la dimensión política que tiene la construcción de conocimiento. Compartido de http://proieps.fch.unicen.edu.ar/   

Resumen:

O presente estudo tem como objetivo apresentar um resgate histórico e um balanço da produção de conhecimento publicada em um periódico científico brasileiro, na área do serviço social. Temos como premissa que a produção do conhecimento no serviço social brasileiro ganhou destaque e importância principalmente a partir dos anos de 1970, quando a profissão, no país, passa por significativas transformações motivadas pelo processo de renovação com forte influência do Movimento de Reconceituação que a profissão construía em toda a América Latina. As produções científicas da profissão no Brasil com o passar do anos, e impulsionadas pela abertura de cursos de pós-graduação, se avolumam e qualificam, reverberando no desenvolvimento de debates e discussões sobre diversos temas com grande relevância social. Como diz Sposati (2007) “A produção de teses e dissertações exigia o componente da pesquisa inovadora e, por consequência, exigia dos pós-graduados o aprofundamento teórico". Parte-se ainda do entendimento de que há uma relação intrínseca entre o projeto profissional do serviço social brasileiro e a produção do conhecimento, ou seja, “a articulação da produção de conhecimento ao movimento do real, com a apreensão crítica do sistema de dominação-exploração, exige a apreensão de elementos constitutivos do projeto ético-político profissional” (Fortuna e Guedes, 2020, p. 29). Como sabemos, principalmente nos últimos anos, o conhecimento científico no Brasil enfrenta dificuldades de diferentes ordens, seja no pela falta de investimento, pela precarização das instituições de ensino e pesquisas, ou ainda, pelo avanço conservador que difunde um discurso que nega a ciência e propaga desinformação de modo generalizada, um projeto de sociedade acrítica e que desvaloriza determinadas profissões, áreas do saber e correntes teóricas. Mesmo diante de tantos desafios, compreende-se que no Brasil, as produções científicas resistem, e na área do Serviço Social isto não é diferente, apesar dos dilemas, contamos com uma vasta produção de conhecimento, que vem sendo publicizada pelos periódicos. Isto possibilita a elaboração de redes de pesquisas e reflexões críticas acerca da realidade social. Na esteira das reflexões acerca da produção e difusão do conhecimento na área do serviço social, este trabalho apresenta os resultados do levantamento da produção publicada em um periódico científico, vinculado a um curso de graduação em Serviço Social. Tal periódico, de publicação semestral, tem circulação gratuita e livre acesso, está hospedado no Portal de Periódicos de uma Universidade Estadual, localizada na região sudeste do Brasil. Este levantamento tem como objetivo identificar as principais características dos artigos e textos publicados de janeiro de 2017 até junho de 2022, ou seja, intenta-se apresentar um balanço da produção científica e as tendências de debates que permearam este período. O levantamento foi realizado por meio de consulta à página oficial da revista, utilizando-se de instrumentos de coleta e sistematização dos dados. Uma primeira consideração a ser feita é que os textos publicados podem ser agrupados de acordo com as sessões da revista, tem-se portanto produções que se vinculam à sessão de artigos temáticos; sessão de artigos livres; sessão de relatos de experiências; sessão de resumos e sessão de resenhas. Os dados preliminares deste levantamento apontam que no período destacado foram publicadas onze edições da revista e dois números especiais. Para efeito de pesquisa tomaremos como base os números regulares, ou seja, as edições vinculadas aos seis volumes publicados entre 2017 e 2022. Conforme consta na página da revista foram publicados no total cento e cinquenta e oito textos, de autoras de diferentes localidades do Brasil, além de textos produzidos por pesquisadoras/es da Argentina e de Portugal. De acordo com a investigação realizada, 47% dos textos publicados, vinculam-se ao tema do número. É importante destacar que o periódico apresenta um edital para submissão de artigos a cada novo número, neste, é indicado um eixo central, o que no momento da publicação da revista constitui a sessão de artigos temáticos, dentre os assuntos que foram tratados ao longo do período pesquisado destacam-se três bloco: i) Reflexões acerca da formação profissional em serviço social: a história da profissão, os valores e princípios que éticos que orientam a profissão e a supervisão de estágio em serviço social; ii) Estado, Políticas Sociais, Capitalismo e as relações de opressão e exploração que engendram a luta de classes; e iii) As transformações promovidas pela Pandemia da COVID-19 no trabalho e na formação profissional. No que diz respeito aos textos publicados na sessão de artigos livres, consta cinquenta e seis publicações, o que equivale à 35% dos textos. Ainda contamos com doze textos, (8%), no formato de relato de experiências, quatorze publicações (9%) que apresentam resumos de trabalhos de conclusão de curso e duas resenhas (1%). Estes números, quando melhor explorados, apontam para uma grande quantidade de pesquisadoras/es, instituições e entidades, interessadas na produção e difusão do conhecimento. Os textos publicados nos periódicos da área, individualmente trazem importantes reflexões e análise sobre os mais diversos temas, mas como vimos a partir de nossa pesquisa, ao serem tratados conjuntamente, estes textos são importantes dados sobre astendências da produção científica do serviço social, bem como, o perfil das/os pesquisadoras no que diz respeito à formação, inserção profissional, localização geográfica entre outros. Deste modo, acreditamos que os dados desta pesquisa, a partir do periódico vinculado ao curso de graduação de uma Universidade pública brasileira, pode iniciar alguns debates acerca da produção, publicação e divulgação do conhecimento crítico e qualificado no serviço social”, que como dizem Fortuna e Guedes (2020) “deve estar, portanto, comprometida com o movimento do real e com as necessidades concretas dos sujeitos sociais em seu cotidiano, pois só é possível transformar aquiloque se conhece”.

Resumen:

En esta ponencia nos proponemos compartir los resultados de las indagaciones realizadas en el marco del Proyecto Ubacyt 19/21 “Trabajo Social con familias. Intercambios y debates en torno a las dimensiones de la intervención profesional” en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires. Pretendemos componer un cuadro de situación que contribuya a aproximaciones sucesivas al “objeto” de conocimiento (las intervenciones profesionales con familias), y a la vez plantear interrogantes que promuevan la reflexión del equipo y las/os colegas que intervienen en situaciones familiares de diverso corte y en diferentes contextos sociales e institucionales.El proyecto tiene por objetivo conocer y caracterizar las dimensiones que sustentan los procesos de intervención de las/los trabajadoras/es sociales en el abordaje con familias; como así también indagar respecto al nivel de explicitación, de reflexión consciente y deliberada en torno a dichas dimensiones de la intervención.Tomamos, como punto de partida, a Travi (2004), quien plantea que las dimensiones de la intervención profesional se desagregan en la teórico epistemológica, la técnico instrumental-operativa y la ético política. La autora refiere que esta desagregación en dimensiones responde al proceso de conocimiento necesario para llevar adelante una profesión de sesgo interventivo y transformador.Por otra parte, en el intento de pensar las dimensiones de la intervención profesional en el campo de las familias, se observa una diversidad de enfoques teóricos que la definen, y una variedad de perspectivas de abordaje. Múltiples perspectivas y enfoques que, de utilizarse pueden utilizarse sin los necesarios espacios de reflexión, lo que pueden incidir en la aplicación acrítica de modelos de abordaje. Pensando la intervención con familias desde el Trabajo Social, buscamos generar una instancia de reflexión respecto de sus marcos teóricos, de las técnicas e instrumentos a las que se recurre, e incluso respecto de los fundamentos ético políticos que la sostienen. Es nuestra intención conocer y reflexionar en torno a las diferentes propuestas teórico epistemológicas, técnico instrumentales y ético políticas que conviven en nuestro campo disciplinar, en las/los colegas que intervienen con familias. Para ello, además del trabajo de indagación bibliográfica y de entrevistas con expertos, se implementó una estrategia metodológica mixta que incluyó la administración de un cuestionario con preguntas abiertas y cerradas a 123 (ciento veintitrés) profesionales del Trabajo Social que intervienen con familias en diferentes campos de abordaje, tanto en la ciudad de Buenos Aires como en el conurbano bonaerense, como así también se realizaron 8 (ocho) entrevistas grupales a 40 (cuarenta) profesionales que habían respondido la encuesta a partir de una selección de esas/os profesionales, seleccionados en forma azarosa, en virtud de su disponibilidad para la participación. El Trabajo Social se caracteriza por registrar, al interior de su campo disciplinar, un conjunto de reflexiones no siempre resueltas, que motorizan la investigación y la búsqueda de respuestas en pos de interpelar y enriquecer el cuerpo profesional (Hermida, 2017). Coincidimos con la autora en afirmar que persisten discusiones no abordadas en profundidad, que invitan a un trabajo reflexivo en torno a preguntas claves para nuestra disciplina.Tal es el caso si pensamos en los procesos metodológicos de la intervención profesional, en los criterios de abordajes, en las dimensiones de la intervención profesional, en los enlaces que se establecen entre las prácticas y los marcos referenciales.Nos interesa abordar estas cuestiones, con foco en las dimensiones de la intervención profesional: nos preguntamos cuáles son las inscripciones teórico metodológicas que sustentan las intervenciones profesionales y cómo se plasman en el ejercicio concreto de la práctica, en relación con la dimensión ético política.La investigación buscó conocer las perspectivas que las personas encuestadas tenían en torno a la intervención del Trabajo Social: cómo la definían; a fin de poder identificar el lugar atribuido a las mencionadas dimensiones en las definiciones brindadas.En la ponencia pretendemos recuperar las primeras reflexiones que han surgido en el equipo de investigación luego de sistematizar y analizar los resultados de las encuestas y entrevistas realizadas al conjunto de profesionales consultados.Los resultados preliminares de nuestra investigación reafirman la impronta interventiva que caracteriza a nuestra disciplina. En este sentido, queremos valorar el peso que tiene la acción, la práctica profesional como elemento que “marca la cancha” a la hora de asumir perspectivas teóricas, cursar capacitaciones, leer textos. Detectamos que existe una preocupación por “nutrir la intervención” y enriquecerla.Consideramos pertinente destacar que todas/os nuestras/os entrevistadas/os se encuentran trabajando desde una institución, y en su mayoría desde una institución estatal.Entendemos que es a través de las instituciones que se materializan las políticas sociales y aquellas se constituyen en el ámbito central de desarrollo de la práctica profesional del Trabajo Social. Por tal motivo nos preguntamos si lo institucional no debiera acompañar cualquier reflexión en torno a la intervención profesional, como una de las dimensiones que participa para poder comprender y analizar la misma.Además de presentar los mencionados avances, nos interesa dejar planteados interrogantes, reflexiones que se nos vienen presentando a lo largo de este proceso investigativo.