Resumen:
La presente ponencia aborda los resultados del proyecto de investigación “Condiciones laborales y percepciones de los egresados de Trabajo Social de tres universidades en Cali”, llevado a cabo en el 2021, la cual tiene como objetivo realizar un análisis y reflexión sobre las condiciones laborales de los y las profesionales de trabajo social desde la perspectiva de género, poniendo en discusión las situaciones de discriminación (desde la interseccionalidad) y la precarización laboral. El proyecto de investigación, el cual se basa esta ponencia, se realizó a partir de un estudio tipo exploratorio y descriptivo, utilizando el método mixto (cualitativo y cuantitativo), en el cual se utilizaron técnicas como la encuesta, la entrevista, revisión documental y grupos de discusión. La encuesta fue realizada a 114 egresados y egresadas de Trabajo Social de algunas universidades de la ciudad de Cali, la cual se llevó a cabo a través de Google Form y fue compartida a través de algunas redes sociales como Whatsapp, Facebook y correo electrónico, apostando principalmente al muestreo por bola de nieve. Las entrevistas semiestructuradas fueron realizadas a 12 personas, egresados y egresadas de 4 universidades de la ciudad de Cali. El grupo de discusión fue llevado a cabo con algunos miembros de la Asociación de Trabajadores y Trabajadoras Sociales del Valle - Atsovalle. Finalmente, en la revisión documental se rastrearon documentos e información, el cual se seleccionó y clasificó, evaluando su pertinencia y profundidad para la discusión analítica.Para dar cumplimiento al objetivo aquí expuesto, primero se desarrolla un abordaje sobre el concepto de la precarización laboral, que a partir de la implementación de las lógicas neoliberales ha visto su despliegue y auge en América Latina, poniendo en evidencia no solo la división sexual del trabajo, sino, que en profesiones como el Trabajo Social, se identifica una clara feminización y precarización laboral, aspectos que se pueden observar a partir de la perspectiva de género, igualmente, colocando de manifiesto la discriminación en las condiciones laborales de las mujeres trabajadoras sociales, no solo por cuenta de su género, sino, por su raza, etnia, orientación sexual, condición económica, lo que algunos autores/as llaman la interseccionalidad. Seguidamente, se abordan los datos más significativos teniendo como eje de análisis la perspectiva de género. En el ejercicio inicial de caracterizar a la población que participó de la realización de la encuesta, se puede evidenciar que la mayor población participante son mujeres, con un 84,2% de personas que se reconoce como “mujer”, frente a un 14,9% que se reconoce como “hombre”, teniendo una diferencia de más de la mitad de puntos porcentuales (69,3%) entre hombres y mujeres que son profesionales de Trabajo Social en Cali; por otro lado el 0,9% se identifica como no binario. Estos porcentajes se repiten frente a la identidad de género. Igualmente, se identifica que de las personas encuestadas, se evidencia una mayor tasa en las mujeres profesionales sin ejercer su carrera en una relación de 5.3% en mujeres y 1.8% en los hombres de Trabajo Social. Por otro lado, los campos de intervención donde hay desempeño de trabajadoras y trabajadores sociales son: Salud (25,4%), Educación (23,7%), Protección y Restitución de Derechos (13,2%), Laboral (7%), Derechos Humanos (7%), Organizaciones Sociales de Base (6,1%), Renovación Urbana e Infraestructura (3,5%), Políticas Públicas (2,6%), Familia (1,8%), Primera Infancia (0,9%) y Derechos Culturales (0,9%).Luego, se presentan los resultados respecto a la categoría de interseccionalidad, en la que se indaga por la presencia de mujeres trabajadoras sociales en diferentes ámbitos de poder o directivos, así, frente a la frecuencia para encontrar trabajadoras sociales en puestos de dirección en los espacios laborales sólo el 4,4% asevera “siempre” encontrar mujeres en estos roles, mientras que el “casi siempre” y el “algunas veces” ocupan el 77,2%; la opción de “nunca” encontrar trabajadoras sociales en este rol es del 18,4%, mayor a la opción “casi siempre” (16,7%). En contraste con el comportamiento de los datos sobre la misma pregunta para los hombres, es coherente con la condición principal de que es una profesión ejercida principalmente por mujeres, las opciones “casi siempre” y “algunas veces” ocupan el 56,1% para los trabajadores sociales en cargos directivos, y la opción “nunca” ocupa el 43,9%.La dinámica frente a la pregunta sobre la frecuencia para identificar mujeres en el entorno laboral, responde a la misma dinámica mencionada anteriormente, el 39,5% refiere que “siempre” ha identificado trabajadoras sociales en su entorno laboral, y el 35,1% corresponde a la opción “casi siempre”, mientras que el 17,5% y el 7,9% están en las opciones “algunas veces” y “nunca”, respectivamente. Por otro lado, sobre la identidad de género como determinante en los procesos de selección, se tiene que el 64,9% expresa que no fue determinante, mientras que el 35,1% determina que está entre “siempre”, “casi siempre” y “algunas veces”, un porcentaje que aunque sea menor, no deja de ser significativo para el análisis.Finalmente, a manera de conclusión, se contrastan los resultados obtenidos en las categorías anteriormente mencionadas junto con los conceptos manejados en el marco teórico y conceptual, analizando como el impacto del mundo globalizado y las lógicas del capital, van en detrimento de las condiciones laborales, que desde la perspectiva de género se muestra que ha golpeado con mayor fuerza sobre la vida de las mujeres, en este caso, trabajadoras sociales, al verse discriminadas por su género vinculándolas en un rol de cuidadoras, haciendo de su ejercicio profesional un valor menor, lo que implica diferencia en acceso a cargos directivos, bajos salarios, mayor inestabilidad laboral y preferencias en el proceso de búsqueda de empleo.