Resumen:
Fue una experiencia en un trabajo de campo, el relato interpelador de una [1]dirigente campesina del Asentamiento Tava Guaraní -San Pedro, del camino transitado y transitando para mantener un modo de vida. Desde la lucha por un pedazo de tierra, la pobreza, las movilizaciones, las respuestas de las autoridades, los desalojos y represiones de años y el destierro a un lugar inhóspito con la idea de exterminarlos, hasta la sobrevivencia y construcción de un modo de vida diferente. Búsqueda de la vida, el amor, la naturaleza, el sabor de lo colectivo frente a un modelo rural devorador que pretende aniquilar al campesinado y su modelo de producción. En el relato están presentes todos los sabores y sin sabores de la experiencia. Se analiza a partir de Dubet sobre la justicia social, la desigualdad de Piketty y reflexiones Rojas. Piketty plantea la distribución de la riqueza ligada a lo político y no por determinismo económico, producir riqueza y decidir cómo distribuirlas y el papel en diferentes momentos de los actores políticos, sociales y económicos. Otra forma de distribución de la riqueza está en relación con mecanismos que empuja hacia la convergencia y la divergencia. La
convergencia hacia la mejor distribución, con difusión de los conocimientos e inversión en capacitación y formación de habilidades, vital para el aumento de la productividad y reducción de desigualdad. Las fuerzas
divergentes paralelamente funcionan para la ampliación de las desigualdades, cuando no se realiza las inversiones necesarias para la formación y la cualificación e impide que grandes masas de jóvenes de una clase acceda a una vida mejor.En Paraguay, la tierra produce riqueza con una lógica de distribución diferente a lo que plantea la comunidad Tava Guaraní. La tierra está en manos de unos pocos, los producen granos y ganados a gran escala con mercados asegurados, ubicada en el 10% de los paraguayos. Para el resto, el acceso a la tierra es resultado de luchas, cárcel y muertes. “Estamos hablando de concentración de riquezas, expulsión rural, la urbanización sin condiciones y la exclusión que caracterizan a la actual economía.” “La concentración de los recursos principalmente en las empresas agro-exportadoras deja a la gente excluida tres posibilidades: caer en actividades ilegales, sobrevivir en la pobreza o migrar fuera del país”. (Luis Rojas, 2016). San Pedro, según DGEEC es unos de los departamentos de la región oriental más desigual, la pobreza total está cerca del 40%.Dubet plantea la existencia de dos concepciones de la justicia social; uno tiene que ver con igualdad de posiciones y otro, con igualdad de oportunidades. La primera, parte de la ubicación en la estructura social y la posición que ocupa en ella las personas en forma diferenciada de acuerdo a la edad, el género, la raza, la condición social y económica. Busca disminuir las brechas unos de otros en término de desigualdades, proteger más a los que están en menores condiciones frente al otro. El otro, refiere a igualdad de oportunidades, ofrecer las posibilidades para ocupar una posición según esfuerzos y méritos. Hijos de campesinos con el mismo derecho de convertirse en médicos o ejecutivos al igual que los de la clase acomodada. Tava Guaraní está exenta de esto, con un estado que estigmatiza, persigue, asfixia, no hay igualdad como un derecho derivado del trabajo, con triple exclusión, por ser pobre, campesino y de Tava Guaraní, comunidad construida con valores igualitarios y solidarios. Con el paso del tiempo y después de sortear varios obstáculos, sigue caminando por un sendero de incertidumbre. Lo certero es su modelo de organización, de cultura y de vida, resistidos por décadas con autonomía, un camino con aprendizajes y de cambios, excluidos de todo tipo de políticas y programas sociales desde el Estado. No existen justicia social en cuanto a la igualdad de oportunidades ni mucho menos de posiciones. Hay desigualdad absoluta, riqueza concentrada en una pequeña porción y pobreza extendida en todo el territorio. Con un modelo de Estado que protege a un sector y Tava Guaraní resiste, construye un modelo de comunidad donde todos son importantes, se empujan unos a otros, pero cansados. Quieren un mundo de equidad y de bienestar para todos y pelean por ello. Dos modelos, la cultura igualitaria, solidaria, del bien común y la equidad basados en principios democráticos como la libertad e igualdad frente a una cultura de la competencia, el individualismo, y la deshumanización.BibliografíaDubet F. Repensar la Justicia Social (2011). Siglo XXI Ediciones, Argentina.Piketty T. El Capital del Siglo XXI (2014). Kindle Ediciones. Fondo de Cultura Económica.Rojas L. La Metamorfosis en Paraguay (2014). Base Is, Asunción, Paraguay. [1] Entrevista realizada a la Presidenta de la Asociación de Productores Agrícola e Industrial de la Comunidad de Tava Guaraní, como parte de una investigación “Perspectiva de sostenibilidad de comunidades campesinas en el modelo de desarrollo actual -2016.