Resumen:
COALICIONES DITRIBUTIVAS EN AMÉRICA LATINA, ESTUDIO COMPARADO ARGENTINA, COLOMBIA, URUGUAYLa participación bajo diferentes modalidades y grados de los actores o movimientos sociales (tanto los de dilatada trayectoria histórica como los de reciente conformación) en la definición de las estrategias y prioridades en materia de políticas sociales contribuyeron decisivamente en la reconfiguración de la arquitectura de protección social y subsecuentemente de la propia matriz de bienestar en la dirección de mayor inclusión social y mejor redistribución de la riqueza. La investigación incluyó en la muestra de países a Argentina, Colombia y Uruguay considerando el período 2003 – 2015, en el cual se desarrollaron los cambios en el campo de la protección social. Por otra parte, se consideró a Colombia en la misma etapa histórica como
shadow case, por entender que en dicho país se mantuvo la hegemonía de gobiernos conservadores y por tanto no hubo una transformación relevante en la dirección antes consignada y tampoco se constató la conformación de coaliciones pro bienestar. La evidencia en Colombia pone de relieve, no solo el débil y lábil vínculo entre actores políticos, Estado y movimientos sociales, sino y en dirección contraria a los procesos en Argentina y Uruguay, el sistemático cercenamiento de los derechos y la impugnación de las demandas populares. De la contrastación entre los países emergen los matices, diferencias sustantivas y semejanzas relativas a los modos de relacionamiento entre los actores políticos (particularmente en el gobierno) y los actores sociales. Y ello hace a la cuestión democrática, tanto en su desempeño como práctica de convivencia pacífica, como con relación a los modos de tramitación y gestión del conflicto en el marco de regímenes capitalistas. La investigación desarrollada ha permitido informar acerca de la intrincada conexión entre el espacio propiamente de la sociedad civil organizada y el espacio reservado para los
decision makers de la política pública. El interés en el estudio comparado reside precisamente en la necesidad de un relevamiento y conocimiento de los mecanismos de interlocución entre la pluralidad de actores en sistemas democrático-liberales y la observancia de sus impactos en la calidad del bienestar de las poblaciones implicadas. Por ello, ingresamos a un terreno insuficientemente explorado y a la vez fundamental, toda vez que intentemos entender, comprender y explicar los clivajes relativos a participación social y bienestar, así como dar cuenta de la permeabilidad de los sistemas políticos respecto a las demandas ciudadanas. Precisamente, esta investigación pretende aportar nuevos elementos o factores significativos para apreciar la relevancia de pactos distributivos, consistentes y duraderos en todo el período examinado. La constatación de coaliciones o alianzas entre partidos políticos, gobiernos y movimientos sociales en Argentina y Uruguay no supone desconocer los vaivenes, contradicciones y tensiones registradas a lo largo de todo el período, y menos aún, pretender que hubieran sido el único o principal vector de matrices de bienestar más inclusivas, desmercantilizadas y equitativas. Debe reconocerse la intervención de otras variables o factores que influyeron significativamente en la reestructuración de las matrices de bienestar: contextos económicos favorables, legados institucionales, sistemas de partidos consolidados y relativamente estables. Precisamente los estudios de Pribble (2015) constituyen aportes significativos para la comprensión de la gestión progresista a partir de
“...los legados de las políticas sociales (policy legacies), la competencia electoral y los partidos políticos en la conformación de políticas de bienestar social” (Pribble, 2015:15). Asimismo, la consideración de los niveles del gasto (Huber, Mustillo y Stephens, 2008), de los contextos económicos derivados de la globalización y las variaciones de los mercados internacionales (Rudra, 2008; Brooks, 2009; Dion, 2010), así como de los orígenes de las políticas sociales (Haggard y Kaufman, 2008), han sido todas perspectivas relevantes para explicar las trayectorias de las políticas de protección social. Desde el enfoque asumido en esta investigación y a partir del análisis sistemático y la interpretación de la evidencia empírica se anotarán algunas condiciones que explican las variaciones en términos de calidad, densidad y pertinencia de las políticas sociales, la resultancia de matrices de bienestar más inclusivas y su conexión con aquellas coaliciones socio-políticas distributivas en la gobernanza democrática. De otra parte, la investigación arroja algunas luces –sin ser el principal foco de estudio– acerca de los déficits de las democracias latinoamericanas, asociados a los formatos más tradicionales del clientelismo y cooptación de los movimientos sociales. La construcción y apropiación de “clientelas” por parte de los partidos políticos estuvo estrechamente ligada a la implementación de políticas asistencialistas, toda vez que vastos segmentos sociales expresaron de manera descarnada sus necesidades y demandas más básicas. La creciente incorporación de
la voz de los movimientos sociales al espacio definido para la determinación de las intervenciones públicas concernientes a la producción de bienestar, advierte una de las condiciones sustantivas en dirección a disminuir aquellos déficits democráticos. Y esto fue precisamente lo acontecido durante el período de los gobiernos progresistas en Argentina y Uruguay. La linealidad causativa obviamente no resulta en modo alguno, la explicación de las transformaciones de las matrices de bienestar. En otras palabras, no resulta suficiente una apropiada articulación entre actores sociales y actores políticos, traducida en coaliciones distributivas pro bienestar, para dar cuenta, efectivamente de aquellas transformaciones. Sin embargo, aquella es una de las condiciones necesarias. Una de las características compartidas por dos de los países seleccionados (Argentina y Uruguay) ha sido, precisamente, la de incluir de modo más o menos institucionalizado la voz de los actores o movimientos sociales. Coaliciones o alianzas de mayor o menor duración o estabilidad, pactos sociales distributivos y plataformas de negociación han exhibido las posibilidades de obtener legitimidad de políticas y “...algunos estudios han mostrado que, en ciertos regímenes de bienestar y sobre todo
en determinados sectores de la política, los actores sociales y la naturaleza de sus relaciones con el gobierno pueden ser un elemento clave para explicar la reforma” (Anderson 2001; Palier 2002a apud Del Pino y Colino 2006: 29). Por su parte, otros aportes desde corrientes teóricas diversas (particularmente la Teoría de los Recursos de Poder), resaltan los recursos disponibles de los actores sociales y la posibilidad de utilizarlos para obtener beneficios o ganancias en la pugna distributiva.